Si aún crees que el líquido de cobertura que incluyen las latas de pescados debe ser desechado, quizá esto te puede interesar. Y es que, en muchas ocasiones, dicho líquido tan solo incluye agua, sal, aceite… ingredientes totalmente naturales. De hecho, lo que realmente hace que las conservas perduren por largo tiempo en buen estado, no es tanto el uso de mil conservantes artificiales como el proceso de esterilización al que son sometidas.
Ese líquido está en contacto con el pescado o marisco de manera prolongada, de modo que su sabor se va impregnando poco a poco en él. ¿El resultado? Un caldo que, más allá de su poder conservante (principal objetivo) resulta también muy interesante a nivel culinario. Un verdadero tesoro gastronómico, utilizado incluso en alta cocina por grandes chefs, y al que nosotros podemos dar también una ‘segunda vida’. He aquí un buen puñado de tips en este sentido:
CONSERVAS AL NATURAL
Es quizá el líquido que más tendemos a desechar, dado que su composición no suele ir más allá de agua y sal. Sin embargo, se trata de un caldo de pescado o marisco de sabor intenso listo para emplear en infinidad de platos. Por ejemplo:
- Si preparamos un fumet de pescado, podemos añadir este líquido y potenciar sus matices.
- Para un plato marinero de pasta, añadir el líquido en el agua de cocción intensifica su sabor.
- Para ceviches, incorporarlo como un ingrediente también aporta profundidad.
- Se puede añadir a sopas o cremas de marisco para enriquecer su textura y aroma.
- Usarlo como base para arroz caldoso o risottos de pescado en lugar de agua o caldo convencional
CONSERVAS EN ACEITE
El líquido de cobertura de este tipo de latas es realmente versátil (sin olvidar sus propiedades nutricionales; al final, el aceite de oliva es su elemento principal, con beneficios reconocidos). Algunos usos:
- Como aliño para ensaladas o vegetales asados.
- Como sustituto del aceite convencional para saltear alimentos marineros.
- Para preparar mayonesas con sabor a mar (sardinas, anchoas, atún...).
- Para elaborar salsas tipo pilpil, perfectas para pescados o mariscos.
- Añadirlo a guisos o estofados de pescado, en lugar de aceite convencional, para un toque extra de sabor.
- Mezclarlo con vinagretas o adobos para realzar platos fríos o marinados.
CONSERVAS EN ESCABECHE
El escabeche es otra de las grandes variantes de conservas de pescado y su líquido también puede ser totalmente reaprovechable:
- ‘Regar’ unas patatas chips con el líquido de mejillones en escabeche para un aperitivo delicioso.
- Añadirlo a vegetales al horno o a la parrilla para un toque ácido y sabroso.
- Usarlo como marinado para pescados antes de cocinarlos.
- Incorporarlo en guisos o sofritos para potenciar el sabor sin añadir sal extra.
OTRAS VARIANTES DE CONSERVAS
Existen muchas otras conservas de pescado y marisco cuyos líquidos podemos aprovechar: conservas al ajillo, al limón, en salsas varias, etc.
- Ese líquido sobrante puede realzar pescados a la plancha o al vapor.
- Se puede añadir un poco al preparar arroces, fideuás o risottos de marisco.
- Usarlo como base para salsas rápidas o emulsiones para platos de pescado.
- Incorporarlo en purés o cremas de marisco para dar profundidad de sabor.
CONGELAR EL LÍQUIDO, ¿POR QUÉ NO?
Lógicamente, no siempre coincide en el tiempo el momento en que abres una lata y el que, por ejemplo, estás preparando un fumet o estás cociendo pasta para hacer unos espagueti a la marinera… Por eso, una vez abierta la lata (y filtrado el líquido si lo deseamos) es buena idea congelarlo en cubiteras de hielo. Así podrás tenerlo siempre disponible para futuras elaboraciones y dotar a tus platos de pescado o marisco de un punch extra de sabor.







