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Después de estar unos meses volcada en el cuidado de su bebé, Jennifer Lawrence ha regresado al trabajo por todo lo alto. La actriz ha estado rodando varias escenas de su nueva película, No Hard Feelings, en Nueva York ¡y menudo revuelo ha causado! La intérprete estadounidense, de 32 años, se mostró así de espectacular, presumiendo de figura con un minivestido de color rojo y unas sandalias plateadas con un tacón de infarto, además de su característica melena suelta y con ondas.
Jennifer estaba realmente sensacional y, al ver las imágenes, nos ha venido a la memoria el look que llevó en los Oscar de 2011. La protagonista de El lado bueno de las cosas ha vuelto a ponerse un vestidazo rojo y podría decirse que le queda ún mejor. Nadie diría que han pasado 11 años entre estas dos fotos, ¿verdad?
Todos recordamos su paso por la alfombra roja del Kodak Theatre de Hollywood no solo porque fue su debut en los Oscar, sino porque lució un impresionante diseño que se ha terminado convirtiendo en icónico. Lawrence hizo historia al convertirse en la actriz más joven nominada en la categoría de mejor actriz (gracias a su papel en la pelícua Winter's bone) y se convirtió en el centro de todos los flashes con su sensual vestido rojo de Calvin Klein.
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Una película con un significado especial
En el rodaje de No Hard Feelings, Lawrence se ha puesto a las órdenes de Gene Stupnitsky, quien no solo dirige la película sino que también se ha encargado del guión junto a John Phillips. Este trabajo tiene un significado especial para ella, ya que Gene fue el encargado de presentar a Jennifer a su actual marido, Cooke Maroney. El escritor y productor de cine y televisión estadounidense hizo de 'celestino', así que podría decirse que fue el culpable de que entre ellos naciera el amor. Jennifer y Cooke se casaron en octubre de 2019 y el pasado mes de febrero dieron la bienvenida a su primer hijo Cy (en honor al pintor Cy Twombly, uno de los artistas favoritos de Maroney).
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