La neuroarquitectura en el dormitorio promueve el bienestar y mejora la calidad del sueño
Lo vemos en todas las habitaciones, la principal, las infantiles y hasta los cuartos de invitados
No puede existir una ‘Guía definitiva sobre cómo diseñar un dormitorio según la neuroarquitectura’, porque cada habitación debe ser ideada específicamente para las personas que vayan a descansar en ella. Esta es una de las premisas que nos cuenta la experta Ana Mombiedro (www.anamombiedro.com), referente en neurociencias aplicada a la arquitectura y autora, entre otros libros, de ‘Neuroarquitectura. Aprendiendo a través del espacio’ (de la editorial Edelvives). Así pues, en el diseño del dormitorio como templo del descanso, resulta vital conocer los hábitos y preferencias de las personas. Lo vemos en detalle junto a Ana.
En la imagen, una habitación con la zona de cortesía del baño integrada, en un diseño de la arquitecta e interiorista Laura Ortín que, según relata ella misma, recrea una suite de hotel que nos traslada a otro mundo creando una atmósfera de ensueño y deseos.
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¿Qué es la neuroarquitectura?
Antes de todo, contemos cómo trabaja esta disciplina de la arquitectura. La neuroarquitectura analiza de forma objetiva y sistemática cómo los espacios construidos modifican nuestras emociones y nuestras capacidades, para así diseñar espacios que mejoren el bienestar de las personas. El dormitorio es una de las estancias claves en la vivienda, pues dedicamos al descanso cerca de un tercio de las horas del día y, en el caso de los niños y niñas, permanecen en él más tiempo pues juegan, estudian, leen... De hecho, Ana señala que, en el caso del dormitorio, lo más esencial es estudiar el nivel y el tipo de interacción con el espacio.
En la imagen, una suite con baño y vestidor, de un relajado estilo mediterráneo ideada por la interiorista Susanna Cots.
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¿Luz matinal u oscuridad total? Depende
El cuerpo necesita oscuridad para dormir bien, así que durante la noche hay que procurar que el cuarto no tenga ninguna contaminación lumínica, por ejemplo, a causa de la luz de una farola de la calle. De este modo no se altera el ritmo circadiano.
Respecto al amanecer y la luz solar, Ana explica que va a gustos, hay quien no quiere ver la luz por la mañana y quien sí la disfruta, es suave y se va volviendo más intensa y mientras se percibe se segregan unas sustancias que son buenas para el humor y el bienestar.
Esta decisión sobre opacar mucho o no la entrada de luz es una cuestión clave. En la propuesta, Disak Estudio diseña un dormitorio con vestidor para la firma de armarios y vestidores Uecko en Casa Decor donde se viste la ventana con cortinas y estores. Todos los textiles son de la firma Misia.
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Iluminación artificial acertada
De igual modo que la luz natural va cambiando a lo largo del día, debería modularse también la iluminación artificial en el dormitorio. “El cuerpo es fácil de engañar y conviene apostar por luces parecidas”, comenta Ana. Para ello existen lámparas modulables en intensidad y temperatura de color.
La luz va de la amarilla a la azulada y, debes tener en cuenta que la luz fría se debe evitar en las últimas horas del día, porque inhibe la producción de melatonina, que nos prepara para el sueño.
En este ambiente, la decoradora Esther Algara apuesta por combinar una luz general con otra suave ambiental, a modo de dos lámparas colgantes con la pantalla de cristal, de The Masie.
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Colores de la naturaleza y variedad de texturas
En una investigación que está realizando la arquitecta y docente, está buscando qué colores facilitan estados de calma en las personas, algo esencial en el dormitorio. ¿La respuesta? Son las tonalidades que recuerdan a paisajes de la naturaleza: arenas (por la playa), azules (por el cielo, un lago, el mar), verdes (del bosque, la selva, un prado), amarillos no muy estridentes (de la puesta de sol), el rosa (de infinidad de flores)…
Aunque no se puede generalizar, también es habitual que agrade la variedad de texturas. Por ejemplo, a las personas con TEA les suele gustar mucho el terciopelo, un tejido empleado en este ambiente de Westwing. Y cuando hablamos de texturas son también las visuales, “pues no solo tocamos con las manos, también lo hacemos con los ojos”, señala la experta. Además, los elementos textiles, como cortinas, alfombras o tapices en las paredes. contribuyen a crear una atmósfera confortable acústicamente.
