1 de junio de 2006. Aquel día se apagó la vida de Rocío Jurado y comenzó la 'guerra' dentro de su familia por la herencia. La última voluntad de la artista dio mucho que hablar en su momento y ahora, 16 años después, vuelve a estar de actualidad tras conocerse la existencia de un testamento previo al reparto final. Rocío Carrasco tiene en su poder ese documento y muy pronto verá la luz. Según ha contado, una parte del clan Mohedano "se está enterando de que esto existe". Otra, en cambio, "se está enterando de que yo lo sé y que yo lo tengo". En tan solo unos días, la hija de la cantante desgranará su contenido en El nombre de Rocío, la segunda parte de su docuserie. A la espera de conocer todos los detalles sobre el legado no oficial de La más grande, recordamos cómo quedaron distribuidas sus pertenencias.
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Rocío Carrasco, heredera universal
La cantante nombró a Rocío Carrasco heredera universal de un patrimonio millonario. Heredó los derechos de sus trabajos artísticos (27 discos y 9 películas); un piso en Miami que la cantante había comprado antes de casarse con José Ortega Cano; parte de otro apartamento en Miami Beach que Rocío Jurado había adquirido a medias con el torero; y la finca El Administrador, un terreno con viñedo y bodega propia de casi 400 mil metros cuadrados que la intérprete había comprado durante su matrimonio con Pedro Carrasco. En su testamento, la chipionera también dispuso que Montealto, la casa familiar de La Moraleja, se vendiera y que el dinero de esa venta se repartiera entre sus tres hijos, Rocío Carrasco, José Fernando y Gloria Camila. Además, la primogénita de la artista heredó pertenencias de gran valor sentimental, como las joyas y los vestidos de su madre.
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José Fernando y Gloria Camila
La herencia de Rocío Jurado, tal y como publicó ¡HOLA!, se dividió en tres partes: el tercio de legítima estricta, que le correspondió a sus tres hijos; el tercio de libre mejora, que la cantante quiso que correspondiera a Rocío Carrasco; y el tercio de libre disposición, que recayó en su marido, sus dos hermanos, su sobrino Fernando y su exsecretario Juan de la Rosa. Cuando se vendió la casa de La Moraleja, José Fernando y Gloria Camila eran menores de edad y la cantidad recibida fue a parar a una cuenta bancaria. "Hasta que no sean mayores de edad no podrán disponer de ese dinero, que irá generando intereses a medida que pase el tiempo", explicó entonces su padre, el torero José Ortega Cano.
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José Ortega Cano
A su viudo, con el que se casó en régimen de separación de bienes, le dejó su parte de la ganadería de reses bravas que compraron conjuntamente durante su matrimonio. En aquel momento, la ganadería contaba con unas 800 cabezas y se encontraba en Yerbabuena, la finca que Ortega Cano había comprado a Espartaco cuando todavía estaba soltero. El diestro y la cantante hicieron grandes reformas en la finca. Levantaron la plaza de tientas y unas instalaciones orientadas al turismo y la hosteleria que, tras la muerte de la artista, se convirtieron en un museo. Además, allí celebraron su boda. En 2013 Ortega Cano vendió esta propiedad, situada en la localidad sevillana de Castilblanco de los Arroyos, a la empresaria peruana Rocío Torres Carcasi. "Lo hago porque viene otra etapa de mi vida que tengo que afrontar. Tengo que estar cerca de mis amigos, mi pareja, mis hijos… Tengo unos recuerdos maravillosos, pero la vida son etapas", dijo.
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Amador y Fernando Mohedano
A su hermano Amador le dejó una nave industrial en San Sebastián de los Reyes, Madrid, y para compartir con su hermana Gloria, la finca San Pedro, conocida como Los Naranjos, por la cantidad de frutales que tenía. Esta propiedad se encuentra cerca del mar, a las afueras de Chipiona, y cuenta con unos 50 mil metros cuadrados de terreno. La artista también tuvo en cuenta en el reparto a su ahijado Fernando, hijo de Amador Mohedano y Rosa Benito. A él le dejó otra nave en San Sebastián de los Reyes.
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Gloria Mohedano
Además del 50 por ciento de Los Naranjos, Rocío Jurado dejó a Gloria la casa 'Mi abuela Rocío', una decisión que la artista tomó porque su hermana era la única que no tenía alojamiento en Chipiona. Esta residencia, situada en la avenida de Regla, muy cerca del santuario de la Virgen, tiene una superficie de unos 450 metros cuadrados.
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Juan de la Rosa
Por último, la artista dejó a Juan de la Rosa, su leal amigo y secretario durante décadas, un dúplex en Chipiona, situado muy cerca del puerto deportivo y de la playa. Juan de la Rosa vivió al lado de Rocío Jurado y su familia los duros momentos que la cantante pasó en Houston, así como su dolorosa pérdida. El fiel escudero de la intérprete falleció en 2007 tras diez años enfermo de cáncer de piel. "Fue irse Rocío y le vino un bajón muy grande, empezó a estar más débil. Prácticamente se ha ido con ella", dijo Rosa Benito en el entierro. Ortega Cano, por su parte, dijo de él: "Era un hombre tan divertido que nunca tenía ningún problema y nunca pedía nada, tenía una alegría muy grande y siempre estaba dispuesto a ayudar, a favorecer". Sus restos mortales se encuentran en el cementerio de San José, de Chipiona, el mismo en el que está enterrada Rocío Jurado.
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