Acaba de lanzar su primera línea cosmética de cuidados para el hombre, House 99, pero David Beckham tiene la intención de envejecer con dignidad. Así lo ha declarado recientemente durante una entrevista con el periódico Evening Standart, al que ha manifestado su propósito de no pasar jamás por un quirófano para someterse a una intervención de cirugía estética. "Podrá estar bien para algunas personas; no digo que sea malo. Pero yo, personalmente, nunca lo haría, ¡nunca!”, proclamó muy seguro de sí mismo el ex futbolista.
Lo cierto es que sus 42 años, el esposo de Victoria Beckham luce un aspecto envidiable. Es considerado uno de los hombres más atractivos del mundo y, aunque es consciente de tener pequeñas arrugas y líneas de expresión, afirma que no tiene ningún interés en someterse a ningún tratamiento con botox. “Nunca me inyectaría nada en la cara. O en el trasero, obviamente”, admitió divertido al citado medio.
Además reveló, que fue la propia diseñadora la que le introdujo en el mundo de los cuidados personales al inicio de su relación. "Tuve una quemadura solar durante una semana y ella apareció con una gran hoja de aloe vera. No un bote de crema, sino la hoja entera. Ese fue el comienzo de mis tratamientos masculinos". Incluso, se atrevió a confesar que durante años "le robó" la crema hidratante a Victoria de su lado del cajón, “pero ella no lo sabe", añadió.
Todo un icono de estilo, su depurado aire británico ha conquistado a miles de mujeres en todo en mundo. Se trata de todo un referente en cuestión de moda masculina, llegando incluso a lanzar su propia colección de ropa interior para una conocida cadena. No obstante, hay ocasiones en las que David comete algún que otro desliz, como cuando hace unos meses se dejó ver luciendo chanclas con calcetines. Otro ha tenido lugar recientemente, cuando el deportista sorprendió con una imagen a la que no suele acostumbrar.
David llegaba a París luciendo un look aparentemente normal. Abrigo de espiga, vaqueros y botas componían su sofisticado ‘outfit’, pero un detalle a su cabeza desentonaba con el conjunto. El gorro de lana de estilo ‘beanie’ combinado con su pelo largo y la barba le confería cierto toque ‘homeless’ no demasiado favorecedor. Asimismo, otro detalle -esta vez de lujo- llamaba poderosamente la atención. Él mismo portaba su equipaje de mano: un exclusivo bolso de tamaño XXL de Louis Vuitton.
