El gusto por comer bien le viene a este empresario alicantino desde muy pequeño. En su casa, tanto su abuela como su madre y su tía cocinaban de maravilla, y salir a comer fuera era casi una tradición familiar. Así que, en cuanto empezó a ganar dinero –con apenas 18 años– lo invirtió en lo que más le apasionaba: “en los mejores restaurantes, con la mejor gastronomía y los mejores vinos. Esa pasión la sentí desde muy joven”, recuerda.
Y no solo en España. Viajero empedernido, Carlos Bosch ha encontrado también en sus escapadas internacionales una fuente constante de inspiración para sus proyectos. De cada país que visita –y, por supuesto, del suyo– ha ido recogiendo ideas que hoy forman parte del ADN de sus exitosos negocios.
También el marketing corre por sus venas y, fruto de todas esas pasiones, nace lo que hoy es uno de los grandes referentes de la gastronomía de lujo en España. Un proyecto cuyo germen está en Alicante –el emprendedor nació en Aspe– con El Portal y el primer Bar Manero. Gastronomía, vinos y cócteles excepcionales, diversión, buena música, confidencialidad, diseño, sofisticación… Todo ello convive en la mente de este auténtico pionero de los nuevos conceptos hosteleros, que cuenta además con la inseparable colaboración de su pareja, Raquel Giménez, responsable del interiorismo junto a distintos diseñadores.
No es casualidad que numerosas celebrities elijan sus locales para disfrutar sin distracciones.
Carlos, ¿cómo nace el Universo Manero?
Nace de dos ideas. Por un lado, de ver que España, hace unos años, o bien estaba gobernada por los restaurantes con estrellas Michelin o bien estaba copada por los bares de tapas de toda la vida. Es decir, que entre medias no había nada. Así que Manero surge de mis grandes viajes y de todo lo que fui observando en distintas ciudades del mundo como Milán, Londres, París, Nueva York, etc. Me di cuenta de que aquí no teníamos esos sitios fantásticos que hay allí y de que era necesario hacer 'marca España', como lo hace Cipriani con Italia, Lapérouse con Francia o Nobu con Japón. ¿Y qué más español que las tapas? Mi sueño era hacer esa marca España de lujo en el mundo de la restauración, con un concepto que pueda ampliarse a tiendas, hoteles, barcos, locales de copas, etc.
¿Cuál sería vuestra filosofía?
Estamos entre un bar de tapas exquisito y un restaurante más informal donde tanto la tradición como la innovación están presentes, así como el lujo, sin perder la identidad española. Además de la gastronomía y sus productos de calidad, reivindicamos esa forma que tenemos de socializar en nuestro país y un ambiente que al cliente le resulte lo más atractivo posible, de ahí que le demos tanta importancia al interiorismo y a la ubicación de nuestros locales.
En Madrid, primero fue Manero Claudio Coello y este año habéis estrenado Marqués de Cubas.
Sí, primero abrimos, en abril de 2021, en la calle Claudio Coello. Y este año hemos inaugurado en Marqués de Cubas. En ambos hay varios espacios: barra, mesas altas, diferentes salones con mesas bajas.... Y siempre un ambientazo, un gran servicio de sala, buena música y buenos productos. Son dos templos del lujo en el que tratamos de redefinir el concepto de tapeo. El diseño -moderno, barroco, elegante, sorprendente...- de los dos los han hecho Lázaro Rosa Violán y Raquel Giménez, de Apple Tart Interior Design.
¿Qué platos no podemos dejar de pedir en Manero?
Son muchas cosas y todas de calidad extrema, pero vamos a empezar por lo más 'sencillo' como la ensaladilla, el bocata de calamares, las croquetas, los callos, las albóndigas o el pepito de ternera, pero también las anchoas o la mojama. Podemos continuar con ensaladas como la César o la de tomates, seguir por un Wellington, que lo hay tanto de carne como de pescado y de ahí, pues hay ingredientes de puro lujo como el caviar, el cangrejo real, las ostras y otros mariscos. Porque nos gusta no solo que el cliente tenga la sensación de comer bien, sino también que venga a vivir una experiencia en un entorno de gran belleza donde se cuida hasta el más mínimo detalle.
