/ 

Cómo hacer un solomillo de cerdo tierno y jugoso en el horno

El calor del asado ayuda a romper las fibras de la carne y aporta un sabor único. Sigue nuestras recomendaciones para tener una receta de 10

La carne de cerdo nos ofrece muchas posibilidades, ya sea ibérico o blanco -éste último tiene menos grasa intramuscular pero la que tiene el primero es más saludable-. De entre todos sus cortes, el más apreciado es el solomillo, una pieza magra y baja en grasas, que cocinada de la manera adecuada resulta con un sabor suave y una textura tierna. Una de las mejores maneras de prepararlo es como solomillo al horno y te vamos a explicar cómo hacerlo para que quede jugoso y riquísimo.

Leer más: Solomillo de cerdo, una de las carnes que más juego nos ofrece en la cocina

El solomillo es la parte que se ubica en la parte baja de la columna vertebral del animal, entre las costillas y el lomo. Además, es una carne bastante saludable dependiendo de la manera como la cocinemos. Además de asado, admite muy bien otras técnicas como la parrilla, la plancha, el salteado, el guiso... -y nos encanta el solomillo Wellington, envuelto con hojaldre-. Lo podemos encontrar entero o en porciones individuales, más o menos gruesas, en tacos, tiras, filetes, etc. Ha de tener un color rosa pálido y estar firme al tacto. Este corte consta de varias partes como son la cabeza, el rosario, el centro y la punta.

El solomillo es la parte que se ubica en la parte baja de la columna vertebral del animal, entre las costillas y el lomo.

Es una carne, rica en proteínas, hierro y vitamina B12, que va muy bien con todo tipo de verduras, pasta, arroz, patatas, legumbres... Podemos marinarla antes de cocinarla con hierbas, especias, ajo, cebolla, vino, etc y acompañarla con distintas salsas. Fresco, aguanta unos 2-3 días en la nevera y si lo congelas, puedes conservarlo durante unos 6 meses y descongelarlo correctamente para su consumo.

Leer más: La carne de cerdo, una de las grandes aliadas en la cocina, en la salud (y en el bolsillo)

Ingredientes que necesitas para hacer solomillo de cerdo al horno

  • 1 kilogramo de solomillo de cerdo en una pieza entera
  • 1 vaso de vino o de cerveza
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharada de hierbas aromáticas
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de pimienta negra
  • Aceite de oliva

Cómo hacer solomillo de cerdo al horno, tierno y jugoso

Para cocinar el solomillo de cerdo de forma que quede tierno y jugoso, se recomienda sellarlo primero a fuego alto en una sartén con un poco de aceite durante unos minutos por cada lado, para dorarlo y mantener sus jugos. Y después, podemos terminarlo en el horno.

  1. Mezcla bien en una bandeja el vino o la cerveza, la sal, la pimienta, las hierbas aromáticas, el comino, el ajo rallado y un chorrito de aceite.
  2. Introduce el solomillo de cerdo y masajea ligeramente para que la carne se impregne bien. Tapa con papel film y deja reposar durante 1 hora en la nevera para que la carne absorba todo los sabores.
  3. Precalienta el horno a 200º centígrados.
  4. Reserva la marinada y, mientras el horno coge temperatura, sella el solomillo por todos sus lados en una sartén con un poco de aceite.
  5. Coloca el solomillo en una fuente apta para horno y añade la marinada. Baja la temperatura el horno a 190º y cocina el solomillo de cerdo entre 18 y 20 minutos dándole la vuelta cuando lleve 3/4 partes de tiempo.
  6. Una vez cocinado, deja reposar el solomillo unos minutos para que se asienten los jugos.
  7. Justo antes de servir, corta el solomillo en medallones.
  8. Sirve con la guarnición que más te guste y le va de miedo un poco de mostaza.

El secreto de un solomillo jugoso

En resumen, para obtener un solomillo de cerdo al horno jugoso, debes seguir estos pasos clave:

1. Elige la carne adecuada: Busca un solomillo de cerdo fresco, de color rosado y con una buena cantidad de grasa intramuscular.

2. Marinar la carne: Un buen marinado no solo aporta sabor, sino que también ayuda a mantener la carne jugosa. Puedes usar una mezcla de aceite de oliva, hierbas aromáticas, especias y otros ingredientes a tu gusto.

3. Sella la carne: Sellar la carne a fuego alto antes de hornearla crea una costra que sella los jugos y evita que se seque.

4. Hornea a la temperatura adecuada: La temperatura ideal para hornear el solomillo de cerdo es de 180-200 °C. No lo cocines demasiado, ya que se secará y perderá su jugosidad.

5. Deja reposar la carne: Después de hornear el solomillo, déjalo reposar durante unos minutos antes de cortarlo. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan por la carne y quede aún más jugosa.

Consejos adicionales:

  • Puedes usar un termómetro de carne para asegurarte de que el solomillo esté cocido al punto deseado. La temperatura interna ideal es de 63-65 °C.
  • Si quieres un sabor más intenso, puedes cubrir el solomillo con una salsa antes de hornearlo.
  • Puedes acompañar el solomillo con una guarnición de patatas, verduras o arroz.

¡Sigue estos consejos y disfruta de un solomillo de cerdo al horno jugoso y delicioso!