Cuando pasan los años y una persona sigue manteniendo intacto su indudable atractivo físico, se dice que ha hecho un pacto con el diablo. No sabemos si este será el caso, pero de lo que no cabe duda es que Sharon Stone sigue luciendo igual de espléndida que antaño. A sus 63 años, el mito erótico del Hollywood de los 90 nos ha deleitado con un posado de lo más sugerente para dar la bienvenida a la época estival: "Feliz verano", escribe la actriz junto a la imagen en la que lleva puesto un bikini amarillo de dos piezas y sonríe mientras se deja acariciar por los rayos del sol. Una foto al natural sin apenas maquillaje que ha sido tomada desde el jardín de su casa en Los Ángeles (California), donde también aparece su adorado perro Bandit. Tras publicar la instantánea, reconocidas compañeras de profesión de distintas generaciones han piropeado a la protagonista de Instinto Básico, como es el caso de Andie MacDowell (Cuatro bodas y un funeral), Jamie Lee Curtis (Mentiras arriesgadas), Kate Hudson (Casi famosos) y Rose McGowan (Planet Terror).
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Sharon Stone vive en esta residencia de su propiedad desde hace casi tres décadas, hogar que renovó por completo a su propio gusto y la ayuda del diseñador de interiores Douglas Truesdale. La estrella del celuloide está soltera y tiene tres hijos adoptados, Roan Joseph Bronstein (2000), Laird Vonne (2005) y Quinn Kelly (2006), a quienes se ha unido más que nunca en estos últimos meses debido a la pandemia. La intérprete se ha mostrado siempre orgullosa a la hablar de ellos, asegurando que "aún veo vídeos de cuando eran pequeños y me emociono", desvela. "El gran privilegio de mi vida ha sido criarlos", añadía. "Después de eso, nunca vuelves a ver el mundo de la misma manera", sentenciaba. Hace tan solo dos semanas, tuvimos la suerte de ver a la actriz en la televisión de nuestro país, gracias a una conexión en directo con El Hormiguero.
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La nominada al Oscar por Casino se encuentra inmersa en la presentación y promoción de su libro biográfico La belleza de vivir dos veces, que cuenta alguna de sus experiencias más impactantes. Una de ellas es la que le inspiró para titular su obra y la que marcó un antes y un después, aquella que hizo que nunca más volviera a ser la misma. Hace 20 años, sufrió una hemorragia cerebral masiva que llevaron a los médicos a no darle más de un 1% de probabilidades de seguir adelante. "Había tenido varios incidentes previos a ese ictus", reconocía en su conversación con Pablo Motos. "Ves esa luz blanca y sientes que sales de tu cuerpo", contaba. "Habrá gente que piense que es algo científico... pero, después de recuperarme de aquello, me ha transformado a nivel espiritual", confesaba sin tapujos, reconociendo que siempre ha sido una persona muy mística.
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