Entrevistamos a María Pombo: su deseo de ser actriz, sus planes de aumentar la familia y la evolución de su enfermedad

©Fernando Junco

- ¿A quién seguías de pequeña? ¿Quién dirías que es tu ídolo?

- Mis padres. Mi madre, por cómo ha luchado toda la vida sin quejarse. Y mi padre, por todo lo que ha conseguido, sin pedir ayuda. Los dos son un referente e ídolos.

- ¿Cómo te encuentras de tu enfermedad?

- Me hice pruebas hace un mes y no hay nada nuevo. Llevo dos años en los que la enfermedad no ha evolucionado, así que estoy superfeliz.

- Vienes a estos premios con tu hermana Marta, quien se ha enfrentado a problemas de salud mental. ¿Cómo la ves actualmente?

- Increíble. La veo en el mejor momento de su vida. Desde que la conozco, que son veintiséis años.

- ¿Tú te has enfrentado a problemas de salud mental?

- Gracias a Dios, nunca he tenido un bajón grande. Por supuesto, lo he pasado mal, pero no diría que he tenido ansiedad.

- Y eso que has recibido críticas más incisivas que tu hermana…

- Creo que la situación de mi hermana Marta fue peor. Le llegaron en un momento en el que estaba muy mal, durante una separación, que nunca es fácil para nadie. Fue un momento muy delicado para ella. Creo que lo ha pasado mucho peor que yo.

“Llevo dos años en los que la enfermedad no ha evolucionado, así que estoy superfeliz”

- Ahora Marta atraviesa un buen momento y está enamorada.

- Sí, está muy enamorada. Y nosotros de Zama –el odontólogo Luis Zamalloa–. Él ama con locura a Marta, esté como esté. Es muy cuidadoso y se parece en carácter a mi padre, así que es muy cercano a la familia. Estamos muy felices.

- Tu hermana Lucía también de preparativos de boda. ¿Cómo estás viviendo los preparativos de boda?

- La noto feliz y centrada en su trabajo de piloto. Creo que es un paso que tenía que dar ella y Álvaro –el influencer Álvaro López Huerta–, porque llevaban muchos años de novios.

- ¿Ya has visto su vestido de novia?

- Sí, y es increíble. Me ha sorprendido porque no me imaginaba así a Lucía. Está guapísima. No estoy acostumbrada a verla tan elegante porque siempre va en vaqueros y con zapatillas.

- ¿Cómo definirías el vestido?

- No lo voy a hacer… ¡Me mata! (ríe).

- A pesar de ser la hermana mayor, es la última en casarse. ¿Le estás dando consejos con los preparativos?

- Sí, la estamos dando consejos todo el rato.

©Fernando Junco

- ¿Por ejemplo?

- Que, durante la boda, pare y mire cada poco tiempo, porque se te va el tiempo. Y si no salen las cosas como están planeadas, que no se preocupe, porque no se van a poder cambiar. Lo importante es que disfrute al cien por cien, pase lo que pase. Lo esencial de una boda es la actitud de los novios, sin duda. Más que el vestido, que el dj o la comida. Si la actitud es buena, la boda va a salir bien. También un par de cosas más… Por ejemplo, que no invierta dinero en ciertas cosas que no son tan importantes. Hay ciertas cosas en las que me gasté dinero y que no sirvieron para nada.

- ¿Cómo se encuentra el pequeño Martín?

- Está increíble, cada vez más pícaro.

- ¿Ya habla?

- Ya dice papá y mamá.

- ¿Cómo reaccionaste cuando escuchaste mamá de su boca?

- ¡Bueno, me derretí! Me sigo derritiendo. Lleva una semana diciendo mamá y me derrite. Es un niño muy risueño, muy alegre y complaciente. Quiere que todo el mundo esté bien. Es muy fuerte que, con poco más de un año, vea por dónde va a ir y cómo es su personalidad. Le noto que es como mi hermana Marta, que quiere que esté bien. Entonces, te sonríe cuando no tiene que sonreír. Luego, no sabe llorar. Es un niño muy fácil, alegre y risueño.

“Martín lleva una semana diciendo mamá y me derrite. Es un niño muy riseño, muy alegre y complaciente”

- Eso significa que es un bebé trampa.

