Manos protegidas

Con la llegada del frío, se convierten en una de las partes del cuerpo más vulnerables

Por hola.com

Son, sin duda, una de nuestras mejores cartas de presentación, por lo que es fundamental que se mantengan hermosas y cuidadas. Y a ello hay que sumar que son unas trabajadoras incansables, lo que las convierte en objeto de múltiples agresiones. Con la llegada de los rigores invernales, suelen sufrir sus consecuencias, convirtiéndose en una de las principales víctimas del frío.

Así, al estar permanentemente expuestas al exterior, pueden llegar a padecer una serie de problemas que se deben evitar, como son la deshidratación, la descamación o las grietas. Por este motivo, no se debe olvidar la aplicación de crema protectora e hidratante, para así formar una especie de guante invisible, que las protege y mima. Se debe aplicar con mucha más frecuencia que en otros periodos, mediante un suave masaje y, además, varias veces al día, haciendo especial hincapié en su aplicación por la noche. Es conveniente elegir aquellas que contienen vitamina E, que previene el envejecimiento, y filtro solar. Con su uso, evitaremos que se resequen y agrieten a causa del frío o el viento. Para que no quede en ellas una sensación untuosa y grasienta, es conveniente que se trate de fórmulas fácilmente absorbibles por la piel. Un truco para potenciar el efecto de cualquiera de dichas cremas es colocarse unos guantes de algodón después de haberla extendido uniformemente, y dormir con ellos puestos.

Si además las lava con jabones poco agresivos, a la vez que las protege, les está haciendo un favor a largo plazo, luchando contra las huellas que el paso del tiempo deja en ellas. Y para un cuidado extra más, nada como acudir a un centro de belleza para un tratamiento a base de parafina, que resulta sumamente hidratante.

Y un último consejo: están permanentemente expuestas al exterior, por lo que unos buenos guantes se convierten en un útil básico cuando el frío las amenaza.