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Gina Marie Krasely, una de las concursantes del reality Mi vida con 300 kilos, que en España puede verse en DKISS, ha fallecido tras una enfermedad a la que se enfrentaba desde hace varios meses. En el programa, la participante del formato estadounidense habló sobre su infancia abusiva, sus problemas matrimoniales y alimenticios llegando a perder hasta 22 kilos durante el rodaje y algunos más poco después. De hecho, según un vídeo que publicó a principios de este 2021, consiguió adelgazar más de 90 y pudo volver a tener movilidad después de mucho tiempo sin poder caminar. En el obituario de la residente de Tuckerton, Nueva Jersey, sus allegados han desvelado que durante sus últimos momentos ha estado en casa rodeada de su "amada familia" y que "su mayor pasión era bailar", ya que durante meses utilizó sus redes sociales para expresar que "la danza no tiene límite de tamaño", soñando que algún día abriría un estudio para niños con necesidades especiales.
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"Los 275 kg de Gina han cambiado su vida y la de quienes le rodean. Solo se asea una vez al mes, lleva tres años sin abrazar a su mujer y cada vez le cuesta más salir de casa. Si no pone remedio a su situación, no sobrevivirá", así anunciaban el episodio de la temporada ocho de Mi vida con 300 kilos donde las cámaras documentaron sus esfuerzos por perder peso. Además, siempre se sintió culpable por la presión que estaba ejerciendo sobre su esposa Beth. "A medida que engordé y me quedé casi inmóvil, el trabajo de ella se convirtió en cuidar de mí", reveló ante las tristes palabras de su madre, que confesó que estaba desesperada por la mala actitud de su hija.
Gina relató que la comida le hacía sentir bien y segura. "Hace que desaparezca la ansiedad y la depresión, así que así no importa si odio mi vida o lo mucho que me esté costando", aseguró en el programa. Pero lo cierto es que la estadounidense intentó que su problema de obesidad mejorara. Puso todas sus fuerzas en mejorar su situación, aunque finalmente no ha podido conseguirlo, cumpliendo todos los miedos que confesaron sus familiares y amigos en el formato de adelgazamiento. "Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia en este momento difícil", han escrito desde las redes sociales de la cadena para mandar todo el apoyo a sus más allegados.
No es la primera persona del reality americano muere tras participar y contar su experiencia con los problemas de obesidad. En 2018, Lisa Fleming fallecía por problemas derivados de su extremo sobrepeso. La mujer, participante de la sexta edición, perdió casi 90 kilos durante la emisión del mismo, aunque sus dificultades físicas no terminaron con la operación a la que se sometió. Pero no solo ella, un mes antes también era hallado sin vida en una zanja James L.B. Bonner, de 30 años, joven que también quiso cambiar sus malos hábitos en el programa.
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