Bizcocho de zanahoria y jengibre: propiedades saludables y un sabor delicioso
Además de un postre sabroso, esta receta te aportará múltiples beneficios para el organismo, como un gran aporte de aminoácidos, ácidos grasos Omega-3 y vitaminas del grupo B.
Un bizcocho es una opción muy buena para un desayuno diferente, delicioso y nutritivo. El de zanahoria es uno de los más tradicionales y que suele gustar a todo el mundo por su sabor y esponjosidad. Pero, además, el toque de jengibre, muy conocido por las típicas galletas que se toman precisamente ahora en Navidad, le dará una nota de sabor que hará la boca agua a más de uno, dado que tiene un sabor muy interesante y, además, es muy saludable.
Es una planta que tiene su origen en Asia, siendo China uno de los países donde se cultiva principalmente. Las propiedades tan beneficiosas para el organismo que tiene la han hecho ser una de las más utilizadas en la medicina tradicional asiática desde hace más de 2000 años, actuando como antiinflamatorio natural y como remedio contra las enfermedades respiratorias. En cuanto a la parte culinaria, lo que se emplea en las recetas es su raíz por su contenido en fibra, aminoácidos, calcio, fósforo, ácidos grasos omega-3 y ácido ascórbico.
Por otro lado, la zanahoria es una de las hortalizas que más se utilizan en cocina y, según los historiadores, pudo tener su origen en Afganistán, aunque no era del color anaranjado que hoy conocemos, sino más bien amarillenta o de color púrpura. En Holanda fue donde se obtuvo la zanahoria que tenemos en la actualidad. Tiene un alto contenido en minerales como el potasio, el calcio, el fósforo o el magnesio. En cuanto a vitaminas, algunas de ellas son del grupo B, sin olvidar la E.
-Antes de comenzar, tienes que precalentar el horno a unos 180 grados con ventilador y el calor arriba y abajo.
-En un bol añade la harina, la canela, la sal, las nueces, las almendras, la levadura y el jengibre para mezclarlos bien. Reserva.
-En otro bol, bate muy bien los huevos con el azúcar. Posteriormente, incorpora la zanahoria rallada y el aceite para que se integren. Puedes ayudarte de unas varillas.
-Ahora es el turno de añadir a la mezcla anterior los ingredientes secos que habías reservado. Añade poco a poco estos ingredientes hasta integrarlos por completo a la masa.
-Engrasa un molde con un poco de mantequilla y espolvorea harina para que no se pegue. Vierte la mezcla y da pequeños golpecitos para que suelte el aire que tenga. Mete al horno durante unos 35 minutos.
-Comprueba que está hecho el bizcocho cuando haya pasado ese tiempo pinchando el centro con un palillo. Si sale seco, es momento de sacarlo y esperar a que temple para desmoldarlo. Espolvorea un poco de azúcar glas tamizada antes de servir.
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