Fue la fabulosa Catwoman, la fascinante condesa Ellen Olenska en La edad de la inocencia, la sexi Susie Diamond en Los fabulosos Baker Boys, la ingenua Sukie de Las brujas de Eastwick... y un suma y sigue de películas que la convirtieron en una de las actrices más taquilleras de los años 80 y 90. Hasta se atrevió con el terror fantasmal de Lo que la verdad esconde, junto a un malvado Harrison Ford, ya en los albores de los 2000. Su versatilidad la consolidó como una estrella capaz de moverse entre el drama, la comedia y el thriller, construyendo una trayectoria reconocida y admirada. Durante décadas, su nombre estuvo ligado a proyectos de prestigio y a interpretaciones que marcaron a toda una generación.
© Cordon PressY no es que desapareciera de las pantallas y de nuestras vidas, porque la hemos podido ver, pero, en los últimos años, sus apariciones se fueron espaciando con intervalos de hasta cuatro años, porque priorizó la crianza de sus hijos. Ese alejamiento progresivo se debió principalmente a su deseo de centrarse en su familia y proteger a sus hijos de la exposición pública. A lo largo del tiempo, ha explicado que necesitaba elegir con cuidado cada proyecto para no perderse momentos importantes de su vida privada, demostrando que su carrera, aunque brillante, nunca estuvo por encima de su familia.
© Getty ImagesAhora, regresa con una película de espíritu navideño, Oh. What. Fun, que se ha estrenado estos días en Prime Vídeo. A los 67 años, la actriz, candidata al Oscar hasta en tres ocasiones, sigue conservando la belleza que la hizo famosa desde su debut en Scarface. En cada aparición pública, deslumbra por su elegancia clásica y su presencia, características que la han convertido en una de las intérpretes más admiradas de Hollywood.
© Getty ImagesCon este estreno, suma un nuevo logro en un año especialmente significativo en el plano personal, en el que ha podido disfrutar de su faceta como abuela de una niña de casi dos años. Hija de Claudia Rose, de 32, ha expresado su intención de aceptar aún menos proyectos en 2026 para dedicar más tiempo a su nieta. La actriz vive esta etapa con especial emoción, disfrutando de la posibilidad de acompañar a su hija en la crianza y de compartir momentos cotidianos con la pequeña, que se ha convertido en el centro de atención de toda la familia. Este papel familiar ha ocupado en los últimos años el primer puesto en la lista de sus prioridades, que combina con la discreción que siempre la han caracterizado.
© Getty ImagesLa intérprete también tiene un hijo, John Henry, de 31, nacido asimismo de su matrimonio con David E. Kelley, uno de los creadores, productores y guionistas más prestigiosos de Hollywood, con quien lleva casada 32 años —contrajeron matrimonio en 1993, pocos meses después de conocerse en una cita a ciegas—. Su relación ha sido considerada un ejemplo de estabilidad dentro de Hollywood, basada en el apoyo mutuo y el compromiso familiar. Él continúa plenamente activo en televisión, y ella ha acompañado su trayectoria sin renunciar a la suya, siempre ajustando los ritmos laborales en función de sus prioridades personales.
Entre sus trabajos más destacables figuran las series La ley de Los Ángeles (1986-1992), Ally McBeal (1997-2002) y, más recientemente, Big Little Lies, The Undoing y Nine Perfect Strangers, junto a Nicole Kidman; Anatomía de un escándalo, y El abogado del Lincoln, entre muchas otras.
© Getty ImagesEl matrimonio reside en una casa de 700 metros cuadrados, valorada en diez millones de euros, en la zona de Pacific Palisades, donde hace tres años vendieron su mansión de 1.000 metros cuadrados por 25 millones. A lo largo de los años, la pareja ha tenido varias propiedades en Los Ángeles y siempre han buscado zonas idóneas para mantener un estilo de vida discreto y priorizando la privacidad y la tranquilidad familiar.
Michelle Pfeiffer ha sabido proteger su vida personal y mantener una trayectoria coherente con sus prioridades, escogiendo proyectos compatibles con la vida privada que ha construido junto a su familia. Su combinación de talento y estabilidad la ha convertido en una figura respetada tanto dentro como fuera de la industria, y la han llevado a conseguir a sus 67 años éxito en lo profesional y lo personal, recogiendo lo cosechado durante tantas décadas de su vida.
