Este es un plato emblemático de la cocina gallega, súper reconstituyente e ideal para los días de frío. Suele llevar como ingredientes patatas, un toque de manteca (unto), unas alubias blancas, carne (ternera y cerdo), chorizo y verdura de temporada (grelos, nabizas (brotes del nabo), berza o repollo blanco).
Conejo al ajillo: la receta tradicionalPor Susana Baticón