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Tras todas las críticas, desprecios, insultos, acusaciones y decepciones, he de decir que no me ha merecido la pena presentar los premios Goya". Estas fueron las palabras de Dani Rovira tras la gala de los Goya que se celebró el pasado 6 de febrero. El actor español se mostró muy decepcionado después de ver la cantidad de mensajes negativos que recibió tras ser el maestro de ceremonias en la noche más especial de nuestro cine y fueron muchos los que no entendieron por qué había generado tanto revuelo. De hecho, numerosos compañeros de profesión recurrieron a su perfil de las redes sociales para salir en su defensa y alabar el duro trabajo que había hecho para que todo saliera bien, además de destacar la valentía que había demostrado al ponerse al frente de una gala tan importante como esta.
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Sin embargo, a pesar de todo el actor ha aceptado ser el presentador de la 31º edición de los premios Goya. Será la tercera vez consecutiva que el monologuista, cómico y actor malagueño conduzca la ceremonia, que se celebrará el próximo 4 de febrero de 2017 en el Madrid Marriott Auditorium Hotel de la capital española. Rápidamente la noticia generó un sinfín de comentarios y revolucionó las redes. De hecho, el actor se convirtió en trending topic, es decir, uno de los temas más comentados de Twitter.
Rovira, que acaba de soplar las velas de su 36º cumpleaños, ha confesado que se siente "contento" y "orgulloso" de haber presentado las dos galas anteriores y ha indicado que las críticas y el revuelo que se formó a posteriori sucedieron a nivel "extraartístico". "Salí escaldado a los tres días pero aprendí a no asomar la cara al volcán cuando está en plena erupción", ha dicho a Europa Press, además de reivindicar volver a presentar los galardones más importantes del cine español: "¿Por qué dos amargados me van a impedir pasármelo bien?".
Aunque Rovira cree que "no hay que perder la esencia ni dejar de decir cosas por miedo a las represalias", en referencia a la respuesta que hubo a algunos de los comentarios y bromas que pronunció durante la gala, ha señalado que ya se ha reunido con la presidenta de la Academia de Cine, Yvonne Blake, y ambos han hablado de hacer una gala "sencilla" que será "por y para el cine". Además, ha bromeado con el hecho de que conducirá una gala que una vez más cuenta con un nuevo rostro en la presidencia, tras Enrique González Macho y Antonio Resines: "Voy a presidente por año".
Además de sus amigos y compañeros de profesión, una de sus más fervientes defensoras ha sido su novia, Clara Lago, que siempre tiene palabras de cariño y admiración para su chico. La actriz, que quiso acompañar a su chico en el estreno de su nueva película 100 metros, aseguró que es todo un honor que vuelvan a contar con él. "Yo me moriría, también te lo digo. No sería capaz, no me atrevería ni muerta, pero para él es la tercer vez y a tope", explicó Clara, que aprovechó para hablar del momento profesional en el que se encuentra: "Yo ahora más tranquilita pero no me preocupa. Está guay tener estos momentos de disfrute y de hacer las cosas que no puedes hacer cuando estás al otro lado del mundo trabajando".
La protagonista de Ocho apellidos vascos también confesó si le gustaría o no probar suerte en Hollywood. "Es uno de los sueños, es una de las metas, no la única pero sí claro... Me encantaría poder trabajar allí en algún momento". Eso sí, no se le pasa por la cabeza dejar España: "No, eso nunca". Sobre si han pensado dar un paso más en su relación y piensan en ser padres en un futuro próximo, parece que la guapa española lo tiene muy claro: "No es algo que me plantee ahora mismo en mi vida. Ahora estoy divinamente, así que no lo sé".
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