Escapada a Cáceres: pistas para comer y beber… ¡de locura!

Esta provincia extremeña se presenta como un destino más que interesante para los amantes de la buena mesa

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Estamos en un enclave de los más recomendados en España para hacer turismo. Ya sea monumental, histórico, cultural, de naturaleza, de descanso -con sus casas, hoteles rurales y balnearios-, para practicar deportes varios y, sobre todo gastronómico. Cáceres es una provincia extremeña con muchísimos encantos y una historia milenaria. Y comer y beber bien allí está más que garantizado, porque nos ofrece numerosas posibilidades -en 2015, la capital fue nombrada Capital Española de la Gastronomía-.

Fundada en el siglo I a.C. por los romanos con el nombre de Norba Caesarina, en 1986, Cáceres fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y geográficamente, la provincia de Cáceres posee dos importantes grupos montañosos, separados por el río Tajo. Engloba el Sistema Central, con las sierras de Gata y de Francia y las estribaciones de la Sierra de Gredos, y el Sistema meridional, con los Montes de Toledo, y las sierras de Guadalupe, Altamira, Montánchez y San Pedro.

Todo ello se refleja en su gastronomía y de ella vamos a hacer un pequeño repaso para ponerte los dientes largos y que te animes a visitar tanto sus pueblos como la ciudad en cuanto tengas la más mínima oportunidad y disfrutar de sus deliciosos sabores ¡No te va a defraudar! ¡Palabra de ¡HOLA! Cocina.

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Extremadura tiene uno de los mejores jamones de España, junto al de Huelva, Guijuelo y Los Pedroches -ibéricos- y el de Teruel y de Trevelez, de cerdo blanco.

Productos gastronómicos

Cáceres tiene una despensa gastronómica plagada de riqueza. Son famosos sus aceites de oliva, jamones ibéricos, quesos, cerezas, caza, setas, cordero o el inigualable pimentón de La Vera.

En toda Extremadura se producen magníficos aceites de oliva virgen extra -algunos reconocidos como los mejores del país-, tanto de producción ecológica, producción convencional, gran producción o pequeños productores. Son los terceros que producen la mayor cantidad de oro líquido en España por detrás de Andalucía y Castlla-La Mancha. Las variedades de aceituna autóctonas que emplean son manzanilla cacereña, morisca y verdial de Badajoz.

Una de sus joyas gastronómicas es el jamón ibérico con Denominación de Origen Dehesa de Extremadura. En toda la Comunidad Autónoma hay cerca de un millón de hectáreas de dehesa, un ecosistema único donde se alimentan los mejores cerdos para producir unos jamones únicos, y diferentes productos ibéricos como el chorizo, el lomo o el salchichón. Esta D.O. certifica sólo de bellota 100 % / 75 % de raza ibérica ( 97 % de su producción) y de cebo de campo 100 % / 75 % de raza ibérica ( 3 % de su producción ).

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El pimentón de La Vera tiene un aroma y un sabor ahumados y es una de las joyas de la despensa de Extremadura.

El pimentón de La Vera, también protegido por D.O.P, es una de las especias más valoradas en el mundo, resultante de la molienda y del secado al humo de pimientos rojos de las variedades Ocal, Jaranda, Jariza, Jeromín, y Bola. Lo hay picante, dulce y agridulce. Se cultiva y elabora en la zona de los municipios de las comarcas naturales de La Vera, Campo Arañuelo, Valle del Ambroz y Valle del Alagón y Arrago, en el norte de la provincia de Cáceres. Y es uno de los ingredientes más utilizados en la cocina española.

Extremadura también es rica en la producción de algunas frutas, como ciruelas, peras, higos, castañas, zarzamoras, frambuesas, grosellas y moras y especialmente las famosas cerezas con DOP del Jerte. Se cultivan y recolectan de forma artesanal sus cinco variedades locales: Navalinda, Ambrunés, Pico Negro, Pico Limón y Pico Colorado. Y es un auténtico espectáculo visitar esta zona cuando se produce la floración de los cerezos, que suele tener lugar entre la última quincena de marzo y la primera de abril, aunque depende mucho de cada año y de las condiciones climáticas. La Fiesta del Cerezo en Flor está catalogada de Interés Turístico Nacional, con degustaciones, catas, mercados, rutas guiadas... 

Y otro producto de la zona es la tenca, un pescado de agua dulce. En torno a él se celebra una fiesta gastronómica a finales de agosto en varios pueblos de la provincia. Se elaboran fritas, en cazuela o con patatas en escabeche. Otro de los productos significativos de la tierra es la morcilla, de arroz, patata o sangre.

La Torta del Casar está elaborada con leche de oveja y cuajo vegetal.

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También en esta zona se elabora uno de los quesos españoles más emblemáticos. La Torta del Casar, con las comarcas que componen la zona de demarcación geográfica de la Denominación de Origen Protegida han estado vinculadas desde tiempos inmemorables a las practicas de la trashumancia y el pastoreo. Este queso, con cuajo vegetal de flor de cardo, es una de las mayores delicatessen que puedes comer. De una textura cremosa y untuosa a más no poder y con un sabor único ligeramente amargo y herbáceo, puedes tomarlo tal cual, ligeramente calentado, o incorporarlo en multitud de recetas.

