El morcillo de ternera es una de las mejores piezas para estofar. Después de una cocción larga, su textura queda melosa y es perfecta para servir con su propia salsa. Aquí la cocinaremos lentamente con vino tinto y dos tipos de setas: rebozuelos y champiñón. Elige un vino de calidad, no hace falta que sea el más caro, pero influirá en el resultado final de la receta.
- 750 g de Morcillo de ternera en trozos muy pequeños
- 100 g de Rebozuelos (setas)
- 150 g de Champiñones portobello
- 500 ml de Vino tinto
- 200 ml de Caldo de verduras
- 2 ud de Cebolla
- 2 ud de Dientes de ajo
- Tomillo
- Romero
- 1 trozos de Chocolate (pequeño)
- Perifollo
- 1 pizca de Guindilla
- Harina
- Aceite de oliva
- Sal
INFORMACIÓN NUTRICIONAL
Hidratos
26.88g
Grasas
237.78g
Proteinas
161.48g
-
1.
Enharina los trozos de ternera y fríelos con un chorro de aceite de oliva. Saca y reserva.
-
2.
En ese mismo aceite, rehoga las cebollas peladas y cortadas en juliana, y 1 diente de ajo picado, a fuego medio-bajo, durante 10 minutos.
-
3.
A continuación, incorpora la carne, el vino tinto, el caldo, el romero, el tomillo, una pizca de guindilla y la sal.
-
4.
Cuece tapado, a fuego bajo, 1 y 1/2 h aproximadamente.
-
5.
Limpia y trocea todas las setas y saltea en una sartén con un poco de aceite.
-
6.
Cuando se haya evaporado el agua que sueltan, añade el otro ajo picado y rehoga 2 minutos más.
-
7.
Junta las setas con el guiso y deja cocer 10 minutos.
-
8.
Prueba de sal y rectifica si es necesario.
-
9.
En el último momento, añade el chocolate.
-
10.
Remueve bien y sirve con ramitos de perifollo.
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