Un fin de semana completo han durado las celebraciones de Katie Holmes por su treinta y tres cumpleaños. La actriz ha disfrutado al máximo de las ofertas de Nueva York y por supuesto de la compañía de los suyos, que han compartido con ella esta fecha tan especial. Sus padres, Kathleen y Martin, volaron hasta la Gran Manzana para felicitar a su “pequeña” y salir a cenar en familia. El restaurante elegido fue Buddakan, en el que se sirve una variedad de exótica cocina asiática. A la cita no faltaron por supuesto Tom Cruise y Suri, que algo cansada después de la velada se refugió en el hombro de su padre, mientras trataba de esconderse de los flashes.
Era la gran noche de Katie y por eso tenía que estar impecable. La mujer de Cruise lució figura con un mono oscuro combinado en la parte superior con una especie de camisa de encaje y con la pernera de los pantalones abombada. El pelo suelto con bucles le daba además, si cabe, un aspecto más romántico y chic. Más cómoda salió la noche anterior cuando acudió al espectáculo de las Radio City Rockettes, uno de los más típicos de las fiestas navideñas, también acompañada de su marido y su hija.
Precisamente con Tom protagonizó unas cariñosas instantáneas, cogiéndole de la mano y acariciándole la espalda, una muestra de que su matrimonio sigue gozando de buena salud. Esta vez fue ella quien recibió todos los regalos, aunque la protagonista de la Nochebuena será sin embargo su hija Suri que, según se dice, ha escrito una larga y cara lista de regalos para Papa Noel. Sus padres no le niegan nada a la niña de sus ojos, así que seguramente el árbol en casa de los Cruise tendrá debajo tantos paquetes como deseos exprese la pequeña. ¿Habrán hecho ya sus compras?
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