Dormir sobre una buena base
El colchón es crucial y puede granjear unas noches de ensueño o de pesadilla, así que selecciona un modelo firme, confortable y transpirable además de, por supuesto, adaptado a su altura, que no le quede corto. El pequeño gozará de unos dulces sueños.
Piensa también que los componentes de la cama deben ser hipoalergénicos y con tratamientos antiácaros, de este modo proteges a tus hijos frente a problemas en la piel o posibles alergias. Ofrece todas estas características el colchón de Kipli de la imagen, marca de la que también es la cama, en este ambiente cuya pared cuenta con un bello y práctico zócalo pintado.
Sábanas, nórdicos, edredones… la ropa debe ser suave, transpirable y que absorba la humedad. Lo mejor, que te decantes por los tejidos orgánicos, que almacenan el calor y bloquean el ruido.
Leer más: Cómo elegir el mejor colchón para la cama de los niños