Lleva más de dos décadas dando la cara frente a millones de espectadores, pero hoy se muestra como nunca antes: espontánea, divertida, reflexiva. Sandra Golpe nos abre la puerta a su faceta más personal, donde el rigor informativo convive con el amor por su familia, su sentido del humor… y su promesa pendiente de escribir un libro.
Llevas más de dos décadas informando a millones de personas cada día. ¿Qué noticia te ha marcado más personalmente?
De los primeros años de profesión, no olvido los atentados de ETA que me tocó contar. Pertenezco a una generación de periodistas que crecimos con aquel horror, pero pudimos informar del fin de la violencia etarra. También me marcaron profundamente el "11S" y el "11M". Y con la pandemia de COVID, ha habido un antes y un después en nuestras vidas.
¿Cómo se vive la presión de presentar el informativo líder en audiencias, durante tantos años?
Sientes muchísimo orgullo, porque es el premio máximo al trabajo que hacemos todos y, cómo no, sientes también una gratitud infinita hacia nuestros espectadores. Lo último que quieres es defraudarles. ¡Ahí nace la presión! Intento no obsesionarme con las audiencias y centrarme en hacer el mejor informativo posible. Y a la vez, observo con atención el trabajo de la competencia informativa. Hago mucho zapping.
¿Has sentido alguna vez que, por ser mujer, has tenido que demostrar más que otros en esta profesión?
Por ser mujer, hoy en día no tienes problemas en el mundo periodístico. Quizá te topas, de vez en cuando, con personas que tienden a reconocer la autoridad en el jefe hombre. O quizá alguien te trata con cierto paternalismo, pero, en general, nuestro gremio evoluciona favorablemente. Eso sí, existen determinados despachos que aún no han sido conquistados por mujeres.
¿Hay alguna noticia que te haya costado especialmente contar por su carga emocional?
Con los años, adquieres una coraza, una memoria selectiva de catástrofes y tristezas; si no, este trabajo sería insoportable. Pienso en historias que nos han encogido el corazón a todos, en casos mediáticos con menores involucrados, como el del pequeño Gabriel. Pienso en las veces que he tenido que informar de la muerte de colegas de profesión que eran mis amigos, y en catástrofes recientes, como la Dana. No se me olvidarán los informativos que hicimos desde Valencia. Salimos de allí muy tocados.
¿Qué no vemos del día a día de un presentador de informativos? ¿Cómo se prepara un telediario desde dentro?
Realmente, estamos recopilando y maquinando las noticias las 24 horas, en varios grupos de chats. Las ponemos en común a diario, en una reunión con responsables de cada sección (Nacional, Internacional, Sociedad, Economía). De ese encuentro, sale un guion en el que vamos trabajando toda la mañana. En mi caso, presento y también dirijo. Quizá lo menos importante de mi rutina diaria sea la media hora de informativo, en directo.
¿Alguna vez te ha pasado algo inesperado en directo, que recuerdes con humor o con tensión?
Imagínate, ¡de todo! Una vez, me dio un ataque de risa que no podía contener; acabé debajo de la mesa… Otro día se desplomó un cámara en pleno informativo… Solo fue el susto, menos mal. Cada día es una aventura. Eso impone, pero, a la vez, engancha.
"No me veo seria, para nada. Quizá sí tímida a primera vista. En las distancias cortas, creo que cambio bastante"
¿Cómo desconectas? ¿Te cuesta "apagar" el chip de la actualidad?
Si te dijera que desconecto, estaría mintiéndote. Soy una adicta a las últimas horas, disfruto muchísimo de la adrenalina del directo. Y consigo alejarme verdaderamente de la actualidad solo en verano.
¿Cómo es Sandra fuera de plató? ¿Eres tan seria como en pantalla, o hay un lado más espontáneo?
¡Qué va!… No me veo seria, para nada. Quizá sí tímida a primera vista. En las distancias cortas, creo que cambio bastante. He ido un par de veces a Tu cara me suena, entre otras cosas, para que me conozcáis. ¡Y no hay dos sin tres!
¿Tienes algún ritual antes de salir en directo?
¡Soy de las que apuran demasiado para colocarse en el plató! Y masco chicle, para pronunciar mejor.
Su hijo, su mayor orgullo
¿Qué te emociona hoy en día más allá de la televisión?
Mi hijo, mi familia… Ellos y su felicidad le dan sentido a mi vida. Además del periodismo, me apasiona viajar, planear próximas escapadas. Soñar con futuros destinos junto a mis seres queridos.
¿Te reconocen por la calle? ¿Qué te dice la gente cuando se te acerca?
Hago poca vida social, pero cuando salgo y me reconocen por la calle, la gente es encantadora, cariñosa.
¿Te gustaría escribir un libro algún día? ¿Quizás contar lo que nunca se ve del informativo?
Ya he plantado un árbol, he tenido un hijo… Es cierto, lo del libro queda pendiente y me encantaría dar el paso. Soy tan respetuosa con la literatura que, verdaderamente, me impone el papel en blanco. Pero lo he prometido en casa, así que un día de estos me pondré manos a la obra y os lo contaré.
¿Qué te motiva a seguir cada día frente a cámara, después de tantos años?
Tengo la inmensa suerte de trabajar en algo que me apasiona. Quiero seguir creciendo y probando. ¡Sarna con gusto no pica! Y he podido rodearme de compañeros brillantes. Son mi otra familia.
¿Cómo imaginas tu vida dentro de 10 años?
No tengo ni idea. Eso es lo valioso. Quiero que la vida me sorprenda (para bien).