Hipotiroidismo e hipertiroidismo, ¿en qué se diferencian?

El doctor Eduardo Junco Aguado nos da las claves sobre esta patología

Por hola.com

Todos o casi todos conocemos a alguien que, en un momento determinado, sin comer apenas nada ha engordado considerablemente o, por el contrario, comiendo mucho ha perdido peso. Se suele decir que padecen un trastorno del tiroides. Pero, para no seguir con especulaciones, vayamos al origen del problema y descubramos en qué consisten realmente y cuáles son sus diferencias.

La glándula tiroides es una estructura orgánica situada en la parte anterior del cuello, justo delante de los cartílagos de la laringe. Tiene forma de alas de mariposa, pesa alrededor de 25 gramos y su principal función es la de producir hormonas, fundamentalmente la tiroxina, que interviene de forma muy activa en el metabolismo de los tejidos. La secreción de tiroxina está regulada desde la hipófisis y su acción influye de forma decisiva en la edad infantil en el crecimiento orgánico y el desarrollo intelectual. Además, participa en la regulación de funciones tan trascendentes como el ritmo cardiaco, la ganancia o la pérdida de peso, el mantenimiento de la temperatura corporal y el ritmo del sueño.

En la fisiología femenina, la glándula tiroides tiene un protagonismo llamativo. Su hiperfunción o su función deficiente produce alteraciones y síntomas que afectan al metabolismo normal, hacen aumentar o disminuir el peso, provocan trastornos cardio-circulatorios, y actúa sobre el sistema nervioso central y periférico, dando lugar a situaciones de abatimiento o nerviosismo. En determinadas épocas o situaciones de la vida de la mujer, tales como la pubertad, el embarazo o la menopausia, la función normal de la glándula tiroides puede verse alterada, lo que genera síntomas muy llamativos y da lugar a malestar.