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The Crown, la serie de ficción de Netflix que trata sobre la vida y el reinado de Isabel II está a punto de estrenar su quinta temporada, que reflejará los peores años que vivió la recordada monarca en la década de los noventa. El incendio del castillo de Windsor, el divorcio de tres de sus hijos y la conocida como 'entrevista de la venganza', que Diana de Gales concedió a la BBC en la que hablaba de su matrimonio, hicieron mella en la Corona como nunca antes se recuerda provocando una crisis institucional que hizo que por primera vez se cuestionara la línea de sucesión al trono.
Sin duda alguna, las cenizas de la querida fortaleza de la Reina fueron la mejor metáfora de lo que se convirtió su reinado desde 1992 hasta 1997: una institución con unos niveles muy bajos de popularidad y con un sinfín de 'fuegos' por apagar, uno detrás de otro. Ese año, que ha pasado a la historia como el annus horribilis, además de destruirse gran parte del Castillo de Windsor, tres de sus hijos, los príncipes Carlos, Ana y Andrés se separaron haciendo que muchos británicos dejaran de creer en una institución que a todas luces carecía de estabilidad y tradición.
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Las tensiones y los escándalos no pararon de crecer desde entonces. La biografía de Diana de Gales escrita por Andrew Morton fue solo el incio de unos años de hondas preocupaciones y escándalos que llegarona su cénit en 1995 cuando la princesa Diana concedió una entrevista a la BBC, que décadas más tarde se ha sabido que se consiguió bajo manipulación y engaños, en la que confesó que “éramos tres en nuestro matrimonio”, en referencia a la relación extramatrimonial que el entonces heredero al trono mantenía con Camilla. Un año después de esa aparición de Diana en la televisión, que consiguió audiencias millonarias, el matrimonio se divorció legalmente.
La trama de The Crown también mostrará cómo unos preadolescentes príncipes Guillermo y Harry empiezan a ser el foco de los paparazzi, a sufrir el acoso mediático y las persecuciones que tanto sufrió su madre, algo que les ha marcado durante toda su vida.
En 1997, Diana de Gales murió en un trágico accidente de coche en París. La primera reacción de Isabel II, marcando una gran distancia emocional y física con el dolor de su pueblo, le granjeó muchas críticas y se vio obligada a rectificar y organizar un funeral de Estado por la que fue su nuera. Sin embargo, igual que el Castillo de Windsor, que renació de las cenizas, Isabel II logró salir reforzada de su peor década de reinado y logró estar en el trono otras muchos años más hasta que el pasado 8 de septiembre murió tras 70 años de servicio como la monarca más longeva de Reino Unido y una de las Reinas más queridas y respetadas.
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