Hace menos de un mes, Paty Sánchez-Flores posaba para ¡HOLA! con su prometido, el abogado deportivo Javier Millet, para adelantarnos todos los detalles de su boda, que se celebrará este sábado 28 en la iglesia de San Bartolomé de Jávea (Alicante). “Será flamenca, pero, por ejemplo, no como la de mi prima Elena [Furiase]. Al final, la familia de Javi tampoco es como la nuestra”, nos ha contaba la hija de entrenador Quique Sánchez Flores, que jugó en el Real Madrid en los 90, y también nieta de Carmen Flores, a su vez hermana de La Faraona, la mítica Lola Flores.
“Pero sí habrá muchos toques flamencos. De hecho, me hace mucha gracia que la mayoría de mis invitadas quien ponerse flores, flecos y mantones”, nos señalaba la joven valenciana, que trabaja como personal shopper a sus 26 años. Ahora, cuando quedan sólo unas horas para el gran día y Paty ya tiene todo listo, descubrimos cómo es formar parte de una familia tan icónica como los Flores.
—Celebras tu boda cuando acabamos de vivir dos aniversarios muy importantes para tu familia: el treinta de del fallecimiento de Lola Flores y también el de su hijo Antonio.
—Por supuesto, estarán muy presentes, que somos una familia súper unida. Siempre que hay mucha música y muy buen ambiente, tenemos presentes a esas personas que ya no están.
— ¿Cómo es pertenecer una saga como las Flores?
— Un orgullo total.
— ¿Qué crees que la hace única?
— Es que todos son únicos de manera individual. Los hermanos de mi padre y mis primos no son tan conocidos, pero son únicos. Ves a Elena [Furiase] Alba [Flores] y a Guille [Furiase] y dices: “¿Cómo se puede ser así? Llegan a un sitio y son luz. Pero todos los nietos de mi abuela son todos igual, aunque no les conozcáis.
— Aunque Lola Flores falleció hace ahora 30 años, sigue más viva que nunca.
— La diferencia entre mi abuela y mi tía Lola era el carácter. No te sabría decir que una tiene más talento que la otra porque no lo creo. Ambas bailan y cantan de desmayarte, pero creo que a mi tía Lola le daba más igual todo. La vergüenza no formaba parte de su vida (ríe). En cambio, mi abuela no es que sea más vergonzosa, pero sí más precavida. Lo que hacía mi tía Lola era desparpajo total. Si la recuerdan después de 30 años es porque era única.
— ¿Cómo se encuentra tu abuela, que va a cumplir 89 este verano?
— Como una flor. La de mi abuela es de otro mundo. De hecho, le digo a mi padre que él no tiene la misma genética (ríe). Mi abuela tiene la cara perfecta sin haberse hecho nada, canta, baila… Si la ves en un evento, lleva tacones… ¡Con 88 años! Siempre le digo que va a durar hasta los 150 (ríe).
— Todos conocemos a Carmen Flores como artista. Pero, ¿cómo es como abuela?
— Exactamente igual que como artista: maravillosa. La quiero muchísimo. No la veo todo lo que me gustaría, porque ella vive en Valencia, pero, cuando hay ocasión, la visito.
— ¿Qué destacarías de ella?
— Probablemente, la templanza.
— Pues con el nervio que parece que tiene…
— No es nerviosa. Es tranquila, aunque tiene un carácter fuerte. Al final, eso se ve en el escenario.
— ¿Qué sientes cuando ves vídeos de ella sobre un escenario?
— ¡Me encantan! Cuando veo vídeos, me parece increíble pensar que es mi abuela. Veo a mi familia y no les veo como el resto, porque Carmen Flores o Quique Sánchez Flores son mi abuela y mi padre. Mi padre me ha sentado para decirme si no voy bien en los estudios, que me ponga las pilas. Pero le veo en televisión en un partido o a mi abuela bailando y digo: “madre mía”.
— Es que tu abuela Carmen, al igual que su hermana Lola, fueron muy revolucionarias.
— Sí. Eso es súper fuerte, la verdad. Escucho las canciones de ambas y me encantan todas. Me flipan A tu vera y Cinco farolas, aunque la que más me gusta de mi abuela es Agua de lluvia, que la canta con mi primo Jose.
