Si creías que lo habías probado todo en salsas es que no conocías esta versión hecha con queso de cabra y rúcula. Su potencia y su peculiar sabor combinan con multitud de ingredientes, especialmente pastas de todo tipo y carnes. Al usar queso de cabra fresco nos ahorramos las muchas calorías que suelen contener las variedades más curadas.
- 200 g de Queso de cabra fresco
- 1 ud de Yemas de huevo cocido
- 50 g de Rúcula
- 100 ml de Aceite de oliva
- 1 cc de Pimentón dulce
- Sal
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1.
En el vaso de la batidora pondremos la rúcula y trituraremos. La echamos en un cuenco y le añadimos la yema de huevo, el pimentón y una pizca de sal.
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2.
Añadimos el queso de cabra desmenuzado con la ayuda del tenedor y mezclamos de nuevo.
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3.
Una vez obtenida una pasta homogénea, agregamos el aceite en hilo fino mientras vamos mezclando con una varilla.
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1.
Ideal para: Para pasta corta o larga, seca o fresca y también para formar capas de lasaña alternando con una salsa boloñesa, por ejemplo.
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