Baños árabes: un oasis en el corazón de la ciudad

El agua se impone como última tendencia de ocio, salud y belleza

Por hola.com

¿Está harto del trabajo, las prisas y le toca quedarse en casa este verano?, pues ahora puede respirar tranquilo porque le proponemos una deliciosa manera de calmar los calores estivales. Trasládese a plena época nazarí sin salir de la ciudad, porque los baños árabes incorporan las últimas tecnologías hídricas y termales junto con la recreación del ambiente de los baños originarios: música sufí, discretas esencias aromáticas de jazmín, azahar y decoración mudéjar, caracterizada por líneas puras y por el empleo de pequeñas incrustaciones cerámicas. El color de las paredes también es típico de la época y varía de tonalidad según la temperatura ambiente. Arcos arabescos jalonan las estancias y sirven como separación de las salas. La magia del agua, su capacidad relajante y curativa, hace de los baños árabes un lugar perfecto para perderse o donde encontrarse.

Si usted decide optar por esta propuesta de ocio, ha de saber que el hamman (este es el nombre original de los baños árabes) está estructurado de la siguiente forma: sala templada, con tres piscinas a 36ºC; sala caliente, donde el agua alcanza los 40 ºC; sala fría, con una poza a 16ºC; sala de vapor o baño turco y sala de masaje.
Para tonificar el cuerpo y activar el tono vital y la circulación lo mejor es empezar el baño por la sala templada. Una vez habituado se pasa a la caliente -hay que tener un poco de cuidado y hacer la inmersión lentamente para evitar bajadas de tensión- y, por último, un baño rápido en la pileta del agua fría. Un relajante masaje, con aceites esenciales, pone la guinda a esta deliciosa visita.