Víctor Corchado es un enamorado de su tierra y sus raíces están omnipresentes en la cocina que hace en Borona Bistró. Este restaurante ubicado en el casco antiguo de Cáceres abrió sus puertas en 2021 y nace de la pasión del chef y de Rocío Rey, su pareja y jefa de sala, por cantar y honrar las excelencias gastronómicas extremeñas.
Tras abandonar sus estudios de historia, estudiar hostelería y trabajar en casas como Atrio (Cáceres), Martín Berasategui (Guipúzcoa) o Lazare (París), Corchado volvió a su tierra con el objetivo de montar su propio restaurante y cocinar desde la memoria, el paisaje y el producto local pasados por una visión contemporánea.
Una oda a la normalidad gastronómica
Después de conocer a su mujer y de que el panorama gastronómico de Cáceres cambiara y se enriqueciera con diferentes propuestas "entonces ya nos planteamos la posibilidad de abrir en mi ciudad o en Córdoba porque Rocío es de allí. Pero finalmente elegimos Cáceres. Primero porque entendimos que la ciudad comenzaba a estar en un momento de despegue superinteresante en el cual queríamos participar. Y segundo, porque la gastronomía extremeña necesita que la pongamos en valor, y nosotros queríamos hacer nuestra propia aportación", nos cuenta Víctor.
En Borona, tradición y contemporaneidad se dan la mano en una propuesta donde el recetario extremeño se reinterpreta con sensibilidad y técnica. "El nombre de Borona alude a un pan de maíz ancestral y típico de la tierra y le añadimos lo de Bistró haciendo referencia a que es un sitio en el que queríamos atender al cliente nosotros directamente, con un servicio sin buscar el elitismo, sino más bien desenfadado pero correcto y profesional, y que hablase de una cocina sencilla, sin alharacas, con buen producto. Creemos que es una oda a la normalidad gastronómica", añade el chef cacereño.
El cerdo ibérico, protagonista de Borona Bistró
Los platos de este restaurante se nutren de los mejores productos de proveedores locales y van cambiando según la temporada. También hay algún guiño a las raíces cordobesas de Rocío: desde la mantequilla de Fuente Obejuna o los vinagres artesanales de Doña Mencía, hasta los generosos de Montilla-Moriles.
Hay verduras, pescados, cordero merino, legumbres, setas, frutos secos como el pistacho y, un lugar especial para el cerdo ibérico, producto estrella de tierras extremeñas. "Es un producto muy versátil, que tiene muchos cortes muy diferentes entre sí. A mi me encanta, por ejemplo, la parte del solomillo y trabajarlo de distintas maneras: desde en embutidos hasta en escabeches. Elijo el de bellota porque es una carne muy magra y jugosa para cocinar".
Con él tiene platos ya emblemáticos como el sabayón de calabaza y papada de cerdo con huevo eco y apionabo, la oreja con textura de torrezno y gamba blanca con ralladura de lima o las migas con morcilla patatera del pueblo Malpartida de Cáceres.
Menús degustación y vinos de la tierra
"Nuestra oferta gastronómica se articula en base a dos menús degustación que cambia muy a menudo porque es una cocina muy de mercado, aunque hay elaboraciones que vienen y van dependiendo de la época del año. También tenemos una pequeña carta que se basa en el menú y se ofrecen individualmente con algún añadido más, pero el 95% de los clientes opta por el menú degustación", apunta el propietario de Borona Bistró.
El menú 'Jaramago' (4 aperitivos, 1 entrante, 1 pescado, 1 carne y 1 postre) cuesta 69 euros y 119 con el maridaje de 6 vinos + 3 euros por el servicio del pan y el menú 'Algarabía' (4 aperitivos, 3 entrantes, 1 pescado, 1 carne, 1 prepostre y 1 postre) tiene un precio de 79 euros y 120 con el maridaje + 3 euros por el servicio del pan.
La carta de vinos supera las 140 referencias y ofrece un recorrido por las principales denominaciones de origen del país, con especial atención a regiones como Extremadura, Montilla-Moriles, Toro y Ribera del Duero. Esta selección incluye vinos por botella y también una cuidada oferta por copas. Víctor es también un firme defensor de los vinos extremeños " se están empezando a hacer cosas de bastante calidad que creo que van a dar mucho que hablar. Hay pequeños proyectos muy interesantes es la zona de norte de Extremadura, en Sierra de Gredos y en Sierra de Gata. En Borona tenemos dos opciones de maridaje: una que llamamos 'viaje por la península', que es un maridaje de vinos de todo el país y también de Portugal y la otra es el maridaje con vinos de Extremadura".
Recomendación: no te puedes perder "el flan de la abuela Julita" ni la oreja de cerdo, opta por uno de los menús degustación y déjate sorprender por los vinos de la tierra, hay algunos realmente diferentes.
Borona Bistró: Calle General Ezponda, 3, bajo, Centro-Casco Antiguo. Cáceres.