Una de las grandes novedades de este último Bar Manero es el karaoke, decorado nada más y nada menos que con cuadros de Domingo Zapata.
El karaoke fue una idea de última hora, cuando estábamos haciendo la obra. Y en ese momento hablé con el artista Domingo Zapata y le comenté que nos quedaba poco tiempo para terminar y que quería dedicarle un espacio. Así se lo hice saber. Y él, que es un gran tipo, muy cariñoso y de gran generosidad, aceptó cuando le propuse intervenirlo artísticamente de la manera en que él quisiera. Vino 3 o 4 veces antes y un domingo vino, todo inspirado con un rotulador, e intervino los cuadros que hoy cuelgan de las paredes de esta sala. Es un rincón pequeño, muy divertido, perfecto para cantar porque nadie te ve.
¡Nos rendimos ante ese pequeño rincón dedicado a Julio Iglesias!
Es nuestro homenaje al cantante con el que compartimos espíritu de "truhán como señor". Se trata de un espacio muy pequeño con 2-3 mesitas bajas cuyas paredes están llenas de fotografías de Julio a lo largo de su vida: cantando, con su familia, etc.
Imagino que habrás tenido mil ofertas para replicar este concepto en otros países...
Lo que buscamos ahora es posicionarnos en España para después poder hacerlo fuera, internacionalmente. Nos llegan ofertas todos los días de diferentes lugares. Pero creo que tengo la virtud o la conciencia de tener los pies en el suelo y de saber cuándo hay que dar los pasos. No quiero conquistar América antes de que lleven las carabelas a llevarnos. Y hay que ir viviendo etapas. Pero sí pienso en estar en otras ciudades, París y Lisboa me tientan mucho, por ejemplo.
¿Tienes previstas más aperturas?
Pues es una pregunta muy interesante porque a mí me apetece hacer muchas cosas en Madrid y creo que todavía tengo muchos capítulos por escribir. Además, la ciudad está en un momento increíble y tiene una capacidad inmensa para desarrollar proyectos nuevos. Creo que tiene ese don para hacer que triunfen cosas nuevas, sin renunciar a que permanezcan las clásicas. Creo en los proyectos a largo plazo, ordenados y capaces de quedarse y perdurar en el tiempo.
¿Qué te ha dado Madrid, Carlos?
A mí lo que me da Madrid es: primero, felicidad; Segundo, seguridad; tercero: vida; cuarto, amistades; quinto, oportunidades. Yo creo que Madrid es casi como un país dentro de otro país y eso se transmite por las calles. Yo salgo todos los días por la mañana y noto esa felicidad, felicidad de sentirme ciudadano de Madrid, ciudadano español también, pero sobre todo muy madrileño. Madrid me da el espíritu, la vida, la emoción, las ideas y la capacidad para hacer todo lo que hago. Eso no quita para que me encante Alicante, mi ciudad, y su gente, tiene una vida increíble y le estoy muy agradecido. Ahora mismo, como está tan cerca, me paso prácticamente la vida en el AVE.
¿Qué te queda por hacer?
Yo sigo soñando. Sigo soñando como norma de vida. Para mí los sueños son la gasolina y recuerdo que en la época en que trabajaba en Publicidad, antes de montar los restaurantes, hacíamos una campaña, nos enamorábamos de ellas, pero casi ante de acabarla, ya estábamos pensando en la siguiente. O sea que no habíamos visto el éxito de una y ya teníamos la cabeza en la próxima. Yo vivo en el sueño, me apetece mucho lo que estoy haciendo y es mi sueño, que es el trabajo diario, el esfuerzo, el sacrificio y las ganas de hacer algo bonito. Mi forma de vida se ha convertido en mi trabajo y viceversa. A veces cuesta llegar a todo, pero lo que hago me chifla, soy feliz y trato de hacer felices a los demás.
Bar Manero
En Madrid:
Claudio Coello, 3
Marqués de Cubas, 14
En Alicante:
Bar Manero: Médico Manero Mollà 7
El Portal: C/ Bilbao 2









