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La idílica luna de miel de Tamara Falcó e Íñigo Onieva continúa. Tras disfrutar de unos días en Ciudad del Cabo, el matrimonio sigue recorriendo Sudáfrica y conociendo algunos de sus mágicos rincones. Para la segunda parada de su viaje de novios se han trasladado a la zona nordeste, concretamente al parque nacional Kruger, considerado como una de las reservas de caza más grandes del continente. "Un nuevo capítulo comienza", ha dicho la marquesa de Griñón de este destino en el que han conectado con la naturaleza mediante un safari del que ha mostrado los detalles.
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Tener de cerca a animales en su hábitat y moviéndose con completa libertad por el que es su hogar ha impresionado al matrimonio, que ha hecho varios vídeos para recordar siempre esta aventura. La aristócrata se ha mostrado encantada cuando ha visto caminando junto a su coche a una familia de cuatro elefantes, incluído uno pequeño, un símbolo de buena suerte tal y como les ha indicado el guía que los acompañaba. "Beautiful", ha dicho la única hija de Isabel Preysler y el recordado Carlos Falcó al ver la bonita estampa.
En este espacio natural conviven, además de miles de especies vegetales, diferentes tipos de animales como cebras, búfalos, rinocerontes y leones. Con uno de estos últimos, de hecho, se ha fotografiado la pareja. Desde el todoterreno descapotable en el que han hecho el recorrido, se han hecho un selfie en el que por detrás aparece el citado mamífero, al que se conoce como el rey de la selva. "Qué comience la aventura", ha exclamado Tamara al llegar a esta privilegiada zona en la que hay en marcha un amplio dispositivo para combatir la caza furtiva de rinocerontes.
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Para resguardarse de las bajas temperaturas que marca el termómetro en pleno parque natural, Tamara ha ido muy protegida. La diseñadora y chef ha llevado abrigo, botas, gorro de lana y una manta para protegerse del frío durante el recorrido, realizado al completo en un vehículo abierto, con el viento presente. Por su parte, el empresario se ha decantado por vaqueros, camisa, chaleco multibolsillos, cazadora de ante y gorro. Los estilismos de ambos son en tonos marrones y beige, colores que se camuflan con la naturaleza tal y como se recomienda para este tipo de recorridos.
La marquesa de Griñón y su esposo, de cuya boda muestra ¡HOLA! todos los detalles en exclusiva, han completado esta experiencia durmiendo en plena naturaleza y con la presencia de los animales. Han elegido Sabi Sabi, un resort de lujo que en la web definen como "un lugar transformador donde la vida se ralentiza, las relaciones se profundizan y hay tiempo para reconectarse con uno mismo". Las estancias se dividen en cuatro categorías con una cuidad decoración mediante las que se expresan el pasado, el presente y el futuro.
En plena naturaleza, con todas las comodidades
A juzgar por las imágenes, los recién casados se han alojado en Villa Ámbar, que posee una cuidada decoración y dos dormitorios con todo tipo de comodidades que garantizan la privacidad. Uno de ellos tiene baño privado, vestidor y gimnasio; el otro también incluye vestidor y tocador. Además, hay una amplio salón con una terraza en la que hay sillones colgantes de cuero y piscina. Dormir en este enclave permite a Tamara e Íñigo formar parte de la vida salvaje antes de continuar con un viaje que, con toda seguridad, recordarán siempre con gran cariño.
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