Buenos tratos

El tipo de piel determina, entre otros factores, la exfoliación a aplicar.

Por hola.com

Para abrir boca, entonemos el mea culpa: las periodistas de belleza somos en parte responsables de que muchas mujeres piensen que para presumir de una piel bonita es imprescindible exfoliarse muy a menudo. A base de repetir que los peelings sirven para despertar una piel nueva, eliminar las células muertas y dar más luz a la tez, se ha desatado una fiebre por el peeling entre mujeres de todas las edades y tipos de piel que no siempre resulta conveniente. Descubra cómo disfrutar de todas las ventajas de la exfoliación… sin ser presa de los excesos y dañar su piel en el camino.

El ciclo natural de la renovación celular
Como explica Massumeh Massi, una de las esteticistas más reputadas de nuestro país y creadora de su propia línea de tratamiento facial, "las células de la epidermis siguen un proceso natural por el que, al nacer, parten hacia la superficie en un viaje de unos 28 días a lo largo del que van perdiendo su núcleo hasta queratinizarse, convertirse en células muertas y pasar a formar parte de la capa córnea de la piel, la que está en contacto directo con el exterior. Se cree que porque estas células ya no estén vivas se pueden eliminar sin más, lo que es un error. Su función es formar una barrera compacta que actúa como un escudo protector de las células vivas, por lo que si atacamos y dañamos ese muro, dejamos la piel frágil y vulnerable". Y no duden que ella sabe de lo que habla: no por nada cuenta entre sus clientas con nombres tan glamourosos como los de Isabel Preysler, Alicia Koplowitz o Penélope Cruz.

Existen muchas y diferentes formas de peeling
La confusión de muchas mujeres parte de la base de que no es peeling todo lo que reluce. Es decir, no eliminamos esas células muertas sólo cuando usamos un producto exfoliante, sino también al aplicarnos cremas con AHA’s o a base de retinol. Eso, por no hablar de los peelings químicos o láser tan en boga actualmente. ¿Quiere esto decir que debamos renunciar a ellos? En absoluto. Tan sólo se trata de conocer sus verdaderos efectos para usarlos sólo en la justa medida, sin pasarnos.