Hablamos con Almudena Cid en su nueva etapa: 'Siento que he hecho mucha limpieza en mi vida'

La actriz y exdeportista no cambiaría su pasado porque ha sido un aprendizaje y mira al futuro con la certeza de que 'lo construido ahora es más firme y real'

Por Belén Nava M.

El sol siempre se abre paso, incluso después de las peores tormentas. Así lo puede asegurar Almudena Cid, quien atraviesa un momento pleno tras el giro radical que su vida dio al separarse en 2021. Con el incondicional apoyo de su entorno y las lecciones que le ha dado su exitosa carrera en la gimnasia rítmica, ha comenzado una nueva etapa en la que la sonrisa y la energía desbordante siguen siendo sus señas de identidad. Deportista, escritora y actriz, nos cuenta que ha hecho una "limpieza vital de personas y materiales", que no cambiaría nada de su pasado y que mira al futuro con la certeza de que le depara cosas buenas. Por el momento, el arranque de curso está siendo muy positivo tal y como nos ha comentado durante la inauguración en Pamplona de Mimma Gallery, una tienda de mobiliario y decoración en la que puede coger ideas para la casa que se está construyendo en su Vitoria natal. De pasado, presente y futuro hablamos con la única gimnasta que ha disputado cuatro finales olímpicas. 

-Almudena, estamos ante el inicio de un nuevo curso, ¿cómo has pasado este verano y a qué retos personales y profesionales te enfrentas en los próximos meses?

Este verano me lo he pasado trabajando porque ha coincidido el campeonato del mundo de Valencia con agosto, así que en el momento que la gente ha vuelto de vacaciones, es cuando me he dado cuenta de que había pasado ya el verano. Espero de aquí a diciembre poder tener un poquito de descanso. La nueva temporada se presenta con dos funciones de Ladies Football Club (obra de Sergio Peris-Mencheta) que faltan por realizar. En noviembre estaré rodando una serie, tengo algunas masterclass de rítmica y algunos proyectos más cerrados. Estoy contenta porque se presenta un año bonito, interesante y renovado.

- A finales de agosto nos emocionaste con las palabras que le dedicaste a Paloma del Río en su última retransmisión, ¿cómo viviste tú ese momento? ¿Qué ocurrió cuando los micrófonos se apagaron y nadie ya os veía? ¿Cuál es el mejor consejo que te ha dado?

Para mí fue un momento muy especial porque Paloma del Río ponía punto y final a su carrera profesional, tuve la suerte de vivirla con ella y de poder dedicarle esas palabras que creo que son extensivas a todas las personas que la han seguido, que la admiran y la valoran. Después, tuvimos la misma conversación que tenemos habitualmente, porque afortunadamente, voy a seguir teniendo relación con ella y la voy a tener cerca. Cambia para los espectadores y deja un gran vacío, aunque sé que va a seguir vinculada al deporte, a la reivindicación de la mujer, a la diversidad, al deporte minoritario y a todo lo que ha defendido siempre. Ella no es de dar consejos, yo creo que lo que más he aprendido de ella es ser uno mismo, tener ese arrojo a decir o transmitir lo que uno cree y la espontaneidad que, de alguna manera, hemos sentido las dos, la naturalidad y la escucha de una a la otra. Eso es lo que me llevo de todos estos años junto a ella.

- Ya sin Paloma, ¿vas a seguir al frente de estas retransmisiones? 

Es posible que continúe, porque no es algo que sea mi vía de trabajo, pero sí que es mi vía de seguir conectada con mi pasión que también es la gimnasia. Ha sido mi vida y me gusta llegar al espectador, contarle todo aquello que es importante en nuestro deporte y que, a veces, no se ve en un simple vistazo. Tiene que ver también con todo lo que hay detrás que no se ve en el tapiz. Si puedo seguir haciéndolo, lo haré echando de menos a Paloma.

-¿Te remueve mucho los sentimientos ver la gimnasia rítmica desde el otro lado?

El periodo más complicado fue después de la retirada, que necesité estar un tiempo fuera de la rítmica, sanar, curar, aceptar que yo ya estaba fuera de esa línea roja del tapiz. Cuando volví a los micrófonos ya estaba en otro momento de aceptación y fue cuando Paloma me consiguió convencer para ponerme delante de los micrófonos. Mi relación con la gimnasia es muy sana, intento dar voz a las gimnastas o a las situaciones que pueden ser un poco injustas dentro de nuestro deporte, porque me he dado cuenta que si no se reivindica o no se dice, el problema persiste. También tiene que haber una implicación desde dentro; muchas veces, un deportista tiene pánico a expresar lo que le está pasando por miedo a que su carrera deportiva se vea perjudicada. 

- Amadrinas en Pamplona un nuevo espacio de sofás y descanso, ¿te gusta mucho la decoración? ¿Con qué estilo te sientes más identificada? 

