Cómo limpiar tu casa de vacaciones (cuando llegas y cuando te vas)

Con la llegada del verano, llega también el momento de irse a la casa del pueblo, segunda residencia o vivienda vacacional. Y esta ‘mudanza veraniega’ no solo implica llevar la ropa y accesorios de la playa, también supone ponerla a punto para pasar en ella cómodamente los próximos meses. Y, aunque el verano no es tiempo de estar limpiando y limpiando, es posible que, si no has abierto tu segunda residencia durante todo el año, necesite un repasito antes de poneros cómodos. Analizamos cuáles son los puntos más importantes para que te lo quites según llegues y puedas disfrutar del merecido descanso. 

Leer: Cómo amueblar la segunda residencia para la nueva generación de ‘nómadas digitales’

Revisa… ¡y ventila!

Antes de nada, revisa la casa de forma rápida. Mira dentro de los armarios, cajones, detrás de la puerta, el baño… Así podrás hacerte una idea de cómo está tu casa para hacer una planificación rápida. Después, ten en cuenta que tras varios meses sin pisarla, es posible que tu casa de vacaciones o segunda residencia tenga olor a cerrado o a humedad. Así que lo primero que debes hacer es abrir todas las ventanas de par en par para que se airee bien y que, poco a poco, se vaya yendo ese aroma. 

La humedad es una de las principales amenazas de las casas en la costa o en la montaña, por eso tendrás que revisar que todo está bien y no hay filtraciones que vayan estropeando los cimientos poco a poco. 

Leer: Cómo quitar y limpiar el moho de diferentes zonas de tu casa

Lava los textiles

Aunque sea tan solo con un lavado rápido para eliminar el olor a guardado. Dale un repaso a las cortinas, la ropa de cama, las colchas… Estos textiles pueden acumular humedad debido a la falta de ventilación. Así que para quitarles el mal olor, puedes añadir un chorrito de vinagre de limpieza (en el cajetín del suavizante) o un poco de bicarbonato junto con el jabón. Ambos productos son desodorizantes y te ayudarán a eliminar el mal olor. Tampoco hace falta que pongas un programa muy largo: recuerda que todos estos textiles están limpios, por lo que con un lavado corto será suficiente. Después, tiende la ropa al aire libre. 

Un consejo: evita colocar alfombras en tu segunda residencia, ya que acumulan muchos olores y son complicadas de lavar. 

Leer: 10 errores que cometes al hacer la colada (y cómo evitarlos)

Revisa y limpia la cocina

Aunque esté limpia, puede que algún insecto haya campado a sus anchas durante la temporada en la que has tenido cerrada la casa, así que tendrás que hacer una limpieza rápida de la cocina. Puedes hacerlo con un poco de vinagre de limpieza. Llena un barreño con agua, echa un chorrito y pasa el interior de los armarios, así como el de electrodomésticos como la nevera, el horno o el microondas. Después ya podrás conectarlo a la corriente (lo habitual es dejarlo apagado mientras no estés en tu residencia de verano). Aprovecha para revisar si quedó algo en la despensa y hay que tirarlo. 

Leer: ¿Limpieza general en la cocina? Trucos para dejarla impecable

Dale un repaso al resto de la casa

No se trata de que os deis una paliza limpiando, con pasar un poco el polvo, barrer y fregar el suelo será suficiente para volver a tener la casa limpia. Piensa que, antes de irte, es probable que dejaras todo en perfecto estado de revista, pero después de varios meses sin pisar por ahí, no está de más darle un repaso rápido para quitar el polvo y revisar que todo esté correcto. 

Leer: Plan de limpieza exprés: casa reluciente y recogida en una hora

¿Cada cuánto deberías revisar tu casa de vacaciones?

Aunque es un lugar al que vamos, sobre todo, en verano, no es aconsejable que esté sin revisar durante demasiado tiempo. Lo más adecuado sería hacer una limpieza cada cuatro meses como mínimo para evitar hormigas y plagas. Pero, si no puedes ir, lo ideal es que le pidas a alguien de confianza que pase de vez en cuando para comprobar el estado de la casa o que contrates a alguien que se encargue de su mantenimiento y de que todo funciona bien. Así evitarás que se acumulen las reparaciones: un electrodoméstico que no funciona, una persiana rota, una ventana que cierra mal…  

Leer: Todo lo que tienes que saber antes de comprar una alarma para tu casa

Antes de irte…

Si cuando llegas, las tareas de limpieza son por encima, al irte tendrás que ser más exhaustiva. Lo mejor es que empieces por la cocina. No dejes nada de comida en la casa, tampoco en la despensa, ya que podría ser un reclamo para insectos. Así que limpia restos de comida y líquidos y deja todo limpio. Las superficies en las que más te debes fijar es el fregadero, la nevera, el microondas y la encimera. También el interior de los armarios. Si apagas la nevera recuerda que debes dejarla abierta o con un trapo que impida que se cierre para evitar que acumule malos olores. 

Leer: ¿Quieres hacer una limpieza post verano bien planificada? Apunta estos consejos

En el baño, limpia y recoge

El baño es, junto con la cocina, la otra estancia a la que más atención hay que prestar cuando cerramos nuestra residencia de vacaciones. La humedad puede ser un problema a la vuelta, por lo que hay que asegurarse de limpiar y secar todo bien. Revisa los productos de higiene personal que tengas en la zona del lavabo y en la ducha: sécalos bien y guárdalos en un lugar seco.  

Leer: Consejos para limpiar y desinfectar (a fondo) tu cuarto de baño

Lava todos los textiles y guárdalos para que no cojan olores

Sí, sabes que volverás a lavar la ropa de cama, toallas y demás textiles cuando vuelvas, pero lo mejor es dejarlo todo limpio antes de irte. Para que no acumulen humedades, recuerda que debes guardar toda la ropa bien seca. Puedes colocar unas bolsitas de tela con unos granos de café, bicarbonato, sal de roca, sal gorda o arroz. Te ayudarán a neutralizar los malos olores. Asimismo, deja los armarios en los que guardes la ropa abiertos, ya que así se acumularán menos olores.  

Leer: Trucos y consejos para que tu armario siempre huela bien

Revisa y cierra

Finalmente, después de revisar que todo está limpio y recogido, cierra bien todas las ventanas, baja las persianas, si las tienes, y desconecta la luz y el agua, evitarás gastos superfluos y posibles fugas. Si tienes una alarma, tendrás que dejar la luz conectada a no ser que sea una alarma que funcione con una batería o con paneles solares.  

Un consejo: aunque ya lo hemos comentado, es importante que le pidas a alguien que revise el estado de tu casa de vez en cuando tanto para comprobar su estado como para evitar posibles robos. 

Leer: ​​¿Está tu casa convenientemente protegida cuando estás de vacaciones?