La hija de Blanca Fernández-Ochoa reconoce que aún no ha pasado el duelo por la muerte de su madre

Olivia, de 25 años, se emociona al hablar de la medallista olímpica cuatro años y medio después de su fallecimiento

Por Hola.com

La esquiadora Blanca Fernández-Ochoa hizo historia en el deporte español al convertirse en la primera mujer en conseguir una medalla olímpica para España en 1992. Cuando se cumplen 32 años después de subir al podio en los Juegos de Albertville 1992, su hija, Olivia Fresneda, publicó una carta homenaje a su madre después de cuatro años y medio en silencio. Hasta ahora no había podido expresar todo lo que sintió tras la muerte de su madre y por primera vez lo ha hecho en el programa de televisión Fiesta, al que ha acudido para recordar a la medallista olímpica y hablar de cómo se encuentra.

"Todavía no he pasado el duelo. Lo estoy pasando un poco ahora", ha señalado Olivia, de 25 años, en su entrevista más sincera y emotiva desde que su madre fuera hallada sin vida en septiembre de 2019. "Estoy yendo al psicólogo y justo desbloqueé el día de su muerte ese día [el pasado 20 de febrero]", reconoce la también deportista que poco a poco va asumiendo su pérdida. "Casualmente, fue el mismo en el que ganó la medalla y, además, murió el perro de mi madre. Ese día solté dolor, un dolor que tenía dentro atrapado y oculto. He estado haciendo diferentes cosas para no verlo, pero al final creo que hay que ir soltándolo poco a poco", continúa Olivia, que heredó de su madre y de su tío Paco Fernández Ochoa su pasión por el deporte y juega al rugby en la Selección Española Sevens Femenino.

Olivia publicó una emotiva carta que decía así.  "Creo que hace mucho que no hablo de ti mami. Y creo sinceramente que ha sido porque no hay palabras suficientes para expresar todo lo que sentía y siento por ti. Veo este vídeo y no puedo hacer otra cosa que llorar por el orgullo que siento como hija. Creo que eres una persona excepcional, única e inigualableHoy justamente ganaste tu medalla, como tú decías, un trozo de metal insignificante, pero en el fondo sabemos que es probablemente una de las cosas más grandes que he visto jamás", comenzaba la misiva. "Hoy justamente he abierto algo que tenía escondidos dentro: el dolor y la tristeza. Son sentimientos que no suelen gustar mucho pero hay que dejarlos estar y que se calmen, se lo merecen después de tanto tiempo. Cada vez que miro cualquier foto o vídeo tuyo solo me hace pensar en la suerte que he tenido por todo lo que nos diste y nos sigues dando. Te quiero siempre, te pienso siempre y siempre estás presente en todo momento".

A raíz de estas palabras Olivia ha podido expresar todo lo que siente. "La recuerdo en cada entrenamiento que hago, en cada sonrisa. La verdad que para mí mi madre a nivel deportivo y en la vida siempre ha estado con una sonrisa". Sin embargo, no era consciente de la enfermedad que padecía su madre. “Detrás de su sonrisa había dolor. Yo no era consciente de lo que estaba pasando hasta el mismo año que ella falleció. Lo tenía bastante oculto, por así decirlo. Yo sabía que tenía bipolaridad y todo eso, pero yo creo que nos lo ocultaba para no hacernos daño. A mí me hubiese gustado que nos lo hubieran explicado", reconoce. 

Su hermano David ha sido uno de sus grandes apoyos tras la pérdida de su madre. "Mi hermano es mi alma gemela. El otro día estuvimos hablando del tema y lo lleva a ratos. Creo que lo lleva mejor que yo porque su personalidad es distinta a la mía".  Olivia encontró también su mayor refugio en el deporte. "Ha sido mi apoyo, el ancla. Me ha ayudado mucho", señala y confiesa que fueron sus padres quienes le recomendaron hacer un deporte de equipo. Su padre, David Fresneda, es su fan número 1 y acude a los partidos para animarla. A su vez, mantiene una relación con Beatriz, la capitana de su equipo de rugby.

-El recuerdo de Olivia y David a su madre, Blanca Fernández Ochoa: 'Jamás olvidaremos tu eterna sonrisa'

Olivia ha querido concluir su testimonio con una lección de vida y unas emotivas palabras hacia su madre. "Supongo que la recordaréis como yo, como una persona excepcional. Os tenéis que llevar que hay que sacar las emociones. No las guardéis. Hay que ser feliz, porque al final todos nos vamos a morir y hay que vivir la vida al máximo".