Isasaweis nos cuenta todos los motivos que la llevaron a cambiar de vida de manera radical

Hablamos con la 'influencer' asturiana de alimentación, deporte, falsos mitos...

Por Cristina Álvarez

Lleva desde el año 2009 compartiendo su día a día y, en la actualidad, se ha convertido en una de las creadoras de contenido más seguidas (y queridas) del mundo virtualIsabel Llano, más conocida como Isasaweis, empezó publicando vídeos de maquillaje y peinados, pero poco a poco fue ampliando temáticas, sumando post sobre alimentación, deporte, tips de cuidado personal... y todo, basándose en su propia experiencia. Esa es precisamente una de las claves del éxito de su nuevo libro, Come genial y no hagas dieta nunca más. "Yo creo que cuando alguien descubre algo bueno en su vida, lo mejor que puede hacer es compartirlo. Y, sabiendo que había tantas personas interesadas, la idea era clara: escribir un libro para poder compartir con los demás lo que yo hice, por si puedo dar ese empujoncito a quien quiera cuidarse y emprender este camino de comer sano y hacer ejercicio", nos cuenta. Hemos hablado con la influencer asturiana de falsos mitos, de su opinión sobre las nuevas 'modas' en el mundo de la alimentación y, por supuesto, de qué es lo que hizo 'clic' en su cabeza para que quisiera cambiar de hábitos y lograr su objetivo: conseguir la mejor versión de sí misma.

VER GALERÍA

- ¿Qué es lo que llevó a escribir Come genial y no hagas dieta nunca más?
Realmente yo hice un cambio a mejor en mi vida. Siempre procuré comer sano, hacer deporte... pero hubo ciertas cosas que cambién y que hicieron que me sintiera mejor, con más energía, con más fuerza... y se reflejaba en mis publicaciones, mis fotos... Las personas que me siguen apreciaron el cambio a todos los niveles, no solamente respecto a que estuviera más delgadita, sino a que tenía más energía, hacía más ejercicio... y enseguida empezaron a preguntarme cómo lo había hecho.

- En el título has incluido la palabra 'dieta', que tanto rechazo provoca en las personas que quieren perder peso...
Pue sí, precisamente por eso, lo he incluido para rechazarlo. El concepto de dieta como lo entendemos coloquialmente, es decir, restricciones, alimentos prohibidos, combinaciones imposibles..., por mi propia experiencia, no lleva a nada bueno. Primero psicológicamente, porque uno se agobia y enseguida lo deja, y segundo porque los resultados que obtengas a base de restricciones y de cosas que no quieres mantener el resto de tu vida, porque no te hacen feliz o porque son una serie de sacrificios que no se pueden mantener en el tiempo, pues no sirven para nada. No aprendes hábitos, volverás a lo de siempre y no habrá servido de nada todo el esfuerzo.

- Apuestas por la alimentación real con productos que todos podemos tener en la despensa, ¿crees que ahí reside parte de tu éxito?
Sí, apuesto por la alimentación real en cuanto a alimento, pero también real en cuanto a ser realistas. Es decir, muchas veces por querer hacerlo todo de diez lo acabamos haciendo de tres y medio. Por ejemplo, yo utilizo caldo de pollo comprado en brick, que me parece una opción estupenda para una sopa rápida o cosas así, y obviamente es mucho mejor comprar la carcasa del pollo y las hortalizas, hervirlo una hora, esperar a que enfríe, retirar la grasa de arriba, colar las impurezas... y tendremos un caldo estupendo, pero si queremos hacerlo siempre así, la mitad de las veces terminaremos utilizando algo precocinado porque no nos ha dado tiempo a comprar el pollo ni las hortalizas, ponerlo a hervir... Entonces también tiro de estas cosas que nos solucionan la vida. Y que no todos los productos que vengan en brick o en bote son malos, ni mucho menos. Nos ayudan a cuidarnos adaptandose a la realidad de nuestro tiempo.

