Practicar yoga en casa: cómo crear el espacio perfecto
Paz y tranquilidad, luz natural y confort es lo que necesitas
El estrés, la ansiedad, la fatiga pandémica, la incertidumbre… Son muchos los aspectos negativos del día a día con los que tenemos que lidiar en estos tiempos. Y para hacerlo de la mejor manera posible necesitamos incorporar a nuestra vida ciertas rutinas positivas.
Una de las actividades que pueden ayudarte, y mucho, es la práctica del yoga. Ir aprendiendo a realizar asanas o posturas cada vez más complicadas es un reto que te ayudará a mantener tu cuerpo en forma y a liberar tu mente. Descubre cómo crear en tu casa un espacio adecuado a la práctica del yoga.
El mejor lugar
Tanto si eres una experta yogui como si te estás iniciando en esta disciplina, contar con un espacio adecuado para practicar yoga es una idea fantástica. Sobre todo ahora que estar en casa es, más que una elección, algo necesario para que toda esta situación en la que nos vemos inmersos termine cuanto antes.
Sin embargo, no sirve cualquier espacio de la casa. Puede que no dispongas de una habitación específica para practicar yoga (no es necesario), pero sí has de buscar un rincón tranquilo, sin ruidos.
Debe estar alejado de las zonas con mayor actividad de la casa, a no ser que practiques cuando estés sola. Así evitarás interrupciones que pueden dar al traste con tu sesión de yoga.
Libertad de movimientos
Aunque para practicar las asanas de yoga no se necesita un gran salón de baile, sí que será necesario que dispongas de un espacio amplio donde puedas moverte con libertad. Unos 3 metros cuadrados son suficientes para poder realizar todos los ejercicios.
Si tu casa es pequeña, valora la posibilidad de mover algunos muebles para hacer un hueco en tu dormitorio o en el salón. No hay nada como contar con un entorno flexible en casa, que pueda cambiar a lo largo del día según tus propias necesidades.
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El poder de la luz
Crear una atmósfera serena en el lugar en el que vas a practicar yoga es lo mejor que puedes hacer para disfrutar de una sesión completa y reparadora. Para ello procura elegir un rincón con la suficiente luz natural. Los entornos luminosos favorecen la sensación de relax.
Puedes practicar cerca de una ventana, por ejemplo, en una habitación con paredes pintadas en tonos claros y luminosos.
Y si tu momento especial para hacer yoga es al caer la tarde cuando ya no hay luz natural, entonces lo mejor es contar con una iluminación suave. Hazte con una lámpara que aporte una luz tenue y apaga el resto.
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Espacios bien ventilados
Hoy día todos conocemos y entendemos la importancia que tiene la ventilación de los espacios interiores a la hora de preservar la salud. Y esto se extiende también a nuestra propia casa. Si ventilar es una necesidad absoluta cuando convivimos con una persona alérgica al polvo y a los ácaros, también es importante para el resto.
Los espacios bien ventilados son más frescos y confortables, y más saludables, también para practicar deporte en casa, hacer yoga o meditar. Abre las ventanas para contar con un ambiente limpio y un aire renovado.
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Hazte con los complementos básicos
Aunque el objeto más importante para practicar yoga es tu propio cuerpo, hay ciertas cosas que te ayudarán a convertir cada sesión en todo un placer, más fácil de disfrutar.
- Para empezar necesitarás una esterilla grande y cómoda. Hazte con una específica para yoga: son más finas y quedan totalmente pegadas al suelo. Además, son antideslizantes para evitar una posible caída.
- También te hará falta un bloque para practicar algunos asanas específicos. Pueden ser de diferentes materiales: corcho, espuma o madera.
- Busca una manta o toalla que pueda ayudarte en algún ejercicio y que te sirva para taparte durante los momentos de relajación.
- Contar con un espejo grande en el que puedas mirarte para corregir tu postura es importante.
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El imperio de los sentidos
Como ya has podido comprobar, en realidad se necesita poco para practicar yoga en casa: algo de espacio, un ambiente tranquilo, una esterilla y ropa cómoda.
Sin embargo, hay ciertos elementos que pueden ayudarte a mejorar tu experiencia y hacerla mucho más agradable. Puedes encender, por ejemplo, velas aromáticas o barritas de incienso para perfumar la casa. Hazlo con moderación para no saturar el ambiente con aromas pesados que lo recarguen en exceso.
También puedes poner una música de fondo apropiada, desde sonidos de la naturaleza, melodías relajantes, sonidos de cuencos tibetanos, etc. Se trata de favorecer la concentración, por lo que tú decides qué tipo de música te ayuda más.
Disfruta del yoga al aire libre
La primavera está cada vez más cerca y, además de muchas otras experiencias, te traerá la posibilidad de practicar yoga al aire libre, si es que cuentas con un jardín o una terraza en tu casa.
Si es así, aprovecha la ocasión en cuanto el buen tiempo lo permita y disfruta del placer de realizar posturas y asanas en el exterior y a primera hora de la mañana. Una manera fantástica de cargar las pilar de energía positiva para el resto de la jornada.
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Practica el mindfulness
Si hasta este momento nunca has practicado la meditación, este es un buen momento para empezar. Realizar cada día algunos ejercicios de mindfulness te ayudará a ser más consciente del momento vital en el que te encuentras.
Para poder aprovechar los beneficios de la meditación, necesitas concentración y un espacio adecuado en casa. Te servirá el rincón en el que realizas tus ejercicios de yoga: un lugar tranquilo y cómodo, donde puedas estar sentada o tumbada.
Decoración yogui
Ahora que ya sabes cuáles son los factores que has de tener en cuenta a la hora de buscar un espacio adecuado en casa para practicar yoga, sabrás que el interiorismo no es lo más importante.
Sin embargo, siempre es mejor que la decoración siga algunas pautas, como el uso de materiales naturales o una concepción sostenible del espacio: desde los muebles hasta los objetos decorativos.
Apuesta por textiles de fibras naturales y por colores claros y serenos que aporten calidez al ambiente.
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