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La chica de nieve, la nueva serie de Netflix basada en la novela homónima del escritor Javier Castillo, se ha convertido en todo un éxito a nivel mundial en la plataforma de streaming. Para su adaptación a la pequeña pantalla la obra tuvo que sufrir algunas modificaciones, entre las más relevantes está que, aunque la historia original se desarrolla en Nueva York, en la ficción televisiva lo hace en Málaga. Un cambio logístico de ubicación en la que los espectadores, a los que no se les pasa ni una, no han tardado en detectar un fallo en la realización que el autor malagueño ha tomado con humor.
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La localización en la bella ciudad de la Costa del Sol y los rincones donde se han desarrollado las investigaciones de Miren y Eduardo, papeles interpretados por Milena Smit y José Coronado, para encontrar a la pequeña desaparecida en la Cabalgata de Reyes, han dejado un buen sabor de boca, tanto a los amantes de la novela como a los de la serie. Salvo por una ubicación específica que conlleva un error geográfico que no ha pasado desapercibido para el público.
A lo largo de la serie, tratan de recrear un párking de caravanas, para ello, el rodaje se desplazó hasta la playa de Sacaba, aunque la ficción sitúa a los actores en el municipio de Coín. Estas escenas se grabaron en una tranquila playa situada en una zona industrial de Málaga capital que está a 38 kilómetros del lugar donde se supone que se desarrolla la acción.
Hasta ahí todo estaría en orden si no fuera porque Coín, que supone un punto estratégico en la provincia de Málaga, principalmente por su situación entre la Costa del Sol, Antequera, la capital, la Serranía de Ronda y la Sierra de las Nieves, es un paraíso de interior, donde la playa brilla por su ausencia.
Esta pequeña alteración de la realidad ha tenido diferentes reacciones, mientras que muchos espectadores lo han calificado como "un error garrafal", otros se lo han tomado con humor, como es el caso del Ayuntamiento de Coín que, haciendo gala de la gracia andaluza, compartían un simpático mensaje. "Según La chica de nieve de Netflix, Coín tiene playa, teniendo en cuenta que nuestra ciudad está a 20 minutos de todo, y que desde Teatinos se tarde 20 minutos en llegar a la Malagueta. Confirmamos que Coín tiene playa", bromeaban desde el Consistorio.
Recogiendo el guante, Javier Castillo respondía divertido a la broma lanzada desde el Ayuntamiento de la localidad malagueña ubicada en el centro del Valle del Guadalhorce. "Si algún otro municipio de interior quiere una playa, un acantilado o un bonito río que serpentea por sus tierras que me escriba", ha afirmado, junto a un hasgtag donde se puede leer "Coín tiene playa". Una pequeña confusión de documentación, que al final ha quedado en una simpática anécdota.
¿De qué va La chica de nieve?
Se trata de un trepidante thriller que nos sitúa en el año 2010 en Málaga, en la cabalgata de los Reyes Magos. El momento con más magia del año que se acaba convirtiendo en una auténtica pesadilla para una familia. Los Martín (interpretados por Loreto Mauleón y Raúl Prieto) viven un verdadero infierno cuando su hija Amaya desaparece entre la multitud.
Miren (Milena Smit), una periodista en prácticas, comienza una investigación paralela a la de la inspectora Millán (Aixa Villagrán), con la que entrará en conflicto. Esta búsqueda despertará en la joven aspectos de su pasado que habría deseado olvidar para siempre. Con la ayuda de su colega periodista Eduardo (José Coronado), Miren no cejará hasta dar con el paradero de la niña.
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