Seguro que no es la primera vez que recoges la ropa amontonada en tu dormitorio y, por inercia, la echas al cubo de la ropa sucia. Lo hemos hecho todos. O, tal vez, mantienes demasiado tiempo algunas prendas o ropa de casa que es preferible lavar con mayor frecuencia. Dependiendo del tipo de prenda, su uso y su composición, su frecuencia de lavados es distinta. Además, piensa que, cuanto más lavas la ropa, más se estropea. La fricción de las prendas con cremalleras y botones, los jabones y suavizantes y el sol pueden disminuir su calidad y su vida. Te contamos cuándo debes lavar cada tipo de prenda. 

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Lava la ropa antes de estrenarla

La ropa nueva, tanto prendas como ropa interior, bañadores, pantalones, camisas y hasta la ropa de casa, como las sábanas y las toallas, van tratadas con un apresto para que no se arruguen. Además, estas prendas que están en los expositores de las tiendas pasan por muchas manos: dependientes, gente que la toca o se la prueba, se cae al suelo… Por eso, cuando te compres algo nuevo, sea lo que sea, lávalo. No hace falta que sea un lavado largo, con uno corto con jabón neutro, suavizante (dependiendo de la prenda, mira siempre la etiqueta) y agua fría, será suficiente. Esto es especialmente recomendable para personas con alergias o problemas cutáneos. 

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¿Cada cuánto lavar los vaqueros y pantalones?

Aunque creas que tienes que lavar los pantalones y vaqueros después de cada uso, no es así. Lo más adecuado es hacerlo cada 4 o 5 usos, aunque si tienen alguna mancha, siempre puedes lavarlos antes. Ahora, sí que es recomendable que los airees después de cada uso para que no mantenga olores. Aunque muchos fabricantes recomiendan lavar los vaqueros esporádicamente, las bacterias y la grasa pueden acumularse., así que lo más adecuado es lavarlos cada varios usos. 

Si tienen alguna mancha, lo mejor es pretratarla antes. Con agua fría y jabón neutro, frota bien en el área manchada. Después, dales la vuelta, abrocha cremalleras y botones (para que la fricción no desgaste el tejido) y ponlos en un programa con agua fría. 

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Cada cuanto lavar camisetas y camisas

Puesto que las camisas, camisetas y tops son prendas que tienen un contacto directo con el cuerpo lo más recomendable es lavarlas después de cada uso, especialmente si sudas mucho. De hecho, es en la zona de las axilas donde más suciedad se acumula y, si la prenda es blanca, puede coger un color amarillento. Para lavarlas, mezcla agua caliente con vinagre blanco, y aplícalo en la zona. Luego deja la prenda reposar durante unos 20 minutos. A continuación, haz una pasta con la sal, el bicarbonato y un poco de agua y frota en la zona. Finalmente, lava como siempre, teniendo en cuenta los símbolos de la etiqueta. 

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Chaquetas y jerséis: ¿cada cuánto lavarlos?

Puesto que chaquetas y jerséis son prendas que no están en contacto directo con la piel, sus lavados pueden ser más esporádicos. Lo más adecuado es que las laves cada 6 o 7 usos, y siempre teniendo en cuenta el tejido con el que están confeccionados. Los sintéticos suelen coger olores de manera más sencilla, por lo que tal vez tengas que lavarlos con más frecuencia. En cualquier caso, cuélgalas al aire libre después de cada uso para que se aireen y antes de volverlos a meter en el armario.

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¿Cada cuánto lavar los abrigos y cazadoras?

Si haces el cambio de armario cada temporada, debes saber que es importante guardar cada prenda bien limpia y seca para que no acumule olores y las manchas sean más fáciles de eliminar. Por supuesto, habrá abrigos, como los de ante o tejidos delicados, que tendrás que llevar a una tintorería para un lavado en seco. Pero otras prendas, como las cazadoras vaqueras, los plumas o de paño, pueden lavarse en casa. Abrocha siempre las cremalleras o botones y mételos en la lavadora del revés. Pon un programa de prendas delicadas y deja que se sequen bien antes de guardarlos. 

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Calcetines y ropa interior: lo que más se lava

Obviamente, los calcetines y ropa interior deben lavarse después de cada uso. Hazlo a una temperatura de 30 o 40 °C para eliminar bien hongos y bacterias. Asimismo, no es recomendable mezclarlos con trapos de cocina o similares. Lo mejor es lavarlos junto a las toallas y las sábanas, que son prendas que se lavan a la misma temperatura. Puedes lavarlos a más temperatura, pero cuando mayor sea esta, más se estropea la ropa.  

Para lavar ropa interior delicada, como la lencería, lo mejor es hacerlo a mano y con un jabón para prendas delicadas. 

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¿Cada cuánto lavar los sujetadores?

A diferencia de otras prendas interiores, los sujetadores hay que lavarlos cada 3 o 4 usos. Y es que este tipo de ropa suele estropearse con el lavado, pero también según cómo los tiendas o cómo los guardes. Por eso, con los sujetadores tienes que ser especialmente cuidadosa. Lávalos a mano, con un jabón para prendas delicadas y agua fría. Después, no los estrujes mucho. Escúrrelos sin retorcerlos. Tiéndelos por el medio para que no se deformen. 

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Cada cuánto se lavan los pijamas

Piensa que cuando dormimos, sudamos y eliminamos mucha piel muerta. Por eso, deberías lavar los pijamas, al menos, dos veces por semana o cada 3 o 4 usos. Para la gente con mucha sudoración, se recomienda aumentar esta frecuencia. Lo mismo para los pijamas de personas con problemas cutáneos o enfermedades en la piel. Lávalos en un programa a 30 °C, una temperatura a la que pueden desaparecer las bacterias sin afectar al color. 

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Cada cuánto lavar las sábanas

Al igual que los pijamas, las sábanas deben lavarse dos veces a la semana, especialmente si sudamos mucho. Además, como comentábamos previamente, durante nuestro descanso desprendemos mucha piel muerta que conllevar la aparición de ácaros en el colchón si no mantenemos una buena limpieza. Lávalas a una temperatura alta para eliminar todas las bacterias y malos olores, aunque comprueba siempre previamente su composición e indicaciones de la etiqueta para no dañarlas. 

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Nórdicos y almohadas: ¿cuándo tengo que lavarlos?

Aunque siempre hay una funda nórdica, una sábana o almohadón que evita el contacto directo de la piel con el edredón y la almohada, estas prendas también cogen olores y absorben el sudor. Por eso, lo más adecuado es lavar el edredón, al menos, dos veces al año mientras lo utilizamos (y siempre cuando lo guardes con el cambio de temporada), y la almohada, unas 3 dependiendo de lo mucho que sudemos. Para evitar que cojan malos olores, ventílalas una vez a la semana. 

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¿Cada cuánto hay que lavar las toallas?

Las toallas son uno de los textiles de la casa que más olores suelen tener. Aunque nos secamos cuando estamos limpios, lo cierto es que no solo acumulan piel muerta, sino que la humedad puede provocar la aparición de malos olores y bacterias. Por eso, es recomendable lavar las toallas de baño, al menos una vez a la semana. Mientras que las de mano necesitarán más frecuencia, unas dos o tres veces a la semana dependiendo de cuántos seáis en casa. 

Un consejo: después de cada uso, dejad las toallas bien extendidas para que no acumulen bacterias y malos olores. Es una manera de evitar la humedad en el baño.

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