- Es un bebé trampísima (ríe).

- ¿Te ves siendo madre otra vez?

- Sí, sí. Mi mayor deseo es formar una familia numerosa.

-Entonces, ¿crees que le darás un hermanito a Martín este año?

- Este año, lo veo muy precipitado... El siguiente, es probable. Ahora quiero disfrutar de Martín y volver a la rutina de trabajo.

- Acabas de celebrar el Suavefest –festival que ha organizado en la estación de esquí de Formigal–. ¿Cómo ha ido?

- Superbien, increíble. Hicimos soldout en cuarenta y ocho horas. De hecho, vamos a repetirlo en Madrid: el veintitrés de abril en el Wanda, pero en la terraza, para ocho mil personas.

- ¿Cómo reaccionó Martín cuando te fuiste al Suavefest? ¿Le cuesta separarse se ti cuando te toca trabajar?

- Es un niño que está acostumbrado a estar con mis hermanas, mis suegros, mis padres, mi abuela… Me encantaría llevármelo, pero también está muy bien irme un fin de semana y echarle de menos. Todas las madres me dicen que también hay que hacer vida, aunque me cueste horrores. Pienso en mis padres que han tenido que estar fuera de casa por trabajo.

©Fernando Junco

- Hace unas semanas anunciaste que habéis vendido la casa. ¿Cuándo tenéis pensado abandonarla?

- Uy, no tengo ni idea. Eso hay que preguntárselo al constructor, a mi marido (ríe).

- Pero, ¿ya está vendida?

- Sí, desde que la gente supo que se vendía.

- ¿Cuándo crees que se ejecutará?

- Pues no lo sé. Ahora están cambiando tanto las cosas y los precios se están disparando… Como vamos con calma, seguimos viviendo en nuestra casa, tan tranquilos. No es nada a corto plazo, para nada.

- ¿Cómo te estás viendo en televisión, en El Desafío?

- Me veo muy cohibida, como si no fuese yo al cien por cien. Necesitaría cien programas para que conocieran a la María verdadera.

“Me veo muy cohibidia en televisión, como si no fuese yo al cien por cien. Necesitaría cien programas para que conocieran a la María verdadera”

- ¿Y eso? Si tienes mucha experiencia para ponerte delante de la cámara.

- Siento que, al estar rodeada de gente tan potente y que lleva tantos años en televisión, como que no era mi sitio. Luego, es verdad me voy soltando más –el programa ya está grabado–. Pero sí que es verdad que en los primeros programas, me he visto como pequeñita.

- ¿Con cuáles de tus compañeros te has llevado mejor?

- La verdad es que nos llevamos muy bien todos. Pero quizá Omar [Montes]. Los dos hemos tenido una conexión muy especial.

- ¿Cuál es la prueba más sorprendente que veremos de ti?

Tocar un instrumento con una banda española muy potente.

- A nivel de trabajo, ¿qué es lo próximo que gustaría hacer?

- Me gustaría hacer más televisión.

©@mariapombo

- ¿Quizá de actriz?

- Bueno, me encantaría ser actriz, pero no me he preparado. Puede que sea un proyecto que haga este año, prepararme, porque me gusta mucho el mundo de la actuación. Pero tampoco estoy segura de si me veo. Debería probar e investigar.

- ¿Tienes algún proyecto de televisión ya?

- No que se pueda contar, pero tampoco te creas que algo muy grande.

- Hace dos meses, te operaste el pecho. ¿Contenta con el resultado?

- Ha quedado genial, increíble. No es que haya tenido mucha suerte, sino que me he rodeado de unos profesionales muy buenos y han hecho muy bien su trabajo. Estoy estupenda, ya hago deporte y vida normal.

- Los retoques crean adicción…

- ¡Ya! Yo llevo tres operaciones (ríe).

- ¿Piensas en hacerte alguna más?

- No. Me operé la nariz porque se me rompió y tuve que operarme. Después, me volví a operar para que me quedara mejor. Al final, cuando estás tan en las redes sociales, empiezas a verte defectos que no te verías en una vida sin cámaras. Sí que es verdad que, por desgracia, las operaciones… No sé si crean adición, pero si estás en las redes sociales, te ves y te estás recordando todo el rato lo que tienes mal.