Estoy muy feliz de estar amadrinando la inauguración y de entrar en contacto con la familia Mimma Gallery, porque han llegado en un momento importante en el que estoy construyendo y cimentando mi nueva vida. Adquirí un pequeño terreno cerca de Vitoria, quería volver cerca de mi familia. Construir la vivienda es lo primero que voy a hacer, pero el siguiente paso es la decoración, y no tengo un talento especial para esto. Tiendo a la calidez, quizá el estilo más nórdico, del norte: las maderas, la tela... 

-¿Hay alguna pieza decorativa en tu hogar que tenga especial significado o una historia detrás?

La pieza decorativa más especial de mi hogar es un busto vestido con el maillot de mi última actuación en los Juegos Olímpicos de Pekín, con ese ave fénix que me ayuda mucho a observarlo y verlo. Me hace gran compañía y decora mi estancia y va a decorar mi nueva estancia también.

- ¿Te mudas entonces al País Vasco?

Mi intención es que mi lugar de asentamiento sea este nuevo que estoy creando. A partir de aquí voy a construir mi vida. En Madrid voy a tener que estar mucho porque es el lugar de trabajo, pero las actrices no tenemos trabajo permanentemente y la escritura la puedo desarrollar desde mi casa. Esto me permite vivir en Vitoria y moverme desde ese punto a otras partes de España, y trasladarme a Madrid para lo meramente laboral. 

- Recientemente has abierto tu corazón en Caminar sin punteras, tienes también publicados los libros de El mundo de Olympia y has seguido sumando proyectos en la interpretación. ¿Te veremos próximamente dando vida a un nuevo personaje o
escribiendo?

De momento no tengo en mente escribir y si hiciera algo sería de ficción. Dar ese salto me da bastante pánico porque para mí es algo que no he hecho hasta ahora. Si algún día me animara a escribir ficción, también nacería desde algo propio como punto de partida. Sobre nuevos personajes, tengo la suerte y la fortuna de estar trabajando el próximo proyecto del que no puedo hablar. Aquella locura que pasó por mi cabeza por una necesidad de llenar un vacío que dejó la gimnasia de repente lo llenó y lo ocupó la interpretación y de alguna manera muchos años después sigue siendo mi vía expresiva de aceptarme y respetarme.

-Hace unos días te estrenaste como comentaristaes en el debate de El conquistador, en TVE, ¿cómo fue esa experiencia? ¿Te veremos repetir a lo largo del reality? ¿Te animarías a participar en un concurso con circunstancias tan extremas?

En principio no podré tener continuidad. ¡Fue una buena experiencia la verdad! En cuanto a participar en una experiencia extrema dudo que ocurra. Eso sí, como comentarista o presentadora de los retos si me atrevería

- Tu último libro y la última obra que hiciste han sido una catarsis, ¿en qué punto te encuentras ahora sentimental y emocionalmente? 

Cada día estoy recibo mensajes positivos y amables de lo que les ha supuesto a los lectores que me siguen leer Caminar sin punteras. Han sentido y por fin han podido poner palabras a aquello que ellos también han atravesado. Me ayuda saber y normalizar que la travesía que me ha tocado vivir es común a mucha gente. Tanto lo sucedido como también el proceso, aunque lo vivamos de distintas maneras.  Mi único objetivo era devolver a la gente que me ha apoyado un agradecimiento y hacerles saber y hacerles partícipes de mi proceso. Siento que he hecho mucha limpieza en mi vida. En situaciones tan extremas como las que nos va a tocar vivir a todos a lo largo de la vida, va unido a una limpieza vital de personas y materiales. A esa respuesta os diría que me siento más libre y más ligera. Es como que todo lo que he construido ahora es más firme y real y me produce mucha tranquilidad.

- Contabas que reconstruirte es cuestión de tiempo y esfuerzo ¿qué le dirías a la Almudena de hace unos meses y qué has descubierto de ti misma en esos momentos complicados?

He descubierto que no tenía algunas herramientas y con otras sí contaba. Eso es lo que para mí ha sido más revelador: Saber que he tirado mucho desde mi etapa deportiva. De cómo he gestionado mi vida desde que era muy pequeña y que muchos mecanismos de actuación que he tenido tienen referencia a gestiones que he hecho anteriormente. También he tenido que crear nuevas fórmulas y maneras para saber manejarme, interpretar y de ver la vida.

- Si pudieras retroceder, ¿cambiarías algo de tu vida, desde la infancia hasta hoy, o darías los mismos pasos que has dado?

No. Este ha sido mi crecimiento personal. Me ha ayudado a verme y reconocerme en diferentes estados, algunos muy difíciles de gestionar. Buscar el equilibrio, cuando la vida es un constante cambio, es uno de los retos más difíciles. Pero creo que mi vida deportiva aceleró algunos aprendizajes vitales para reaccionar en los momentos más complicados.