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Ha llegado el día de aflojar las riendas de un gigante y explorar nuevos universos (sí, podría decirse que es literal). Jeff Bezos, creador de Amazon y el hombre más rico del mundo según la revista Forbes (con un patrimonio personal valorado en 166 mil millones de euros), pasa hoy el testigo a sus 57 años, dejando su cargo como consejero delegado de Amazon en manos de Andy Jassy (seguirá como presidente ejecutivo). El pasado febrero aseguró que el puesto en la empresa que creó en 1995 era muy demandante por lo que no le dejaba tiempo para otras cosas. Con una trayectoria profesional de éxito a sus espaldas, Bezos da un giro a su vida laboral para dedicar sus esfuerzos a otras iniciativas que le interesan y, claro, a su esfera más personal. Su intención no es en absoluto retirarse pues tiene energía y ganas para seguir emprendiendo y poniendo su sello en otros proyectos.
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Entre las labores en las que se volcará están el diario The Washington Post; Fondo Day 1, una organización sin ánimo de lucro que pone en marcha escuelas con el método Montessori en comunidades necesitadas; el Fondo Bezos Earth, que se ocupa de contrarrestar los efectos del cambio climático; un fondo de inversión en innovación y Blue Origin, la compañía aeroespacial que fundó en el año 2000 para poner al servicio de los particulares los viajes al espacio. Con ella conquistará un hito y un deseo: el primer lanzamiento tripulado del cohete New Shepard, en el que viajará con su hermano y un tercer tripulante (se organizó una subasta para escogerlo). Salir al espacio y experimentar la gravedad cero era uno de sus sueños y está a punto de cumplirlo, pues la fecha se acerca: el próximo 20 de julio.
Estable vida personal
Desde tierra le seguirá, seguramente con la respiración contenida, su novia Lauren Sánchez, con quien podría haberse comprometido hace meses (a juzgar por una demanda que interpuso el hermano de Lauren contra él en la que le calificaba como el prometido de su hermana). Con ella protagonizó hace unos dos años un terremoto mediático que llegaba cuando aún no se había asimilado la noticia del fin de su matrimonio de 25 años con MacKenzie. La separación de Lauren también se conoció después de que se hiciera público el noviazgo, aunque se habría producido meses antes. Su marido Patrick Whitesell, con quien estuvo 13 años y tuvo dos hijos, y ella eran amigos de Bezos y su mujer, pues sus casas de Seattle estaban muy cerca.
Lauren y Jeff tienen entre ambos seis hijos (Bezos tiene tres hijos, el mayor se llama Preston y tiene 20 años, y una niña, que adoptó con su exmujer en China) y a ellos seguro dedicará ahora más tiempo el fundador de Amazon. La pareja, una vez pasado el revuelo inicial, suele llevar una vida discreta y sin ostentaciones, aunque sí se conocen varios de los caprichos que han decidido regalarse. El pasado año Bezos adquiría la conocida como mansión Warner en Beverly Hills por más de 135 millones de euros, una casa de los años treinta construida para Jack L. Warner, uno de los míticos Warner Bros. de Hollywood. La finca tiene 38.000 metros cuadrados, campo de golf, piscinas, pistas de tenis, tres saunas, dos casas para invitados, taller y gasolinera para coches.
El creador de Amazon ha encargado además la construcción de un megayate valorado en unos cuatrocientos once millones de euros y que se posicionará como el segundo velero más grande del mundo en su clase. No se conoce al detalle el proyecto, aunque sí se sabe que la embarcación tendrá ciento veintisiete metros de eslora (más grande que un campo de fútbol), tres mástiles de grandes dimensiones y un yate de apoyo con helipuerto (Lauren tiene el título de piloto de helicópteros así que es algo que le hará especial ilusión). Un gigante marino que quién sabe si estará ya a punto para surcar las aguas del océano este verano. Ese sería sin duda un modo estupendo de pasar las vacaciones después de su salto espacial.
Su filosofía de vida
En la filosofía de vida que predica Bezos, y que seguramente seguirá practicando, figuran principios como ser feliz en casa y llenarse de energía y positividad en el hogar, para luego disfrutar del tiempo que se pasa en el trabajo. “De hecho, si soy feliz en el trabajo, estoy mejor en casa, soy mejor marido y mejor padre. Y si estoy feliz en casa, entro en el trabajo con más energía, soy un mejor empleado y mejor compañero”, comentó en una ocasión. Además tiene claro que hay que aprovechar las ocho horas recomendadas de sueño cada noche, ya que es el tiempo que necesita para sentirse lleno de energía. “Si acortas tus horas de sueño, podrías obtener un par de horas productivas adicionales, pero esa productividad podría ser simplemente una ilusión” explicaba hace unos años. Convicciones que sin duda podrá seguir poniendo en práctica en este nueva etapa.
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