)
El cuidado de nuestra salud incluye, en gran medida, los alimentos que ingerimos. Una correcta selección de los ingredientes que formarán nuestro menú semanal favorecerá un mejor tránsito al mismo tiempo que mejorará nuestro estado de ánimo. En concreto, la flora intestinal es la que favorece un colon más sano. En este sentido, el término hace referencia al conjunto de microorganismos que habitan en el tubo digestivo y, en consecuencia, favorecen una mejor digestión. Mantenerla correcta es vital para evitar situaciones de hinchazón, flatulencia, diarrea o estreñimiento, por lo que, muchas veces estos síntomas pueden ayudarnos a conocer que existe un problema en nuestro organismo.
Consumir cereales y legumbres
La ingesta de fibra es clave para una buena salud. Si retiramos o disminuimos la cantidad de este alimento en nuestro menú podemos dañar nuestro tránsito, teniendo esto una repercusión mayor si se produce de forma constante. Los cereales y las legumbres cuentan con un alto porcentaje de esta sustancia tan nutritiva y facilitan la evacuación de desechos. En concreto, se podrían resaltar por su buena composición el muesli, el pan integral, la avena y el salvado de trigo. Precisamente, cuando pensamos en la forma de ingerir estos ingredientes, de manera que mantengan sus componentes, hay que decidir si se cocinan o no. Según ha demostrado un equipo de la Facultad de Nutrición de la Universidad Juan Agustín Maza (Mendoza, Argentina), que, si bien el cocinado de estos alimentos aumenta la digestibilidad y favorece la absorción de nutrientes, también se pierde una cantidad de la fibra que estos alimentos presentaban en su estado orginal, por lo que para mantener todas las propiedades mejor evitar su cocinado.
Escoger frutas y verduras de calidad
Las verduras y las frutas deben formar parte de toda dieta equilibrada. Entre sus numerosos beneficios, destaca en este caso su capacidad para combatir bacterias dañinas y fomentar el crecimiento de las favorables, a través de la regulación del ph de nuestro estómago. Se trata de ingredientes ricos en antioxidantes y fibra, dos componentes que ayudan a la hora de realizar la digestión y colaboran en una correcta respuesta inmunitaria. Las consideradas prebióticas, que mejoran la actividad de nuestra flora intestinal, son las más recomendadas (cebolla, manzana, plátano, alcachofa y espinaca).
Incorporar los probióticos a tu dieta
Estos microorganismos favorecen una adecuada flora intestinal puesto que llegan vivos al colon. Gracias a ello se repuebla esta zona del intestino, algo que tiene numerosos beneficios para el organismo. Los probióticos aparecen gracias a la fermentación de ciertos alimentos o son añadidos a su composición durante determinados procesos de elaboración. Los ingredientes más conocidos y ricos en esta sustancia son: el kéfir, el chocolate negro, el yogurt natural, el chucrut y las verduras fermentadas.
Realizar ejercicio físico con regularidad
La práctica de ejercicio físico no solo beneficia a tu cuerpo a nivel estético, pues se verá más atlético y fortalecido, sino también al interior. El estudio El microbioma de los atletas profesionales difiere del de los sujetos más sedentarios en composición y, particularmente, en el nivel metabólico funcional publicado por la revista especializada Gut demuestra que la flora intestinal de los deportistas es diferente a la de personas más sedentarias. Así, se expone que los atletas contaban con una flora dedicada a reparar tejidos y asimilar la energía que proporcionan los alimentos, por lo que su regeneración celular es mucho más rápida.
)
)
)
)
)
)
)
)
)
