¿Y si no tener un vientre plano después de comer fuera 'lo normal' según los expertos?
Te ayudamos a diferenciar una hinchazón natural de una que no lo es
¿Luchas por tener un vientre plano y pese a ello te cuesta ir a la playa por las tardes por miedo a tener que lidiar con la hinchazón? A lo largo de este artículo te contamos por qué es necesario que normalices la distensión abdominal tras las comidas y en qué casos concretos te deberías preocupar. Con los consejos de dos expertas -que puedes sumar a estos trucos para perder grasa abdominal- te ayudamos a verte mejor gracias a dos pilares fundamentales: la alimentación y las emociones.
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¿Es normal que me sienta hinchada?
Gabriela Pocoví Gerardino, conocida en redes como Nutrigaby, es dietista-nutricionista, doctora en Medicina y experta en inmunología y salud digestiva. "Siempre digo que hay una línea muy fina entre distensión y obsesión", nos dice. Asegura que "es cierto que vivir con el vientre hinchado o con malestar digestivo no es normal y es signo de que existe una patología o un probable desequilibrio de la microbiota (bacterias intestinales) y un posible proceso inflamatorio en las vías digestivas", pero nos cuenta que "hay ciertos casos en los que la distensión abdominal podría estar justificada o, dicho de otra manera, ser fisiológica o normal, sobre todo tras las comidas". Veamos cuáles son esos casos.
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¿Cuándo sí es normal tener la tripa hinchada?
"Tras las comidas todos vamos a experimentar cierta hinchazón", comienza explicando la experta. "Es perfectamente normal y viable", dice contundente. "Lo que no debe producirse es una hinchazón que nos incomode, nos duela, moleste o esté asociada a muchos gases", asevera. "Si ocurre esto frecuentemente podemos sospechar que tenemos una patología o una disbiosis intestinal, que es la alteración de la microbiota, o un posible proceso inflamatorio de las vías digestivas", recuerda la nutricionista. Sin embargo, como te adelantábamos, la dietista asegura que "puede ser normal sentirnos un poquito más hinchadas conforme pasa el día". "Sobre todo tras las comidas", incide. Dice que es normal vernos el abdomen más abultado si lo comparamos con cómo estamos en ayunas. "Cuando nos despertamos siempre estamos planitas, el sistema digestivo ha descansado y, a medida que pasa el día, es normal que ese volumen abdominal aumente ligeramente", dice en tono tranquilizador. "Va a ser normal siempre que no esté asociado a un malestar digestivo, a un dolor abdominal o cambios en las evacuaciones", advierte de nuevo.
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Alimentos que potencian la distensión
Pocoví nos cuenta que "hay ciertos alimentos que pueden potenciar la distensión abdominal poscomida". Pueden ser, por ejemplo, alimentos con elevado contenido de azufre. Es el caso de:
- La cebolla
- El ajo
- Los derivados de las crucíferas como el brócoli o la coliflor
- Algunas frutas como el melón y la sandía, que se consumen mucho en verano
- También las legumbres
"Si comemos una alta cantidad de estos alimentos, que además de tener mucho azufre tienen mucha fibra y permiten nutrir a las bacterias intestinales generando gas, podemos sentirnos más hinchadas", comenta la dietista. Pero, ¿hasta cuándo?
¿Cuánto debe durar la hinchazón poscomida?
"La hinchazón abdominal tras ingerir alguno de los alimentos descritos debería ser algo pasajero", nos dice Gabriela Pocoví. "Pasadas dos horas aproximadamente deberíamos sentirnos aliviadas", sostiene. "Si esto no ocurre y tenemos malas digestiones en general, podemos sospechar que existe algo patológico", reitera. Nos cuenta que si nos sentimos bien pasado ese tiempo, habremos sufrido lo que se llama distensión abdominal postprandial, que es el nombre técnico que se le da a la hinchazón normal tras las comidas.
Otros factores que inciden en el abultamiento del abdomen
Según nuestra experta, hay factores como las alteraciones del suelo pélvico (sobre todo en la mujer) o la diástasis abdominal que hacen que, en ocasiones, el abdomen permanezca un poquito más hinchado de lo normal sin que esté asociado a una alteración digestiva importante. Pero ante todo existen soluciones.
Posibles soluciones
Las soluciones que ofrece la experta para que la distensión abdominal no sea muy notoria son:
- No abusar de la ingesta de alimentos flatulentos. Aunque no hay que eliminarlos por completo de la alimentación porque son beneficiosos e interesantes. Nutren nuestra microbiota y no debemos desplazarlos.
- Masticar muy bien
- Llevar buenos hábitos
- Hacer ejercicio para mejorar el tránsito intestinal
Si aún haciendo todas estas cosas observamos que la distensión abdominal permanece o es frecuente tras las comidas y nos incomoda, tenemos que recurrir a un doctor. Pero recuerda que, como comentábamos al principio existe una fina línea que separa "distensión" de "obsesión". Sobre esto nos habla Victoria Lozada. Conocida en redes como Nutritionisthenewblack, es una nutricionista especializada en trastornos de la conducta alimentaria, que trabaja bajo el modelo de alimentación intuitiva y HAES (Salud En Todas las Tallas) y promueve la liberación y la diversidad corporales y una cultura libre de dietas.
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Consejos para sentirte segura en la playa
Si generalmente te preocupa la hinchazón abdominal cuando estás en la playa, anota los consejos de Victoria Lozada:
- Escoge bien con quién vas a la playa para no sentirte constantemente juzgada.
- Usa ropa cómoda para poder cubrirte cuando lo necesites. No tienes por qué exhibirte todo el tiempo a pesar de estar en la playa.
- Centra la atención en otra cosa que no sea tu cuerpo ni tu tripa. Si has entrado en un bucle mental, trata de distraerte contando, por ejemplo, cuántas personas con bañador azul hay frente a tí.
- Respira. Sé consciente de que estás en la playa y disfruta del momento.
- Vigila el autocuidado. No trates de contraer el vientre todo el tiempo porque puede ocasionar mucho dolor. Cuídate. Bebe agua. Da un paseo y aligera presiones (en todos los sentidos).
- Trátate con compasión y amabilidad.
¡Y un consejo final!
Un mensaje con el que quedarte
"No permitas que tus juicios mentales arruinen tu disfrute en la playa", recomienda Victoria Lozada. La sonrisa no solo es la mejor arma sino que además te hace lucir preciosa.