VER GALERÍA

- Además, dices que te cansa esta tendencia fit que tanto se ha puesto de moda, que promueve alimentos como el boniato, el aguacate…
No digo que me canse, porque me parece estupendo. Para empezar, creo que han hecho mucho bien porque han hecho que muchas personas que quizá no cuidaban su alimentación hayan aprendido mucho, así que creo que esta tendencia ha hecho mucho bien. Pero lo que reivindico es que hay mucho más allá, porque llega un momento en el que parece que solo se puede hacer todo con dátil triturado, aguacate, boniato, edamame y avena... y no es así. En nuestro país tenemos una gastronomía riquísima y lo que reivindico un poco es que, por ejemplo, no podemos endiosar tanto al boniato y denostar a la patata, porque nutricionalmente son similares. Es verdad que el boniato tiene un índice glucémico más bajo que la patata, pero en una alimentación, en el cómputo global, eso no es significativo. De repente la patata no se puede ni probar y el boniato se lo podemos poner a todo, hasta hacer bizcochos con boniato. Es un poco eso, que tenemos muchísimos ingredientes a nuestra disposición y que podemos llevar una alimentación variada, sana, saludable y rica, y no tenemos que ceñirnos solo a esos cuatro o cinco ingredientes, que parece que ahora se tiene que hacer todo solo con eso.

- ¿Nos estamos volviendo un poco locos demonizando los alimentos de toda la vida?
Mira, te acabo de responder. Yo creo que sí. De hecho, mucha gente me dice que ha vuelto a comer como en su casa, como cocinaban sus madres o sus abuelas, pero adaptado a la vida actual. Y eso es un poco lo que yo quiero transmitir con mi libro, ¿no? la cocina nuestra de siempre pero adaptada a la realidad que vivimos, que muchos trabajamos fuera de casa y tenemos poco tiempo, hay que improvisar comidas muchas veces... Y yo en mi casa utilizo los ingredientes de siempre. En mi casa entra el boniato, pero también entra la patata. Esa es mi filosofía.

- Has empezado lo que has llamado: 'La revolución de los piñones pibones', ¿en qué consiste?
Lo de piñones es una cosa que surgió en mi comunidad sin pensar. Fue por una anécdota con una amiga, que me decía por la mañana por WhatsApp: 'Venga vamos, piñón', y yo le decía: '¿Cómo que piñón'?, y ella me dijo: 'Es que quiero poner pibón y el corrector me pone piñón'. Entonces yo esto un día lo conté y a la gente le hizo mucha gracia. Así fue como mi comunidad empezó a llamarse 'los piñones'.

VER GALERÍA

- En ese concepto usas la palabra 'pibones'. ¿Crees que el físico es lo más importante para vernos bien?
En absoluto. Lo de 'pibones piñones' no significa que seamos espectaculares respecto al físico. Es sentirte un pibón por dentro y por fuera. Un pibón no solamente es la que se mira al espejo y se ve guapa y se gusta, es también la que está a gusto con su vida y con las cosas que hace, la que se se siente realizada, satisfecha... y, si no, lucha para conseguirlo. Y eso implica muchos ámbitos: el familiar, el de pareja, el de trabajo... y la vida interior de uno mismo, sobre todo. Sentirse pibón va mucho más allá, por muy bien que te veas físicamente, si no te ves bien por dentro, no te sientes a gusto con cómo te tratas a ti mismo y a los demás, no te gusta tu trabajo... no te vas a sentir pibón.

- ¿Antes no te veías guapa?
No creo que tenga que ver con antes o después, creo que son épocas de la vida. Me siento mucho mejor ahora, pero simplemente por ese punto que te va dando la edad y la experiencia. Deja de importarte la opinión de los demás, el qué dirán... haces las cosas por ti. Ahora me siento mejor, que no más guapa, porque me siento mejor, porque estoy a gusto con mi vida, con cómo llevo las cosas y cómo las hago... y eso te hace sentirte guapa.

- En tu caso, has perdido más de 20 kilos y ahora todos se hacen la misma pregunta, ¿cómo lo has conseguido?
Pues como cuento en el libro y como he contado y sigo contando en mis redes sociales. A base de hacer ejercicio, sobre todo incorporar los ejercicios de fuerza, que para mí ha sido el mayor cambio. A las chicas siempre nos han dicho que para ponernos en forma tenemos que hacer cardio, y eso ya está desterrado desde hace mucho tiempo. Los ejercicios de fuerza son fundamentales no solo para ganar tono muscular y forma, sino también energía, estabilidad... El deporte influye en muchas cosas a nivel físico pero también mental. Después la alimentación también. Yo comía sano pero también con restricciones y eso te lleva a comer a veces más de la cuenta.

VER GALERÍA

- ¿Qué es lo que te llevó a cambiar el chip?
La experiencia, los años, el darte cuenta que el concepto de dieta que tenemos no sirve para nada porque vuelves a la casilla de salida constantemente... La nutrición y el deporte son campos que me interesan mucho, y al final cuando algo te interesa pues lees mucho, investigas mucho, practicas mucho... pues fui aprendiendo a comer como mejor me sentaba y a hacer el ejercicio que mejor me hacía sentir, y poco a poco fui encontrando mi punto de equilibrio. 

