Las campesinas de los países bálticos inspiraron a esta pareja de diseñadores. Moda juvenil y colorista que los maquilladores de L’Oréal Paris supieron realzar con Touche Magique para corregir imperfecciones y labios ultrabrillantes indelebles con Kiss Proof Ultra-Glossy, ambos de L’Oréal Paris.
Jesús del Pozo, perfect mix
Tejidos cálidos para los meses fríos combinados con sedas y gasas de inspiración oriental. L’Oréal Paris apostó en este caso por un maquillaje neutro: rostro sublime y unificado con el fondo de maquillaje Accord Perfect, de L’Oréal Paris, y cabellos caprichosos creados con Cera Architecte, la cera de fijación de L’Oréal Paris para un resultado brillante y sedoso.
Agatha Ruiz de la Prada, colores que calientan
Turquesas, verdes en toda su gama y anaranjados. La diseñadora llevó sus transgresoras siluetas a prendas difíciles: maxiabrigos, jerséis alargados y trajes de chaqueta. En el rostro, una luminosa uniformidad Idéal Balance, de L’Oréal Paris, hace destacar una mirada jovial y enigmática con la sombra de ojos Color Appeal Trio, de L’Oréal Paris.
Francis Montesinos, color y arte torero
Punto, mohair, flecos, mantillas... El diseñador llenó la pasarela con un homenaje a nuestras raíces, una mujer apasionada, de rostro seductor, con Cashmere Perfect, de L’Oréal Paris, y labios insolentes con Glam Shine Juice, de L’Oréal Paris. La tradición española reinterpretada en un amplio abanico de propuestas que puso el broche final a la pasarela.
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