Rocco Ritchie debuta en público con su novia, la española Olivia Monjardín

La pareja, que sale desde hace unos seis meses, asistió al estreno de la última película de Guy Ritchie

Por M. J. S

El nuevo proyecto de Guy Ritchie paseaba por la alfombra roja y su hijo Rocco no quería perderse esta ocasión tan significativa. El hijo de Madonna y del director, de 23 años, se puso un elegante traje para asistir al estreno de The gentlemen, la película que el cineasta firma para Netflix, pero no lo hizo solo. Rocco escogió esta ocasión para aparecer por primera vez en público con su novia Olivia Monjardín, con quien posó muy cariñoso ante los focos. La española escogió también el color negro para su traje de terciopelo, que combinaba transparencias con detalles de encaje y que cubrió con una chaqueta del mismo tono.

Rocco y Olivia no escatimaron en muestras de cariño abrazándose ante las cámaras en la que es su primera vez en público desde que saliera a la luz su noviazgo. Igual de cariñosos se mostraron Guy Ritchie y su mujer Jacqui Ainsley, que también presumió de estilo con un sensual conjunto de pantalón corto y chaqueta, combinado con camisa, corbata y altos tacones de aguja. The gentlemen cuenta la historia de un capo de la droga que intenta vender su imperio a una dinastía de multimillonarios y está protagonizada por Matthew McConaughey, Charlie Hunnam y Hugh Grant.

Fue en torno al mes de octubre cuando se supo que el hijo de la reina del pop estaba enamorado. Ella es estudiante de Moda en Saint Martins, hija de la interiorista Bárbara Maldonado y pertenece a la llamada Generación Z de la jet de nuestro país, junto a sus amigas Victoria de Marichalar, Amina Martínez de Irujo y Martina Figo. Olivia ya conoce por tanto a Guy Ritchie y a Madonna, pues estuvo en la fiesta que organizó la artista con sus hijos para celebrar el inicio de su gira The Celebration Tour.

Él tiene genes artísticos de sobra y los ha orientado al mundo de la pintura. Rocco ha optado por una vida discreta, un tanto al margen de los focos, y en sus primeros pasos artísticos apostó por utilizar el pseudónimo de Rhed, para que se valorara su arte por lo que es. Sus obras se venden en algunas de las galerías más exclusivas de Londres por 25.000 euros y las críticas que recibe son excelentes. Incluso se refieren a él como el nuevo Basquiat. Su gran temor, como él ha afirmado, es "que la gente me juzgue por quién soy, no por lo que hago". De sus padres destaca que le han inculcado la gran importancia que tiene el trabajo, la constancia y el esfuerzo. "Su ética laboral. Es decir: trabajar, trabajar, trabajar y trabajar. Y luego volver a empezar de nuevo. Céntrate en lo que haces, en lo que te gusta hacer. Y trabaja, trabaja y trabaja un poco más" ha confesado.