No es ni para todas ni para todos los momentos, pero son perfectas para las más jóvenes o bien para ocasiones especiales, sobre todo ahora que llega el verano y por la noche, un toque de color o brillo favorece.
Grandes aliadas
* Las máscaras con brillo se usan bien solas si se tienen las pestañas gruesas u oscuras, y sobre la máscara si se quiere resaltar más la mirada. Combinan bien con sombras irisadas en crema, y no conviene mezclarlas con sombras muy mates. Para las más discretas, basta con maquillar con ellas tan sólo las puntas de las pestañas.
El truco: Con ellas también se pueden maquillar las cejas.
* Las máscaras de color se usan sólo en las pestañas superiores, y generalmente sin ningún tipo de sombra. En cualquier caso, tan sólo una de color muy claro, igual que la piel, pero nunca un tono que contraste.
El truco: Usar rizapestañas para curvarlas y que resalte más el color.
Máximo volumen
Son un auténtico regalo para las pestañas muy finas o cortas: las nuevas bases fortificantes para pestañas son blancas y contiene agentes volumizadores y microfibras que, al posarse sobre el pelo, lo engrosan y aumentan y lo dejan así preparado para recibir después una capa de máscara de color y conseguir unas pestañas mucho más voluminosas y largas. Si se tienen pestañas muy, muy finas conviene utilizar antes rizapestañas para que no caigan demasiado. Las mujeres con lentillas deben aplicarla con especial cuidado y no peinar sus pestañas una vez seco este tipo de máscara, pues se puede introducir en el ojo.
El truco: Los maquilladores profesionales tienen un secreto para "engordar" las pestañas finas, aplicando sobre ellas una ligerísima capa de polvos traslúcidos, siempre antes de la máscara.