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Con la llegada del calor, aumentan los chapuzones en playas, piscinas, calas y ríos… y también los riesgos. El ahogamiento sigue siendo una de las principales causas de muerte accidental en España, especialmente en lugares sin vigilancia y durante actividades cotidianas: un baño en una cala aislada, un paseo en kayak, una caída desde un barco o un simple descuido en una piscina privada.
© Getty ImagesLas cifras lo dejan claro. Según el Informe Nacional de Ahogamientos, en lo que va de 2025 ya han fallecido 94 personas por ahogamiento no intencionado. En 2024 se registraron 471 muertes, en 2023, 399, y en 2022, 394. Más del 80% de los casos de 2024 se produjeron en espacios sin socorrista.
Ante esta realidad, la tecnología está ofreciendo soluciones pensadas para actuar cuando ya es demasiado tarde para reaccionar. Una de las más llamativas es Floatee, una camiseta que se convierte en chaleco salvavidas en segundos, pensada para niños, adolescentes y adultos.
Una camiseta que se infla sola al caer al agua
Floatee es una innovación francesa creada por dos ingenieros, Thibaut Choulet y Philippe Rouvier, que idearon una prenda capaz de transformarse en un sistema de flotación autónomo. El diseño original, premiado en el concurso Lépine 2023, nació pensando en niños de entre 18 meses y 6 años, el grupo más vulnerable ante un descuido en el entorno acuático.
© Guillaume OLiver
© Guillaume OLiverEl sistema funciona con un gatillo soluble que se activa al entrar en contacto con el agua. En ese momento, se perfora un cartucho de CO₂ y la camiseta infla una cámara de aire que hace flotar al niño en menos de tres segundos, incluso si está inconsciente o boca abajo. El chaleco lo mantiene en posición segura hasta que llegue ayuda.
A diferencia de los flotadores tradicionales o los manguitos, esta camiseta se puede llevar puesta dentro y fuera del agua, sin resultar molesta ni llamar la atención. Además, incluye protección solar UV UPF 50+, tejidos certificados y un diseño ligero y ergonómico. El modelo infantil está disponible desde 149 euros, en colores vistosos como amarillo, rojo o rosa, y puede reutilizarse sustituyendo el cartucho tras cada uso.
Ahora también para adultos y adolescentes
Dado que los ahogamientos no afectan solo a los niños, Floatee ha lanzado en 2025 una versión pensada para adolescentes y adultos. Y no es casualidad: la mayoría de las víctimas mortales por ahogamiento en los últimos años han sido hombres mayores de 55 años, que a menudo se sienten seguros simplemente por saber nadar.
Este modelo mantiene el aspecto de una camiseta deportiva convencional, pero en su interior esconde un sistema de flotación listo para activarse de dos formas:
- Automática, al contacto con el agua. Ideal para navegación, pesca o paseos en embarcación.
- Manual, a través de un cordón que el propio usuario activa en caso de necesidad (calambres, fatiga, susto, etc.). Pensada para deportes como surf, natación, paddle o kayak.
© Getty ImagesUna vez inflado, el chaleco proporciona más de 100 newtons de flotación, por encima del mínimo exigido. La prenda cuenta con certificación ISO 12402-5, está confeccionada con tejido técnico resistente, incorpora cremallera frontal y también es reutilizable. Se vende desde 199 euros, en varias tallas y colores.
Una ayuda extra, no un sustituto
Aunque Floatee ha sido reconocida como una innovación clave en seguridad acuática, los expertos insisten: no sustituye la vigilancia activa, especialmente en el caso de menores. Su función es la de actuar cuando todo lo demás ha fallado: un desmayo, una caída, un descuido.
“Muchos de los ahogamientos no ocurren durante deportes extremos, sino en contextos recreativos cotidianos. Nuestro objetivo es ofrecer una solución práctica, cómoda y eficaz para proteger la vida de niños y adultos”, resume Philippe Rouvier, su cofundador.
En un país donde cada verano se cuentan por cientos las víctimas en el agua, combinar tecnología, sentido común y prevención puede marcar la diferencia. Y si una camiseta puede salvar una vida, quizá este verano tenga menos titulares trágicos… y más tranquilidad.
