Miopía, hipermetropía, astigmatismo... ¿cuáles son sus diferencias?

Nos acercamos a los problemas más comunes de la vista con la ayuda del experto Juan Carlos Mora de Oñate

Por hola.com
Astigmatismo. El astigmatismo suele ir asociado a alguno de los defectos visuales anteriores, miopía o hipermetropía. Para hacernos una idea, el 13% de la población tiene sólo astigmatismo, y existe otro 20% que tiene astigmatismo asociado a la miopía o la hipermetropía.

El síntoma más claro del astigmatismo es borrosidad tanto de lejos como de cerca, y está provocado por una deformación de la córnea, que es la parte más externa del ojo. Se puede corregir con gafas, con lentes de contacto y/o con cirugía refractiva. Al igual que pasaba con la hipermetropía, el sistema más usado actualmente son las gafas.

Presbicia. También se la conoce como vista cansada, y es un efecto asociado a la edad, que suele aparecer a partir de los 40-42 años y que como síntoma más claro provoca visión borrosa de cerca. La razón fisiológica de este problema refractivo es una menor acomodación del cristalino, que es una lente que tenemos dentro del ojo, y que por el paso de los años ha perdido su capacidad para estirarse y/o contraerse, lo que nos impide enfocar de cerca.

Al principio sólo afecta a la visión de cerca, y poco a poco también termina afectando a la visión intermedia, como la de la pantalla del ordenador. La mejor solución son las gafas progresivas, que permiten llevar en una sola gafa la corrección de lejos, de la zona intermedia y la de cerca.

Existen lentes de contacto progresivas, que se adaptan con más o menos éxito, dependiendo del caso. Y en los últimos años la cirugía de lente intraocular (en la que se quita el cristalino y se pone una lente nueva) también empieza a corregir la presbicia.

Para cualquier duda se pueden poner en contacto con Ópticas Roma en el 913096858 o en opticaroma@opticaroma.com. Los datos incluidos se han obtenido del Libo Blanco de la VISIÓN EN ESPAÑA.