Además, recientemente la Denominación de Origen Protegida ha presentado la ruta gastronómica "El sabor del territorio", con 5 recorridos en torno al producto, con una selección de alojamientos, restaurantes, queserías, tiendas gourmets y visitas a diferentes puntos culturales, históricos y naturales para que tengamos una experiencia completa cuando visitemos la provincia de Cáceres.

Toño Pérez y José Polo, las almas del restaurante Atrio.

Atrio, el máximo referente gastronómico en Cáceres

Tanto en la provincia como en la capital, hay numerosos restaurantes para degustar la cocina más tradicional y también la más creativa. Pero hay uno que sobresale por encima de todos. Atrio es uno de los 15 establecimientos reconocido con 3 estrellas Michelin que hay en España. Toño Pérez y José Polo han hecho de él, y de su espectacular hotel Relais Châteaux en la plaza San Mateo en el centro de Cáceres, un lugar de ensueño, gastronómica y enológicamente -tiene una de las bodegas más espectaculares del mundo- pero también desde un punto de vista arquitectónico -a cargo de los premiados arquitectos Tuñón y Mansilla-.

Aquí podrás degustar una cocina basada en la tradición pero completamente vanguardista y regarla con los mejores vinos del planeta. No hay que perderse su menú degustación, con ingredientes de la tierra como las aceitunas negras cacereñas, el queso de los Ibores, la careta o la papada de cerdo, la perdiz o las cerezas.

Tapear en Cáceres

Tanto en la capital como en la provincia, la cultura de la tapa está muy extendida. Con cada bebida, te sirven algo para comer. Pero, además, este lugar es ideal para comer raciones como migas, magro con tomate, choricillos, oreja, morro o rabo de  cerdo, mollejas, torreznos, chocos, ensaladilla rusa, patatas, mejillones y, por supuesto, magníficos embutidos y fiambres.

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En el Parque Ferial de Cáceres lleva más de 15 años celebrándose en primavera la Feria Extregusta, dedicada a las tapas, con los restaurantes y bares más destacados de la provincia, que deben incluir al menos un ingrediente con Denominación de Origen Protegida (DOP) de Extremadura.

La oreja de cerdo es una de las tapas que más se sirven en Cáceres.

Beber en Cáceres

En Cáceres encontrarás algunas de las cervezas artesanas que se elaboran en Extremadura, con propuestas como las que elabora Cerex desde 2013 siguiendo un método tradicional de doble fermentación, con sus 6 variedades: Pilsen, Ibérica de Bellota, Castaña, Cereza, Andares (con jamón ibérico de bellota) y Frambuesa.

Pero, además, esta es una tierra de vinos, cua existencia data del siglo II a.d.C. Poseen una Indicación Geográfica Protegida, que son los Vinos de la Tierra de Extremadura, la Denominación de Origen Ribera del Guadiana y también la D.O. Cava -son los segundos productores en cantidad después de Cataluña-. Elaboran tintos, blancos, rosados y espumosos de gran calidad.

Precisamente en el Monasterio de Guadalupe en Cáceres, patrimonio de la humanidad desde 1993, se encontró el “Libro y registro de la bodega del Monasterio de Guadalupe”, considerado el tratado más antiguo de viticultura, que data de 1520.

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Las variedades de uva que se utilizan en Extremadura son en blancas: Alarije, Borba, Cayetana Blanca, Cigüente, Pardina, Viura o Macabeo, Chardonnay, Chelva o Montua, Eva o Beba de los Santos, Malvar, Moscatel de Alejandría, Parellada, Moscatel de grano menudo, Pedro Ximenez, Verdejo, Perruno, Sauvignon blanco. Y en tintas, Garnacha Tinta, Tempranillo o Cencibel o Tinto Fino, Bobal, Garnacha tintorera, Cabernet Sauvignon, Graciano, Mazuela, Merlot, Monastrell, Syrah, Jaén Tinto, Pinot Noir y Petit Verdot.

Recetas típicas extremeñas

La cocina extremeña es una gran desconocida, pero has de saber que es riquísima, tanto en su versión más tradicional como en la más actual. Si atendemos a la primera, sobresalen platos como las migas, el zorongollo, el pringue extremeño o cardillo -que es la versión de la manteca colorá andaluza-, la patatera -un embutido hecho a base de una mezcla de grasa de cerdo ibérico con puré de patatas y pimentón-, las judías carillas, el cochifrito -trozos pequeños de carne de cochinillo, sazonada y frita  aceite de oliva- o el pestorejo - oreja, jeta y morro de cerdo a la brasa o asados-. Y también diferentes cortes de cerdo ibérico como el secreto, la pluma, el lagarto y otros.

Migas extremeñas con chorizo y torrreznos.

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Y si nos referimos a los dulces extremeños hay que resaltar las flores -mezcla de huevos, leche, harina, aceite y sal, que se pasan por un molde especial, se fríen y se sirven con miel o azúcar-, los sapillos -masa de pan duro que se pone a remojo en una mezcla de leche, huevo, limón y canela, se hacen bolas y se fríen-, la técula mécula -hojaldre relleno de una mezcla hecha con almendras, huevos, harina y manteca, y finalmente recubierto de chocolate para fundir- y los bombones de higo conn chocolate. ¡Mejor final no puede haber para disfrutar de esta ruta gastronómica cacereña!