Dices que tu cambio no ha sido solo físico, ¿en qué más lo has notado?
Lo noto en todo, porque realmente encontrarse uno bien físicamente influye en todo, tienes hasta otra actitud ante la vida. Solucionas los problemas de otra forma, yo creo que te vuelves menos dramático... Mi cambio ha sido en todos los sentidos. Yo hago deporte por la mañana y cuando no puedo hacerlo me falta, pero no porque necesite estar en forma, sino mucho más por la cabeza, porque me ayuda. Salgo del gimnasio que me como el mundo, estoy llena de vitalidad y de energía, me apetece hacer mil planes... El deporte me ha cambiado totalmente y el comer bien, sentirte a gusto... te hace vivir la vida más plena y más feliz.

- ¿Qué mensaje darías a todos los que no se sienten bien consigo mismos pero no terminan de dar el paso?
Simplemente leyendo la frase: "Si no te sientes bien contigo mismo, haz cosas para cambiar. ¿Qué cosas de tu vida no te gustan? Pues siéntate y piensa qué cosas vas a hacer para cambiarlas, porque no se puede vivir así. Vida solo hay una y hay que vivirla de forma que seas feliz. 

- En la mayoría de los casos, empezamos muy motivados pero terminamos tirando la toalla. ¿En qué crees que fallamos?
Fíjate, creo que es al revés. Creo que cuando de verdad encuentras ese punto en el que te sacrificas pero no de una forma desproporcionada, sino de una forma 'llevable' digamos en tu vida, eso te recompensa y te motiva. ¿Cuándo falla? Cuando te impones cosas que no son para tí. Por ejemplo, sabes que tienes que hacer deporte y de repente sales a correr y es un sacrificio, un agobio, no lo disfrutas... pues vas a terminar dejándolo. Tienen que ser cosas que puedas mantener. Obviamente tienen que llevarte un sacrificio, pero bien llevado, que puedas mantenerlo en tu vida. Fallamos en imponernos cosas que no van con nosotros.

VER GALERÍA

- Hoy en día tenemos una saturación de información por todos lados, ¿quizá por eso nos sentimos más perdidos?
Bueno, probablemente... además, incluso yendo a los profesionales, uno dice blanco y otro negro. Pero hay una pregunta que no tiene lugar a duda y es ¿con qué te sientes bien tú? Yo creo que en ciertos ámbitos, si tienes cierta formación, a base de que hayas leido y probado mucho, pues a lo mejor puedes discernir mejor las opiniones de unos y otros y saber con cuáles te quedas. Pero cuando no tienes experiencia, te encuentras perdido y te fías de una persona y de lo que ella te diga, pero no hay mejor guía que lo que te haga sentir bien a ti.

- Cenar fruta engorda, los alimentos envasados son malos… ¿Cuál es el mito sobre la alimentación con el que estás más en contra?
Con muchos de ellos... Yo creo que habría desterrarlos todos. ¿Cenar fruta engorda? No sé en qué momento de la carrera explican eso, porque a mí no me lo explicaron. Son tonterías... realmente la fruta tiene azúcar pero es fructosa, que es un azúcar natural que ya está más que demostrado que no tiene nada que ver con el azúcar que se añade a los alimentos y el cuerpo lo asimila de otra forma. Entonces bueno... hay nutricionistas que te dicen que cenar fruta es poco menos que ir al infierno y hay otros que directamente en la cena te ponen un bol de fruta. ¿Qué quieres que te diga? Hay que hacer las cosas de forma coherente: no cenes fruta todos los días pero tampoco te la prohíbas para cenar si es que te apetece. Tampoco estoy de acuerdo con lo de que los alimentos envasados son malos. Por supuesto que hay algunos malos, pero hay otros que son perfectamente buenos.

- ¿Crees que en España nos cuesta mucho comer bien?
No lo sé, no tengo la información suficiente para decir esto, pero yo creo que tenemos una gastronomía muy rica y maravillosa, con platos saludables, variados... La industria de los alimentos procesados (los malos, que no los buenos) está ahí y es tentadora y por supuesto que nos apetece, pero bueno, somos conscientes de que no es lo mejor. Creo que a los españoles lo que nos gusta es comer bien, no que nos cueste comer bien.

