De este genio se ha escrito y se ha dicho casi todo ya. Ferran Adrià es una figura reconocida internacionalmente por la revolución que supuso su cocina y su rompedor trabajo en el restaurante elBulli, ubicado en Cala Montjoi (Rosas-Gerona) y cuya última comida tuvo lugar el 30 de julio de 2011. Sentó las bases de muchas de las técnicas que hoy se realizan en un buen número de restaurantes de todo el mundo.

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El catalán nacido en Hospitalet de Llobregat (Barcelona) recibe esta tarde el Premio Gastronomía Satisfactoria que entrega la Academia Iberoamericana de Gastronomía, presidida por Rafael Ansón "por ser protagonista de la cocina de la libertad, de la cocina creativa de autor y quizá la persona que más ha influido en la historia de la gastronomía en el aspecto de la satisfacción".

Y es que para Ferran, "sin duda alguna, la gastronomía creativa busca satisfacer tanto el nivel físico como el intelectual y espiritual. Y uno de los factores que busca la cocina creativa es la sorpresa, ya que todo lo nuevo, consecuentemente es una sorpresa...".

Ferran Adriá está concentrado en la Fundación elBulli1846 que espera poder abrir sus puertas el próximo verano.

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Fundación ElBulli1846, un ejemplo de cómo gestionar la cultura gastronómica

Adrià nos cuenta que sigue concentrado en la Fundación elBulli1846 "que tiene tres misiones: salvaguardar el legado de elBullirestaurante; crear contenido de calidad para la restauración gastronómica a través de Bullipedia y compartir mi experiencia en innovación con las pymes". El genio catalán anda ultimando la exposición museística exterior. Con este proyecto busca explicar qué fue elBulli y qué fue lo que sucedió durante existencia.

1846 se trata del número de recetas catalogadas que realizó el equipo del restaurante a lo largo toda su Historia y que fue elegido cinco veces como el mejor del mundo. Parece que reabrirá sus puertas en verano de 2023, 12 años después y reconvertido en museo -aunque también se recreará la cocina original- y en uno de los principales pilares de la Fundación. Será en el Cap de Creus y ocupará una superficie de 4.000 metros cuadrados.

Un cambio de paradigma: disfrute, pero también salud, sostenibilidad y solidaridad

Aunque confiesa que "indudablemente tenemos la mejor generación de profesionales de la restauración gastronómica. Nunca ha habido tanto talento y formación en todos los aspectos que debe tener un profesional. Pero está claro que la sociedad ha cambiado y le pide a la gastronomía algo más que disfrutar. La salud, la sostenibilidad, la ecología y el hecho de ser solidarios también forman parte de la gastronomía actual".

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Quizás la cocina sea uno de los sectores más afectados por todo lo que está ocurriendo en el mundo y por ello, Adriá cree firmemente en ese cambio de paradigma "creo que hay un cambio importante en el modelo de negocio de un restaurante en cuanto a lo que se refiere al personal, a la presión fiscal, en los gastos de energía, así como en la subida de precios de las materias primas y cuya consecuencia será un cambio de paradigma".