— En su época, no era habitual ver a mujeres tan echadas para adelante.
— No me sorprende. Creo que tanto a mi abuela como a mi tía Lola tampoco les quedó otra. Ellas tenían ese don y fueron con todo.
— Tu abuela se separó en una época en la que las mujeres no se separaban y sacó cuatro hijos adelante.
— Para mí, es muy admirable porque también habla mucho del valor de la familia. Ella se tuvo que poner a cantar porque se separó y dijo: “Tengo mi hermana, voy a aprovechar la ola”. Lo hizo muy bien. Fue artista y madre siempre. Mi padre cuenta historias de que, cuando él era pequeñito y tenía partidos de fútbol, mi abuela se recorría España entera por la noche para poder ver a sus hijos por la mañana del día siguiente. Nunca ha dejado de ser madre por ser artista.
— Tu abuela Carmen te habrá contado infinidad de historias con su hermana, Lola.
— Nos han contado un montón a todos los nietos. Ellas siempre estaban juntas y han conocido a tantos artistas y personas de todos los niveles… Muy fuerte. Lo que más me impacta es cómo se llevaban, a pesar de la diferencia de edad, que catorce años son muchos. Mi abuela me cuenta historias de cuando se iban en verano a casa de mi tía Lola, y mis tías las liaban pardísimas. Mi padre siempre dice que, desde chiquitín, mi tío Antonio (Flores) se ponía con el cajón con la guitarra y era arte puro. Con mi tía Lola, tras cuartos de lo mismo. Al igual que mi abuela.
— ¿Cómo son Lolita y Rosario, como tías?
— Maravillosas. Veo mucho más a Lolita que a Rosario, pero las dos son maravillosas, tal cual las ves. Bueno, son mejor, porque son mis tías. Son súper cercanas, súper cariñosas… Adoran a mi padre y a toda mi familia. Siempre están muy pendiente de todo. Es que son una maravilla.
— De la nueva generación Flores, ¿quién crees que tiene algo especial?
— Por parte de mi padre, destacaría mi prima Paty, cien por cien. Tiene un desparpajo, que no hay ningún tipo de duda de que sea Flores. Luego, tanto Elena como Alba son tienen ese carácter y no sienten ningún tipo de vergüenza. Les da todo igual.
— ¿Qué destacarías de tus primos Alba [Flores], Elena [Furiase] y Guillermo [Furiase]?
— Guille es especial. Es lo que ves, literal. No se corta ni un pelo y te dice tanto lo bueno como lo malo. Elena es bondad. Siempre está pendiente de todo. Es muy educada. Alba es una tía que respeta y se hace respetar mucho. Creo que tiene un don para el cine brutal. Para mí, es de las mejores actrices de España.
— Ha arrasado con La casa de papel a nivel internacional. ¿Qué sientes?
— Es familia, aunque lo dice más la gente que va conmigo. No suelo decir "soy hija de, soy prima de o sobrina de…" Al final, mi apellido es como otro cualquiera. Mi familia es mi familia y estoy igual de orgullosa de unos que cualquier otro de mis primos. Pero, por supuesto, es un orgullo ver que tienen ese don y que la gente los quiere tanto.
— Hablando de arte, ¿alguna vez tu abuela te ha sacado al escenario?
— No. ¡Me moriría! Nunca me he planteado dedicarme a nada de eso y no tengo el mismo don que tienen ellas.
— Dice tu abuela Carmen que sabes cantar y bailar. ¿Cómo no te dio por el arte?
— Mi abuela siempre me lo dice. Y mis primas también Creo que es porque mis padres saben bailar. La verdad es que bailo de todo y todo el mundo flipa. La gente me dice que cómo se bailar esto, pero es que me sale solo. Cantar no se me da mal… Pero a quien se le da bien es a mi padre. Cuando tenemos eventos y hacemos karaoke, mi padre canta y lo hace muy bien. No parece, pero canta.
— A lo mejor, canta en vuestra boda…
— Yo creo que le da el infarto (ríe).