Tu casa, un templo olfativo para combatir el estrés
Si el propósito es crear momentos de calma, los aromas idóneos tienen que ser florales, acuáticos o a bosque. Evita los más chispeantes cítricos que invitan a la actividad. Y es que ya se sabe, para cada instante y lugar hay un perfume perfecto capaz de transmitir sensaciones reconfortantes o evocarnos infinitos recuerdos.
Por ejemplo, Lladró propone con el perfume Redwood fire, una cálida fragancia con notas a hojas de violeta y mimosa, sándalo y cedro. Todo en unos recipientes Campanella, inspirados en las antiguas cajas lacadas de Japón con motivos grabados a mano, que representan a las ondas concéntricas que se producen cuando cae una gota sobre el agua serena de un estanque.
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