VER GALERÍA

- El deporte también ha sido fundamental en tu cambio, ¿cómo conseguiste incorporarlo en nuestra rutina?
Dándome cuenta de lo bien que me hacía sentir. Yo hace muchos años hacía deporte para disfrutar, luego yo creo que dejas de hacerlo por eso y lo haces por obligación, y con la edad vuelves a recuperarlo y a hacer las cosas para disfrutar. Yo disfruto muchísimo haciendo deporte, pero también me cuesta. Esta mañana he hecho una clase de spinning y me costó, tuve que hacer un esfuerzo grande. Estaba encima de la bici y solo podía pensar cuándo se iba a acabar, porque no podía más. Pero la sensación al terminar es un premio. Sentirte fuerte y con energía, el enfoque que te da para enfocar las cosas... es brutal. Lo que hice es ser constante y perseverante. 

- Al igual que seguir una dieta equilibrada requiere un esfuerzo, hacer ejercicio también. ¿Cuál es tu truco para esos días que tenemos mucha pereza?
Mi truco es no planteármelo, es decir, el deporte lo tengo que hacer si o sí. Igual que no me planteo el ir a trabajar, por ejemplo, pues el deporte igual. Deberíamos estar todos obligados a hacer deporte diariamente por prescripción médica, y entendiendo por deporte cualquier cosa que disfrutes, que requiera un esfuerzo, pero que lo disfrutes. Yo es verdad que hay días que me apetece y otros días que no, pero no me planteo la posibilidad de no ir.

- También desmitificas eso de que hacer ejercicios de fuerza pone a las mujeres demasiado musculosas, ¿ha sido un descubrimiento para ti?
Totalmente, pero ya hace muchos años... Creo que llevo seis años practicando ejercicios de fuerza en los que cojo mucho peso. Mi cuerpo ha cambiado totalmente. Tengo otra figura, pero sobre todo tengo más energía, más fuerza, más estabilidad... es bueno para todo. Hacer ejercicios de fuerza tiene infinidad de beneficios tanto para hombres como para mujeres. Yo combino cardio y fuerza, que por lo que dicen los profesionales, es lo ideal. Suelo hacer lunes, miércoles y viernes fuerza, y martes y jueves cardio. Pero si tuviera que renunciar a algo, sería el cardio y lo supliría por unas buenas caminatas.

VER GALERÍA

- Dices que contigo, por fin, van a conseguir perder peso y sentirse bien. ¿Qué diferencia tu libro de todos los demás?
Realmente lo único que lo diferencia es que este lo escrito yo y es mi experiencia personal. Los otros serán experiencias de otras personas, desarrollos de profiesionales... He pasado por muchas dietas, restricciones... y le he hado muchas vueltas a este asunto a lo largo de mi vida hasta que he encontrado este punto en el que me siento bien y me hace feliz. Y sé que mucha gente se ha sentido identificada conmigo, porque así me lo han dicho. Las cosas que yo hago son muy reales en todo lo que hago (una receta, un maquillaje...). No soy virtuosa en nada y, si yo lo puedo hacer, lo puede hacer cualquiera. Hace años pensaba que era imposible incorporar el deporte a mi vida y ahora lo hago, igual que comer de forma que no me prohibiese nada pero siendo consciente de que me quiero cuidar y quiero estar bien... Encontrar ese equilibrio ha sido tan difícil que creo que, si yo lo he conseguido, cualquiera puede.

- Cuentas con el apoyo incondicional de una comunidad de fans que lleva muchos años acompañándote, ¿cómo consigues que siga interesando tu contenido?
Yo cuento lo que me va pasando en mi vida, lo que voy haciendo... y yo evoluciono, entonces ellos evolucionan conmigo y yo creo que por eso les sigue interesando. Empecé haciendo maquillaje de cómo me maquillaba a los 30, y ahora lo hago a los 40, luego lo haré a los 50... La comunidad sigue y sigue creciendo, y yo solo tengo palabras de agradecimiento. A mí me hace muy feliz y espero seguir mucho tiempo.

- Por último, ¿hay alguna pregunta que nunca te hayan hecho y que te gustaría responder?
Me han hecho muchas preguntas, muchas repetidas... y ahora mismo me has dejado en blanco, no sé qué responder... pero si se me ocurré ¡te la diré! En realidad, ¿sabes qué pasa? Que soy una persona que no me guardo nada y no sé si es bueno o malo. Si tengo ganas de contar algo lo cuento, no tengo dobleces... Una amiga psicóloga me decía que no se puede ser transparente y me daba como consejo que es bueno tener una parte tuya, pero yo soy así... se me nota en todo, en las fotos... No tengo nada que me gustaría contar que no haya contado hasta ahora. Lo que no haya contado es porque no lo quiero contar (risas).