Tamara Falcó regresa de su luna de miel con ganas de ser mamá

La marquesa de Griñón ya está en Madrid tras recorrer Sudáfrica y Zambia con Íñigo Onieva

Por María Medina

La luna de miel de Tamara Falcó e Íñigo Onieva ha llegado a su fin. El matrimonio aterrizó ayer en Madrid y esta misma mañana Europa Press localizaba a la marquesa de Griñón en la puerta de su casa mientras esperaba un taxi. "Lo hemos pasado fenomenal", ha dicho. Los recién casados ya se han reunido con parte de su familia, pero todavía no han coincidido con Álvaro Falcó para darle el pésame por la triste muerte de su madre, Marta Chávarri. "No, a mi primo no lo he podido ver, pero porque se ha ido de viaje", ha revelado Tamara.

Loading the player...

 

La hija de Isabel Preysler ha madrugado para retomar su rutina y cuando le han preguntado por su marido ha respondido que todavía estaba "durmiendo". Pasadas unas horas, las cámaras captaban a Íñigo haciendo ejercicio. A pesar de las altas temperaturas, el empresario ha salido a correr. 

Los recién casados se fueron de viaje de novios el 11 de julio, tres días después de su boda. En este tiempo han recorrido Sudáfrica y Zambia y la experiencia ha sido tan maravillosa que la marquesa de Griñón no descarta organizar una segunda luna de miel. "Quizás, quizás", ha bromeado. Por ahora, su plan más inmediato es seguir disfrutando del verano. "Una cosa ha sido mi luna de miel y otra las vacaciones", ha matizado. 

Lo que tampoco oculta son sus ganas de ser madre con Íñigo. "Cuando Dios quiera, que yo creo mucho en él", ha respondido ilusionada. Estas declaraciones coinciden con las que dio a la revista ¡HOLA! tras pronunciar el 'sí, quiero'. "¿Cuándo viene el primer hijo?. Para cuando Dios quiera y ojalá quiera. Ya estamos abiertos. Sí, sí, sí. Creo que para después del viaje de novios…", aseguró. De hecho, habló de la naprotecnología, el método natural que está siguiendo desde hace varios meses para aumentar la familia. "No es un tratamiento de fertilidad como tal, pero te van estudiando tu cuerpo. Aunque es laborioso, es un proceso muy bonito", explicó. "Primero vamos a ir por la vía natural. Por eso me he preocupado en tener el cuerpo sano. Si después tenemos problemas, ya veremos", añadió. 

Tamara e Íñigo han vuelto a casa tras realizar un safari de lujo en Sabi Sands, una reserva privada dentro del Parque Nacional Kruger, o visitar las Cataratas Victoria, una de las siete maravillas del mundo. Ahora el matrimonio abre un nuevo capítulo en su historia de amor. "Quiero que el matrimonio dure toda la vida y que sea muy bonito", declaró la marquesa de Griñón en ¡HOLA!. "Al igual que Tamara, yo también siento que esta boda es el triunfo del amor", confesó el empresario.