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La moda de los dormitorios multifunción
Hay actividades que resultan idóneas para realizar en el dormitorio y otras que no. Por ejemplo, habilitar un rincón de lectura es óptimo, según nos cuenta Ana, porque nos podemos poner en ‘modo relax’ leyendo justo antes de dormir, algo que no conviene hacer directamente estirados en la cama. Se hace así en el dormitorio de la imagen, diseñado por la firma de diseño parisina Pinto, a sabiendas de que leer antes de acostarse mejora la calidad del sueño.
Respecto a tener el despacho en esta estancia, si no hay más remedio que integrarlo, una buena solución es apostar por un cloffice, es decir, un área de escritorio oculta en un armario. Y es que trabajo y descanso son contrarios.
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Fuera estrés
Especialmente en las personas que tienen poca calidad del sueño debido al estrés, en el dormitorio deberá cuidarse mucho la calidad del aire, que sea rico en oxígeno. La forma de lograrlo es ventilando a diario abriendo ventanas o bien empleando unos sistemas de ventilación mecánica, con lo que el aire llega incluso filtrado. Por esta última tecnología se decantan en la propuesta, en concreto por un modelo de la firma Zehnder de doble flujo (con recuperador de calor) que garantiza un aire fresco y limpio las 24 horas del día, sin molestias, sin ruidos, sin corrientes de aire ni contaminantes.
Asimismo, Ana previene de que justo antes de irse a dormir no conviene estar expuestos a pantallas (televisión, tabletas o móviles) ni realizar actividades excitantes, porque se alteran los ritmos circadianos.
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La habitación de los ‘peques’
Ya lo hemos comentado, por lo general los usuarios de más cortas edades pasan más tiempo en su cuarto que las personas adultas, su habitación es su mundo y en ella realizan muchas actividades además de dormir: leer cuentos, dibujar, recortar cartulinas o, incluso, tocar la flauta u otro instrumento musical.
En este caso, lo que sobre todo es crucial es hacer un dormitorio a su escala, con todos los elementos accesibles, cómodos y a su tamaño (este es de La Redoute Interieurs). Ana recomienda también equipar el cuarto del bebé con mobiliario adaptable y ergonómico, que pueda crecer con el hijo.
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El dormitorio para personas ancianas
“En el caso de las personas de edad avanzada hay que ver el nivel de dependencia que tienen y fomentar, a través del diseño del espacio, su autonomía”, afirma Ana.
Especialmente en los dormitorios para ancianos la experta recomienda que estén abiertos a la naturaleza para que, de este modo, se mantengan ‘conectados’ con el aquí y el ahora, que sepan qué tiempo hace, en qué estación del año se encuentran, etc.
Así, con un ventanal panorámico (de Cortizo) que conecta la habitación con el verde paisaje, ha ideado el dormitorio de una unifamiliar en Caldes de Malavella, (Girona), el arquitecto Jaime Prous.
Ana cita un estudio del profesor de arquitectura y ciencias de la salud sueco Roger Ulrich, en el que “se demuestra que las personas que tienen acceso visual a un espacio verde necesitan menos analgésicos. De hecho, aplicar el diseño biofílico es fundamental y recomendable en personas de cualquier edad”. En entornos urbanos en los que no es posible gozar de estas privilegiadas vistas, ayudará al bienestar ver y cuidar plantas.
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El cuarto de invitados perfecto
¿Cómo plantear este espacio, en el que ya no hablamos de un usuario, sino de varios? “En el caso de la habitación de invitados tiene que ser modulable, es decir, que permita la flexibilidad para que según quien se aloje pueda hacer unas cosas u otras”, detalla Ana.
En la propuesta, el interiorista Rober Quiñones-Her propone una gran versatilidad en el ambiente, pues también cuenta con una zona de despacho. Tanto el escritorio como el mueble con la cama escamoteable los fabricó a medida Carpintería Navas, siguiendo las premisas del diseñador.
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Personalización y flexibilidad
Ana concluye afirmando que igual de vital que crear un dormitorio adaptado a quien vaya a descansar en él, es la flexibilidad del espacio, para poder irlo cambiando a voluntad en función de las necesidades. Esa flexibilidad tiene que ir en sintonía con el uso que la persona vaya a hacer del espacio. En la propuesta, un dormitorio planificado por la interiorista Pia Capdevila en el que se integra hasta un coqueto rincón de tocador.
La experta apunta: “a mí me gustan los muebles de obra, pero creo que no son interesantes en el dormitorio porque este debe poder modificarse”.
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