María Pombo está disfrutando un verano muy especial en Cantabria junto a su marido, Pablo Castellano, y su familia, mientras espera su tercer hijo, una niña a la que llamarán Mariana. La influencer, que ya tiene dos hijos, Martín y Vega, está embarazada de 17 semanas y pasa estos días rodeada de sus padres, hermanas, sobrinas y amigos cercanos como María García de Jaime o la familia del futbolista Dani Carvajal.
A pesar de estar muy acompañados, María y Pablo también se reservan momentos de intimidad, mostrándose muy enamorados tras casi diez años de relación y seis años de matrimonio. La pareja ha superado una crisis el año pasado gracias a la terapia de pareja, una rutina semanal que mantienen y que ella recomienda a todo el mundo.
Ambos comparten su felicidad y estabilidad emocional, disfrutando del embarazo y del entorno familiar que los rodea en su casa de Cantabria. Además, María Pombo presume de un bonito bronceado, un pelo aún más brillante que de costumbre y una piel radiante. A todo esto contribuye lo mucho que se cuida la empresaria e influencer.
Entrenamiento funcional antes del embarazo
A escasas semanas de quedarse embarazada, María Pombo seguía entrenando intensamente con su amiga y compañera de profesión María Fernández Rubíes. Ambas confían en la fisioterapeuta y ex nadadora de élite Crys Dyaz para ponerse en forma.
Las dos llevan años practicando ejercicio con ella, como también lo hace Laura Escanes, que, desde que la menor de las Pombo anunció su tercer embarazo, es quien acompaña a Fernández Rubíes en sus sesiones semanales.
Vacaciones 'activas' en Cantabria
Crys Díaz apuesta por un enfoque integral que combina ejercicio, nutrición, descanso y cuidado emocional. Atiende necesidades como embarazo, recuperación postparto, pérdida de peso o lesiones, garantizando una visión de salud más allá de lo estético.
Esto es precisamente lo que ha llevado también a la hermana de María, Marta, a ponerse en sus manos durante sus embarazos. Si bien, también ha confiado en los expertos de la Clínica Improve, gestionada por Jesús Serrano Lázaro. Es un centro integral de fisioterapia y readaptación deportiva ubicado en La Moraleja (Alcobendas, Madrid) enfocado en mejorar la calidad de vida mediante ejercicio terapéutico, nutrición y atención multidisciplinar.
Durante el embarazo de Martín, María se puso en manos de Pedro Bianco dos veces por semana. Es un conocido entrenador personal en España, con más de 10 años de experiencia, ex-ciclista profesional y corredor de ultratrail (ganó el Gran Trail Peñalara 110 km y el Guadarrama Trail 90 km). Trabaja en centros como Reebok Sports Club La Finca, la Federación Madrileña de Natación y Fun4U Sportsclub, y está especializado en planes de fuerza y trail running para deportistas y entusiastas del fitness.
Ahora María lleva ya unas semanas de vacaciones en Cantabria y no está acudiendo al centro de Crys ni de Pedro. Sin embargo se mantiene muy activa y sale a menudo a pasear con sus hijos, cuñados, padres y hermanas.
Cuidados tópicos
María es muy consciente de la importancia de cuidar la piel siempre y en especial durante el embarazo. Tanto con Martín como con Vega, utilizó la archiconocida y mil veces recomendada Antiestrías de Trofolastín. En su primer embarazo se la empezó a poner al cuarto mes dos veces al día. A María le gustan más las cremas que los aceites porque con estas es más consciente de la zona de aplicación y puede tener la certeza de que se las está aplicando correctamente. Además, se protege y protege del sol a los suyos con factor de protección en la playa. Aunque se expone al sol cántabro, lo hace siempre protegida.
Calma y buena compañía
María Pombo invitó a sus seguidores, cuando hizo publico su embarazo, a que le preguntasen lo que quisieran saber. Cuando se interesaron por cómo había pasado los primeros meses de embarazo, la influencer reconoció que han sido muy duros. Describe los primeros tres como una "agonía total", llenos de miedo y tristeza, con una sensación de apatía emocional que no experimentó en embarazos anteriores.
Para proteger su intimidad, evitó filtraciones asistiendo a las ecografías por la noche, entrando por el garaje o montacargas. Esto la ayudó también a mantener la calma, al confiar la noticia solo a su círculo más cercano. Para ella, cada ecografía fue motivo de alivio, ya que su mayor preocupación era escuchar el latido del bebé y confirmar que todo iba bien. María ha reconocido que ha tenido más miedo en este embarazo que en los anteriores en este sentido y asegura que la madurez y la toma de consciencia son las responsables de esto.
En definitiva, María Pombo está viviendo un verano muy especial, marcado por la espera ilusionante de su tercera hija, el cariño de su familia y la tranquilidad del entorno cántabro. Lejos del bullicio mediático, la influencer prioriza su bienestar físico y emocional, apostando por la salud, la terapia, el autocuidado y la compañía de los suyos. Un momento de calma, madurez y plenitud que María está sabiendo disfrutar y compartir con autenticidad.