La moda celebra con todo lujo el regreso de la sofisticación y el glamour, y con ellos, las bocas muy dibujadas y llamativas en el color más emblemático del maquillaje: el rojo. En su versión otoñal, el carmín se declina con reflejos burdeos y púrpuras, que apuestan por una feminidad rotunda y sin ambajes.
Para obtener un resultado perfecto, este color tan intenso debe aplicarse con la ayuda de un pincel y de un lápiz delineador de labios, ya que no permite el más mínimo error: cuando se apuesta por el rojo, hay que hacerlo a sabiendas de que se debe mostrar un aspecto impecable en todo momento, lo que incluye la (casi) obligación de hacerse varios retoques a lo largo del día.
Para una aplicación perfecta, nada como dibujar la boca con un lápiz delineador para después aplicar una primera capa muy fina de color, a ser posible con la ayuda de un pincel. Apriete los labios contra un pañuelo de papel para retirar el exceso de producto y así impregnar la boca de pigmento, y después, aplique, de nuevo con el pincel, una segunda capa de lápiz de labios. Así conseguirá un color más intenso y duradero.
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