¡Por fin en casa! María García de Jaime ya ha vuelto al calor de su hogar después de pasar unos días complicados a causa de un problema de salud. La influencer, que está embarazada de su tercer hijo, comunicaba este sábado la feliz noticia de su alta hospitalaria tras varios días ingresada por un cólico nefrítico. "Muchas gracias a todos por haber estado tan pendientes de mí, os he sentido muy muy cerca", les ha dicho a su más de medio millón de seguidores en su perfil público.
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La creadora de contenido, muy agradecida también a Dios dada su fe católica, reflexionaba sobre "lo importante que es" estar sano aunque muchas veces nos olvidemos de ello. Recomienda en este sentido que cuando uno siente que algo va mal lo más importante es acudir al médico y "ponerse en manos de los que saben", apostilla. Por ello, ha tenido un recuerdo para "todos los profesionales sanitarios que me han cuidado tan bien", subraya.
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Pese a su alegría por dejar ya el centro médico, el susto no se lo quita nadie ya que en un primer momento creyó que sus insistentes dolencias tenían que ver con su estado de gestación. Afortunadamente no ha sido así, por lo que María cuenta los días para poder dar a luz. Mientras eso sucede, ha dedicado unas emotivas palabras a su futuro bebé: "Fede ha decidido hacer acampada dentro de mi tripa", escribe con humor. "Así que cuando quieras, aquí te esperamos con los brazos abiertos", añade con mucho cariño.
Por último, da las "gracias infinitas a mi Tomás Páramo por hacerme reír hasta en los momentos que solo quería llorar, y a nuestras familias", concluye en alusión a su marido, que no se ha separado de ella ni un momento durante esta semana. De hecho, la pareja ha compartido varias imágenes desde el hospital donde él no para de hacerle mimos y abrazar a la madre de sus retoños.
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"María sabía que ese dolor no era de parto, pero era tan fuerte que por un momento creíamos que podía ser... Nunca la había visto así", confesaba el también influencer, asegurando con alivio que "todo se quedó en un contratiempo que no esperábamos". Felizmente, Federico está en perfectas condiciones después de que su mamá tuviera que ser ingresada de urgencia y someterse a un tratamiento antibiótico intravenoso.
"Aunque este embarazo se ha pasado volando, los días empiezan ya a hacerse largos al pensar que ya en cualquier instante puede estar con nosotros", confesaba recientemente Tomás. "Hoy hay luna llena, aunque la verdad es que ninguno de nuestros hijos ha llegado con ella… ¿podrá ser la excepción?", se preguntaba a continuación con una sonrisa. La pareja, impaciente por ver la carita del niño, va a dar un hermano a Tomi, de seis años, y Catalina, que cumplirá dos en abril.
