Descubre las propiedades saludables de estas verduras casi desconocidas

Existen muchas verduras que escapan a tu imaginación y no hace falta inventarlas. Ya existen en tu mismo planeta, solo tienes que saber buscarlas.

Por Cristina Soria

Estas verduras podrán parecerte extrañas, pero son de uso común en otras partes del mundo y tienen propiedades muy beneficiosas para tu salud. Está en tu mano abrir las puertas de tu despensa a otros sabores, pero eso es aún más interesante cuando son un apoyo a nuestra salud.

Comer sano, ser vegetariano o experimentar con nuevos productos es también una forma de viajar, de descubrir otros sabores y de hacer más ricos nuestros platos, ampliando la paleta de sabores de nuestra casa. No dejes de buscar las verduras que te proponemos a continuación porque, además, son bastante accesibles en cualquier tienda de frutas y verduras gourmet.

Colirrábano

Es una hortaliza con muy pocas calorías, solo 27 por cada 100 gramos, pero que aporta muchos nutrientes: calcio, vitaminas A y C, y magnesio. Su sabor es similar al de la col y el rábano, precisamente porque es una hortaliza nacida en un laboratorio, donde se cruzaron ambas especies. El objetivo era crear un súper alimento anticancerígeno del mismo modo que lo es el brócoli, con quien también mantiene cierta coincidencia en el sabor, pero con un retrogusto más especiado. 

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Puedes utilizarlo crudo o cocinarlo al vapor, al horno o cocido. Muy a menudo se confunde con el colinabo, pero la diferencia está en que el colirrábano no es una raíz, sino un tallo, y el colinabo es justo lo contrario. Tiene un color verde suave o violeta azulado, pero su interior es blanco.

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Apio nabo

Aunque también se aprovechan sus hojas, lo que realmente diferencia al apio-nabo del apio común es que en este caso se aprovecha la raíz, y esta puede medir entre 10 y 20 centímetros y pesar alrededor de un kilo. Su sabor es similar al nabo, pero ligeramente dulce y con un toque de perejil pues, de hecho, sus hojas tienen una forma similar. Su carne es de color blanco y cuando está crudo puede resultar algo duro de masticar.

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Su origen es natural y pertenece a la cuenca mediterránea, pero también se cultiva en el centro y norte de Europa.

El aporte calórico del apio nabo es bajo (42 por cada 100 gramos), es muy pobre en proteínas y no tiene grasa. Tampoco destaca aportar grandes propiedades nutricionales. Sin embargo, sí encontramos en el apio nabo flavona, que tiene propiedades anticancerígenas, vitaminas K y C y fósforo.

Hoja de boniato

En comparación con hojas similares, como las acelgas o la col rizada, las hojas de boniato son menos amargas, y aunque tienen una textura algo aterciopelada, son más agradables que sus rivales. Su sabor es muy agradable, y puede consumirse tanto cocido como crudo, o como parte de un batido verde. También resulta muy útil para incorporar a un sofrito sencillo.

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Las hojas del boniato aportan más vitaminas que su raíz, concretamente la B6, que es similar a la que encontramos en el brócoli, zanahorias, coliflor, plátanos o aguacates. Además, el boniato aporta ácido ascórbico procedente de la vitamina C.

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Romanesco

Su forma tiene una geometría fractal, y precisamente la cantidad de protuberancias que vemos en esta verdura están representadas por el número de fibonacci, que es una serie matemática en la que cada número se obtiene sumando los dos anteriores. Ese es su misterio respecto a la extraña apariencia que presenta, pero su sabor también tiene una explicación: es un cruce entre la coliflor y el brócoli, dos especies muy beneficiosas para nuestra alimentación. 

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Es rico en vitamina C, carotenoides y fibra. Se consume cocido pero también puedes añadirlo crudo a ensaladas y platos fríos.

Boniatos violeta

Esta verdura es muy utilizada en Japón, donde además de formar parte de su nutrición popular, es considerada como un alimento medicinal. Contiene potasio, calcio, sodio, fósforo, hierro, magnesio y manganeso. Y su sabor, además, es delicioso, dulce y muy suave.

El pigmento violeta que le diferencia del boniato común es lo que le hace anticancerígeno. Según un estudio de la Universidad de Kansas en Estados Unidos, sus pigmentos hidrosolubles, las antocianinas, nos pueden ayudar a prevenir al cáncer de colon. Pero, además, son ricos en antioxidantes, por lo que previenen enfermedades cardiovasculares, aumentan la inmunidad del organismo y disminuyen la inflamación.

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